domingo, 31 de enero de 2010

1 DE FEBRERO

1 de Febrero.

Hoy vuelvo a fumar un cigarrillo mientras os escribo desde mi pequeño ordenador portatil. Como hace ya mucho tiempo, medio año creo. Echaba de menos este momento del día; mi blog, mi cigarrillo, mis palabras... y vosotros, mis lectores... cuando ya todo el mundo duerme y apenas hay ruido. Cuando mi palabra física y sonora de mi cabeza deja paso a mi palabra escrita, que sale de mi corazón.

Después del rodaje de mi corto he caido en una "semi-depresión" Ya me advirtió Merche, la maquilladora; -después de rodar te sentirás raro, con ganas de más. Pasarás una pequeña depresión post parto que no terminará hasta el día del estreno.

Pues eso; que Merche tiene razón. Estos días ando triste, algo alicaido. Supongo que en esto tiene mucha culpa el haber vuelto a las aulas de la ESAD. La ESAD se está convirtiendo, a mis 29 años recien cumplidos, en el compromiso más aterrador, aburrido y cansino que he tenido jamás. Por un lado me da mucha pena tirar tantos años por la borda, no terminar lo que he empezado... pero por otro lado ese lugar y las cosas que ocurren en el se me hacen muy cuesta arriba. El otro día se lo comentaba a una de las profesoras de la Esad, Ana; "Ya apenas me reconozco en ese chico que un día, hace ya seis años, se sentía muy feliz porque había conseguido entrar en la escuela superior de Arte Dramático.

Mi periodo de formación en ese "antro de mala muerte" me ha hecho más triste, más desconfiado, a potenciado mi lado negativo... se ha llevado un buen puñado de ilusiones que sentí jamás me iban a abandonar. Atrás quedan los primeros años, el primer año y medio para ser más exacto; atrás quedan esas ilusiones por aprender, esos amigos que con el tiempo se fueron o no eran tales... esa alegría por intentar que todos los conocimientos se apegaran a mi con el fin de que en un futuro estos me pudieran servir para algo. A día de hoy puedo decir, certificar y asegurar que si algo me ha enseñado la carrera, que si de algo me ha servido... ha sido para aprender a torear a mucha mala gente... para no fiarme de nadie (en el terreno profesional) y para saber que la vida está llena de genta maravillosa.... y de hijos de puta también, y que estos hijos de putan van a hacer lo posible para joderte la vida, simplemente porque desde el primer momento has decidido ser sincero contigo mismo... y no has entrado en cierto juego de apariencias, lame-culeo... y demás cuestiones que pensé no iban ligadas a formarte en un centro de estudios.

Hablando en plata; no sé si podré aguantar. No sé si ya me quedan fuerzas. Y aunque las tengas, ¿de que sirve hacer algo cuando ya no tienes ilusión? En esto siempre he sido un poco cabezón. Siempre he pensado que uno tiene que estar mínimamente ilusionado por lo que hace o lo que pretende. Muchos me dicen; "Sí, pero yo no estoy ilusionado con mi curro pero es lo que hay". Y entonces yo siempre pienso lo mismo; sí no hay ilusión, aunque mínima... si no tienes ganas... no merece la pena. Siempre he pensado que todos somos actos para cambiar, para dar un vuelco a nuestras vidas... lo que pasa es que a la hora de la verdad nos adaptamos, somos cómodos.... nos acojonamos de miedo y preferimos el calor de lo conocido que no la incertidumbre de lo que pueda venir. En cualquier caso somos responsables de todo lo que tenemos, o al menos de todo aquello que hemos elegido. Por lo tanto; o sigues... o cambias.

Ahora mismo mi vida en muchos aspectos es aburrida y previsible. Quiero cambiarla. Cierto es que
también he aprendido a descubrir el motivo de la insatisfacción de cuando tu vida es aburrida y previsible; esto no viene de fuerzas exteriores, sino de ti mismo o de tu actitud. Así que ahora cuando me siento así, no pongo tierra de por medio... sino que trato de ordenadar y seleccionar todo lo bueno y todo lo malo... Lo bueno, como es lógico va dentro, perdura, se queda conmigo... Lo malo va fuera. Sin solución. Sin remisión.

Es por eso que la ficción siempre me ha parecido más fiel y perfecta que la realidad. En la ficción puedes cambiar, probar... al fin y al cabo no pierdes nada. En la realidad cada prueba lleva un cambio y cada cambio conlleva una elección que significa dar portazo a otras oportunidades y a otras lecciones de vida que jamás conoceras, pues las apartas de ti creyendo que es lo mejor que estás haciendo en ese momento. Pero si es lo mejor o lo peor... nunca lo sabrás. No se puede volver atrás.

Me queda la alegría de saber que tengo unos amigos que valen su peso de oro. De saber a ciencia cierta que a cada paso y a cada elección tengo personas que me apoyan y me dan su sincera opinión aunque, como siempre ha sido y será, siempre me guste hacer lo que yo decida hacer. Aún a riesgo de equivocarme. Sabiendo que, por encima de todo y de todos, yo fuí director de mi destino.

domingo, 3 de enero de 2010

OFF LOVE

Feliz año a todos!!!

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Hoy toca un post de esos dónde hablo de mis sentimientos. (Ya era hora, ¿no?)

