jueves, 29 de marzo de 2012

Sobre escribir PERSONAJES

En post anteriores, (en realidad de hace mucho tiempo), os hablé de escribir un guión a grosso modo. Hoy quiero hablaros de uno de los pilares del guión, los personajes, y de cómo acometo esta tarea de creación.

En primer lugar, ¿qué es un personaje? Pues un personaje de un guión, película y/u obra de teatro es cualquier COSA que tenga cualidades humanas y posea un objetivo. Como veis digo COSA, no persona, y es que hay guiones de películas en los cuales los personajes no son personas, sino animales, objetos y/o estados de ánimo.

De todos modos para no crear confusiones hablaremos del PERSONAJE como una persona.

¿Por qué los personajes son lo más importante de cualquier relato? Pues porque los personajes llevan la idea centralizadora de nuestra obra. IDEA, no mensaje, ya que hay una gran diferencia entre estos dos matices. Una IDEA es una impresión objetiva y/o subjetiva sobre algo, generalmente un tema, por lo tanto se muestra. Un mensaje es una certificación sobre una idea o un hecho que se DEMUESTRA. El trabajo del director o del guionista no es DEMOSTRAR, sino MOSTRAR, y si tenemos algún mensaje que dar con nuestra obra, sobre todo un mensaje que sea muy claro y evidente, más vale que vayamos a la oficina de correos más cercana a poner un telegrama. Nuestro trabajo no es ser psicólogos, ni políticos... no debemos pretender dar soluciones a los problemas actuales, pasados o futuros, sino simplemente mostrarlos y ver como cualquier personaje convive con ellos.

Bien, ¿qué hace interesante a un personaje? Después de mi experiencia al escribir, y de ver miles de películas, obras de teatro y leer novelas, he llegado a la conclusión de que lo que hace interesante a un personaje es SU OBJETIVO. Todos en la vida real tenemos un objetivo, de hecho, si no tuviesemos un objetivo sería porque estaríamos muertos. Por tanto, EL OBJETIVO es lo más importante que tiene un personaje y en base a este objetivo tomará decisiones que corresponderán a la trama o dramaturgia de nuestro guión. El objetivo puede ser cualquier cosa, pero siempre tiene que ser algo en concreto, ya que en la vida, los objetivos que tomamos y por los que nos movemos son concretos. Por ejemplo, QUIERO GANAR DINERO, por tanto nuestro personaje tendrá que hacer todo lo posible para ganar dinero (desde trabajar en lo que sea, hasta robar, pedir prestado, etc, etc, etc).

Una vez definido el objetivo del personaje tendremos que agregarle un OBJETIVO INCONSCIENTE, que debe estar relacionado con el OBJETIVO. Me explico; generalmente los objetivos que nos marcamos en la vida suelen esconder un deseo oculto, algo extraño y poco definido que sólamente al final sabremos que es. EL OBJETIVO INCONSCIENTE es aquello que nos hace tomar decisiones en los momentos de crisis y presión, donde verdaderamente el ser humano (por ende el personaje), se rebela tal y como es. Así por tanto el objetivo de un personaje podría ser encontrar un buen trabajo.... Pero, ¿qué es en realidad lo que quiere el personaje, qué busca con ello? Generalmente cuando queremos encontrar un buen trabajo es porque queremos diferenciarnos del resto de los demás, o bien alcanzar cierto estatus social o bien aplacar nuestra sed de ambición, por lo tanto el OBJETIVO de buscar un buen trabajo esconde el OBJETIVO INCONSCIENTE de TENER PODER, ESTATUS SOCIAL, DIFERENCIARNOS DE LOS DEMÁS... en pocas palabras; un OBJETIVO es más fuerte y seguro cuanto más definidas son sus líneas inconscientes.

OBJETIVO y OBJETIVO INCONSCIENTE dan al personaje una profundidad psicológica mayor, y por tanto hacen de este personaje un ente real y palpable, que será reconocido por todo el público. Si sólo hay OBJETIVO el personaje será plano, apenas tendrá nada por lo que destacar, y entonces el público sólo verá una cara de la moneda, lo que en pocas palabras, significa que el autor o director está engañando al público, ya que nadie, por muy plano que sea, sólo tiene una cara.

Bien, ¿Hay que juzgar a un personaje? NUNCA. Nunca hay que juzgar a los personajes que escribimos. Aunque sean éticamente discutible siempre nos tendremos que poner en su lugar y entender los motivos que tiene el personaje para hacer lo que hace. Como decía Chaplin "todo el mundo tiene sus motivos para hacer lo que hace" y con esta premisa trabajaremos el personaje. Un personaje que no está escrito y prejuzgado tiene más fuerza que uno que nace juzgado, y por ende, censurado por nuestra moral y/o ética. Recordad que somos artístas, no jueces, por lo tanto ningún personaje será juzgado y en la medida de lo posible, siempre que no sea muy claro, expondremos, de manera sútil, los motivos que tiene este personaje para hacer lo que hace.

¿Qué es la carazterización de un personaje? La carazterización de un personaje son sus rasgos físicos, psicológicos y sociales. Todo ser humano está definido por estos tres rasgos. No hay más. Por lo tanto nuestros personajes serán tratados de la misma manera. Ahora bien, ¿qué pasa si nos quedamos en la superficie? Por ejemplo: imaginad que estamos escribiendo el personaje de un MENDIGO. Bien, físicamente está claro que, en la inmensa mayoría de los casos, los mendigos tienen un físico descuidado, así que nadie se creerá que un MENDIGO pueda ir vestido como un banquero. Esto es cierto. Recordad que en el apartado físico, una imagen vale más que mil palabras, y aquí, aún con riesgos de crear estereotipos, tendremos que ser más o menos habituales. Esto con respecto al físico, pero ¿qué pasa si además del físico caracterizamos al MENDIGO con la psicología social y mental que habitualmente pensamos que debe tener un mendigo? Pues que el personaje será, más o menos real pero no tendrá ninguna profundida. Por lo tanto es interesante caracterizar a los personajes de por capas, y estas capas, a pesar del físico, tienen que ser diferentes, alejadas del tópico. Nuestro personaje de MENDIGO puede vestir mal, pero en vez de ir con el cartón de vino borracho por las calles puede leer a HOMERO y recitar en parques públicos a este poeta. Es más, si nuestro MENDIGO cuando está borracho recita a HOMERO el público rápidamente entenderá que MENDIGO tiene cultura y ha obtenido en tiempos mejores una educación maravillosa y culta. Por lo tanto el público sumará... Y ahora no tendremos al típico MENDIGO, sino a un personaje diferente, curioso y enigmático que se rebelará diferente. y por ende tendrá cosas interesantes que decir.

Otro ejemplo; Imaginad al típico terrorista de las películas antes de subir al avión para poner la bomba. Un guionista malo o deficiente hará lo siguiente; presentará al personaje vestido de manera extraña, con una actitud psicológica nerviosa y cuasi exagerada (mirará hacia ambos lados nerviosamente, se esconderá detrás de un periódico, llevará el maletín pegado a su cuerpo en todo momento..) Ahora bien. Imaginad la siguiente secuencia; en la terminal del aeropuerto hay un bar, sobre la barra del bar hay un hombre vestido con traje que está apoyado mientras lee el periódico y se toma un café. A su lado, un maletín. El hombre deja unas monedas sobre la mesa y comienza a caminar, de pronto CAMARERA lo llama "¡Un momento, Señor, se deja el maletín! El hombre vuelve hasta la barra, agarra el maletín y con un amplia sonrísa le dice a la CAMARERA; "Gracias, me ha salvado usted la vida".

Minutos después el avión estalla en el aire. Entendemos de pronto que ese hombre maravilloso que casi se deja el maletín (lo que incluso puede dar a entender que es despistado...), acaba de matar a 300 personas. Este personaje, con una debida presentación y una debida dramatización de los hechos, son de los personajes que se quedan grabadas en las retinas del público.

La gente no es ni buena ni mala, sino compleja, y es por eso que nuestros personajes también deben de serlo. Así serán mas reales.

Otra cosa importante es definir el punto débil de nuestro personaje. Por ejemplo; si el público ve durante dos horas un personaje que continuamente está enfadado la gente pensará, "¡¡¡Nadie puede vivir así¡¡¡" Ahora bien, si durante dos horas presentamos a un personaje cuya vida es estar enfadado y en un momento dado algo o alguien lo hace reír (puede ser una situación, otro personaje o el mismo), el personaje será real. Esa risa entre tanta bordería y enfado se revelará como una fisura en su forma de ser y por tanto hará pensar al público.

De igual modo un personaje que durante dos horas se muestre fuerte, valiente, lleno de principios, deberá tener un momento de cobardía, de debilidad, de duda... Aprovecharemos este momento para revelar secretos y/o actitudes que esté personaje encierra tras su aparente fortaleza, valentía y ética. Y quizás nos demos cuenta de que este personaje en realidad está actuando o bien por necesidad o bien por condicionamientos propios y/o externos. De nuevo en esta ocasión tendremos un personaje de verdad. No una marioneta.