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Seamos (seré) sincero. Hace tanto que no me he vuelto a enamorar que empiezo a dudar de ese sentimiento... y lo que peor; empiezo a dudar de mi mismo.

Hace tanto que no siento ese cosquilleo de estomago... y esa fuerza de una mirada ajena que te mira detenidamente, que comienzo a pensar que si alguna vez sentí eso (que de hecho lo sentí), sólo fué producto de mi imaginación... un sentimiento efímero que tardo en venir tanto cómo, en un breve tiempo, y sin apenas avisar, se fué...

Supongo que comienzo a entender que sólo me enamoré de verdad una vez, hace ya mucho tiempo. Supongo también que no todos los enamoramientos son iguales... pero si no son iguales, o al menos semejantes al que tuve, comienzo a pensar que entonces, el que venga... cualquiera que sea, por ser mínimo, diferente.... no merece la pena.

El caso es que hago balance... o memoria, cómo más os guste... y caigo en la cuenta de que "mi botón de la ilusión" está más que apagado, muerto. Es una mezcla de desconfianza y desengaño. Y juro por Dios que tampoco me ha ido tan mal en los asuntos del corazón... pero supongo que aquello que dicen las canciones, y las películas.... esos sentimientos de los que mil veces hemos hablado pero pocas veces se presentan en la vida real... me han hecho daño... en el sentido de que, aunque os sorprenda a muchos y a muchas.... sé que en el fondo... por mucho que lo niege... por mucho que me haga el fuerte o el indiferente... siempre he sido un románticon desaforado.

Y básicamente no hay Dulcinea para tanto Quijote... (sí se me permite la metáfora, of course).

Reconozco también que de tanto jugar a la misma baraja... algunas cartas se cayeron al suelo... y ya no están para una nueva mano. Supongo que la edad va haciendo mella... supongo que, cómo dice Estela, soy demasiado exigente con aquello que puedo encontrar en estos mundos extraños y complejos del deseo y la ilusión... pero la verdad es que no me veo enamorado... sé que es algo que no se busca... que simplemente se encuentra... pero bien sabe cualquiera que hay que estar receptivo a nuevas historias... abierto a nuevos sentimientos... siempre alerta, ¿no?... Pues ese es el problema; que yo ya me he cansado.

Estos días hago balance de lo que tuve y me gustaría tener. Sinceramente no hay mayor perdida de tiempo que abrirse a estas conjeturas dónde uno piensa en el pasado, se conforma con el presente y sueña con el futuro... pero soy humano, soy sagitario, (nos gusta ahogarnos de vez en cuando en nuestra mierda melancólica...) y que coño... es extraño que después de tanto tiempo no me haya vuelto a enamorar cómo bien sé yo que me enamoro... (o he estado enamorado), que quizás piense sea lo mismo... pero ya no lo sea.

En cuanto a la mujer perfecta... sé que no existe... de hecho de haberla.... no sería para mi. Me gustan las imperfecciones, los retos... las chicas que me meten caña... y las princesitas que guardan en su interior un cruel guerrero que lucha por su independencia... y su espacio vital. Por lo tanto mi mujer perfecta es una aventurera nata. No se tome este termino cómo una loca que cada dos por tres necesite cambiar de vida.... (ya no estoy para esas tonterías), cuando digo aventurera me refiero a una mujer que sepa hacer de este mundo mil mundos a cada segundo. Uy, que extraño me ha quedado esto, ¿no?; me explico...

Una mujer que no se aburra ni se lamente de la vida que lleva... una mujer fuerte que sepa construir antes de destruir... que le guste viajar, (metafóricamente), por las indecisiones y las vicisitudes de la vida diaria cómo una Indiana Jones en busca del Arca Perdida... y este Arca... sería por supuesto la vida en común conmigo... con los agobios y las alegrías que la vida en pareja suelen acarrear. Una mujer que ría cuando tenga que llorar... y que cuando tenga ganas de llorar simplemente me deje enseñarle la enorme tranquilidad que unas lágrimas compartidas pueden ofrecer sin el miedo a parecer ridículos.

Una mujer que acepte el silencio y la distancia cuando sobren las palabras y las ganas de vernos. Y que con la misma facilidad me diga, tiempo después... que necesita verme. Yo la entendería. Yo soy así. Y es maravilloso ser así. Porque eres sincero. Y no prometes amor eterno porque tu amor es de día a día... y no hacen falta cadenas porque si amas es porque quieres amar y no porque te hayas comprometido a ello cada vez que te levantas... y cada vez que te acuestas.

Por pedir (desear) puedo pedir cualquier cosa... lo importante es saber si eso o algo parecido existe... de hecho sería ideal saberlo cuanto antes... Más que nada para retirarme... aceptar que lo feo de la vida se extiende al amor... y prepararme para fingir cómo parece que finge la mayoría...

Y es que, siempre he dicho que el amor es un juego.... pero pienso que un juego hermoso... para otros, muchos... parece que el amor sólo es un juego. Un pasatiempo que te hace sentir menos solo... cuando en realidad esta forma de amar sólo crea una cárcel perfecta para aquellos que, nunca, jamás.... supieron amar con todas sus consecuencias.

Así que OFF LOVE es el sentimiento que se ha apoderado de mi.