Y ya por último, para no extenderme demasiado; Sobre el diálogo, la voz del personaje, su vocabulario. Un personaje siempre debería hablar según sea su forma de ser o según sea su ocupación. Muchos, a la hora de enfrentar el diálogo de un guión, piensan que esto es estereotipar a un personaje, pero precisamente es en el lenguaje donde el guionista tiene que mostrar que su personaje ES. En este caso DIME COMO HABLAS Y TE DIRÉ QUIEN ERES. Por ejemplo; imaginad un personaje que sea director de cine o un friki de las películas... En una escena de amor podemos meter que le dice a su amante después de un largo beso... "Vaya... si pudiese hacer un fundido en negro y amanecer contigo en tal o cual sitio...". Aunque esto en la vida NO ES REAL (Qué también), es efectivo de cara al público y siempre suele aceptarlo de los personajes.

De igual modo un banquero podría explicarle a su hijo con argumento económico una jugada de un partido de fútbol que ven en la televisión, y una prostituta podría dejar escapar a su novio, antes de hacer el amor (Hoy no te la chupo, no tengo ganas). Está claro que esta frase la puede decir cualquier persona a otra en la vida real, pero en la vida cinematográfica quedaría raro que una mujer de clase alta le dijera a su marido (Hoy no te la chupo, no tengo ganas)... ya que se presupone (siempre en idioma fílmico), que una mujer de clase alta no habla así, que en la vida real si puede hablar así, pero no estamos hablando de la vida real, sino del cine, y en el cine, SÓLO EL DIÁLOGO PUEDE SER MATIZADO Y ESTILIZADO según sea el personaje. Sólamente esto, lo demás debe ser variado y profundizado.

No confundir EL DIÁLOGO con el SUBTEXTO... El subtexto no es cosa de personaje, es cosa de guión, y sólamente una vez en el rodaje, el actor podrá acoplar el subtexto (lo que de verdad se quiere decir cuando se dice algo...) a su actuación. De igual modo, aunque el SUBTEXTO no sea entendido por el actor daría igual, ya que el SUBTEXTO es un recurso estilístico que hacemos en el guión con el propósito de expandir el diálogo del personaje hacia dobles lecturas. Pero vuelvo a repetir, no es cosa del personaje, es cosa del guionista.

Espero que este post de hoy os pueda ayudar a escribir personajes.

miércoles, 28 de marzo de 2012

"La dolce vita"... mi película favorita



Algunos historiadores cinematográficos afirman que el cine moderno comienza con "Ciudadano Kane", de Orson Welles, en el año 1940.


Yo estoy en contra de esta afirmación y daré los motivos. No creo que este film sea el inicio del cine moderno, ya que su modernidad no es tal, años antes, en películas de Lang ("Spione", "Las tres luces") y Murnau ("El último", "Amanecer") se observa el mismo estilo, la misma forma narrativa y estética que predomina en la ópera prima de Welles. Por lo tanto, más que el inicio del cine moderno, "Ciudano Kane" sería una revisitación de los códigos que han hecho del cine lo que es; el séptimo arte.


Para mi el cine moderno tiene su nacimiento en los años 1959 y 1960, con cuatro filmes de vital importancia que renuevan el arte cinematográfico y lo amplia por terrenos pocos explorados, terrenos que abriran de par en par un nuevo modo de entender este arte, y por supuesto, trayendo con estos modos nuevos filmes que se pueden incluir dentro de la vanguardia cinematográfica. No es, por tanto, la mayoría de edad del cine, sino su post-modernismo, o lo que viene a ser lo mismo; otra forma totalmente nueva de entender este arte.


Estas películas son "Los 400 golpes" de Truffaut, "El apartamento" de Billy Wilder, "La aventura" de Antonioni y "La dolce vita", de Federico Fellini.


"Los 400 golpes" representa una ruptura de tono con todo lo que se ha hecho anteriormente. Heredera directa del neo realismo italiana, el film de Truffaut explora los terrenos temáticos de la autobiografía fílmica y utiliza para ello una nueva forma de rodar, lo que se conoció como "Nouvelle Vague". La política de los autores. El director como autor total. "El apartamento", inicia la edad madura del cine norteamericano; los personajes ya no son buenos ni malos, sino que tienden hacia la bipolaridad y hacia la no auto-compasión. Ya no se juzga. Se ve y se actúa en detrimiento de unas situaciones dadas, enfatizadas por el deseo de sobrevivir en un mundo que se ha hecho inhabitable. "La aventura" presenta sin lugar a dudas el cambio más drástico en cuanto en fondo y forma... "La aventura" es un relato sin historia, un espacio fílmico detenido en el tiempo, un tiempo que se expande hacia la nada... y por lo tanto, "la aventura" es un film sobre la observación de otras realidades, los tiempos muertos... la historia es lo de menos, ahora lo que importa son los huecos de la historia... ¿Qué ocurre cuando no ocurre nada?.


"La dolce vita", he aqui la última de las cuatro películas que yo considero inicio del cine moderno. ¿Qué hace a "La dolce vita" ostentar este honor? Pues las mismas constantes que tienen las otras tres anteriores películas, sólo que aqui están juntas, van unidas en una sucesión de secuencias y escenas que llenan la pantalla durante tres horas.


"En la dolce vita" No hay relato. Hay trozos de relato. No hay historia. Hay trozos de historias. No hay tiempos. Hay tiempos entre los tiempos. Momentos muertos de increíble belleza, de increible violencia, de increíble melancolía, de increíble desazón. No hay personajes buenos ni malos; hay personajes que el espectador no puede juzgar porque no hay nada que juzgar... el director sólo muestra, NO DEMUESTRA, y es por eso que en el film ningún personaje goza de nuestra simpatía, pero del mismo modo ninguno de ellos nos resulta antipático. Como en un enorme lienzo barroco; los personajes se presentan ante nosotros cómo máscaras de un teatro Balinés; los personajes son uno, ninguno y todos. Así por tanto Marcello Rubini, el protagonista interpretado por Mastroianni, se presenta ante nosotros como una persona al borde el abismo, y por eso mismo, puede analizar, pensar, discutir y vivir dos vidas sin que una de ellas interfiera en la otra; La vida de un periodista que quiere ser como aquellos que entrevista... y la vida de un personaje de entrevista que vive como un personaje normal, un alma más entre la multitud, alguien que simplemente se puede transformar según el ambiente, el tiempo y el lugar. Meta vida; la anulación del YO para hablar del super YO como UNIVERSO TOTAL, cambiante y transfigurado según aquellos con los cuales colisionamos y nos relacionamos.


"La dolce vita" es mi película favorita. Aún hoy, casi 17 años después de haberla visto me pregunto porqué esta y no otra, es la película que sin lugar a dudas me llevaría a una isla desierta... y porqué esta, y no otra, me puede llegar a definir, no ya como persona, sino como artísta que tiene un modelo a seguir, quizás a imitar.... cuasi imposible de igualar.


El film se abre con la imagen de un Helicóptero que lleva una estatua de Jesús al Vaticano. Dentro del Helicóptero un periodista y su fotógrafo, trabajando para informar del evento, ven que en una terraza de un inmenso edificio tres mujeres toman el sol ligeras de ropa. El helicóptero se acerca y las mujeres, con el ruido de las hélices ensordecedoras, se ponen a hablar con los pasajeros del aparato... En menos de 2 minutos de film, Fellini, director visionario, artísta total, deja clara sus intenciones; el film trata sobre lo profano, lo real, lo humano... la miseria... Ya no existe Dios... (delante de Dios no se seduce a señoras ligeras en Ropa), y si existe Dios simplemente es una figura de Mármol, algo muerto y carcomido que sólo sirve para aparentar.


Termina la secuencia con el Helicóptero que se acerca a la ciudad del Vaticano para dejar la figura en la plaza de San Pedro... A partir de aquí, corte rápido a una extraña máscara; estamos en un Night Club lleno de personas ociosas que fuman, miran divertidas a otras que bailan y muchas de ellas parecen muertos vivientes... apenas se mueven... no comunican.... En pleno siglo XX y con las necesidades satisfechas el hombre deja atrás sus problemas reales de supervivencia... Ahora sólo tiene tiempo para el ocio... para aquellos pensamientos que enmarañan la mente entre el tedio, el aburrimiento y la necesidad de jugar a las apariencias.


A partir de aqui, el film se divide en diversos relatos, todos ellos llevados a cabo entre una noche de comienza y su amanecer. Hay tiempo para satirizar el mundo del cine y sus habitantes, para hablar de Roma, aquella ciudad (cualquiera que sea, la que amemos), que nos acoge y nos regala, sólo para nuestros ojos, momentos brillantes de poesía auténtica y extraña verdad (La fontana de Trevi).


Hay espacio para hablar del amor, aquel que nos da curiosidad y aquel que nos agobia, el amor marital versus el amor prohibido. He aquí por tanto que la mujer ya no es mujer (siempre desde el punto de vista del hombre, claro), sino hermana, madre, amiga, puta, señora, actriz, confidente, novia... La mujer representa aquello que el hombre no puede llenar, por tanto la mujer, es el contenido.... el hombre es la excusa para apropiarse de una verdad que sólo ella conoce. La verdad que lo hará libre. Completo al fin. Ya sea de manera sexual, o de manera divina... La mujer controla lo que siente el hombre. Ella es el TODO. El alfa y el omega. El principio y el fin.


Hay tiempo para la familia. El padre ausente visita a su hijo después de muchos años de incomunicación. Padre e hijo son dos desconocidos que no tienen nada que decirse, y por tanto se comportan como dos actores, cada cual interpretando el papel que le corresponde. Al final, cuando se anuncia la luz del alba, el padre se revela auténtico, cae la careta... No es más que un viejo asustado e impotente que se arrepiente de no haber estado con su hijo cuando este más lo necesitaba... y por tanto, el hijo, no tiene más remedio que ver partir al fantasma de lo que él pensaba era su padre... Caído el mito, nacido la comprensión.


Hay espacio para la amistad. La amistad verdadera y la falsa. Aquella que nos mata y aquella que nos da vida. Y aquella que nos da vida para después quitárnosla. Marcello admira a Steiner, él quiere ser como él. Steiner, su amigo representa todos los valores por los que, en principio, merece luchar; La familia, el trabajo, el arte, los principios... la calma de un hogar que sobresale por encima de una vida llena de mentiras. El personaje de Steiner se presenta (no casualmente) en una iglesia mientras toca en un órgano la "Tocata y fuga" de Bach. Marcello observa a Steiner y por un momento siente creer que está asistiendo a la revelación de Dios... si Dios existe debe de ser Steiner, pues su música sabe a cielo, su paz calma la ira, su rostro denota éxtasis.... Es Steiner, quizás, el padre que Marcello nunca tuvo.


Al final del relato, Steiner dejará ver su mentira... Su tremenda miseria escondida. Miseria que ha tapado de la manera más fácil; haciendo ver que era feliz. Que él controlaba el mundo, no el mundo a él... Y cuando Marcello cae en la cuenta de que todo ha sido una mentira... Otro mito muere, ya no tiene la menor duda; hay que actúar... ya no buscar la verdad, sino acoplar la realidad y hacerla mil pedazos... siendo uno y otros... perderse y encontrarse.... cada día.... aún cayendo derrotado en playas desiertas tras noches absurdas donde los espejos deforman la imagen de uno mismo... El recuerdo. El sentir.


Otros relatos nos hablan de la religión... de la necesidad que el hombre tiene para creer. Y si no hay nada algo habrá... por lo tanto. No es Dios quién crea al hombre, sino el hombre quién crea a Dios.


Un relato nos hablará de otros mundos; los mundos de aquellos que parecen tenerlo todo, que juegan con el dinero y con la ausencia de tiempo, o lo que es lo mismo; con todo el tiempo del mundo. Así que Marcello paseará por estas vidas primero para informar y luego para poco a poco difuminando los perfiles de aquellos que representan lo que él jamás podrá ser; pues Marcello en realidad es un provinciano que juega a ser alguien.... Por tanto necesita de la aceptación de aquellos que, aparentemente, lo son todo.


A mitad del film hay un intermedio a modo de pequeña historia. Marcello escribe en un bar, junto a la playa, y una joven adolescente, camarera del lugar, le sonríe abiertamente. Esa jóven es la inocencia personificada, aquello que no está corrompido porque aún no tiene nada que esconder y que aparentar, y por tanto se muestra tal y como es. Marcello entiende entonces que el problema del hombre no es el tiempo, ni siquiera la edad, sino el conocimiento y el dolor. En una palabra; la verdad.


Tras tres horas de filme Marcello acaba en una orgía donde poco a poco su rostro se va desfigurando y deja entrever aquello que has escondido; Marcello es otro más.... no es diferente. Juega, se esconde, se humilla y humilla.... está a punto de morir para renacer de nuevo... Pero Marcello ya no será Marcello, sino otro Marcello nuevo. Y ese Marcello se unirá al anterior, y así hasta que de una vez por todas... no tenga que esconderse de nada ni de nadie, pues nada ni nadie podrán decir entonces que Marcello miente. Siendo uno y ninguno. Esa es su salvación.


Al final del film, ya amaneciendo, Marcello está en la playa y se separa del grupo porque ve que al fondo, al otro lado de la playa, a unos metros, la bella adolescente lo saluda con la mano. Marcello mira a la bella joven, está le hace una señal que parece decir "Ven".


Marcello abre las manos y hace una mueca de resignación. Sonríe entendiendo que ya está contaminado. Y que por lo tanto no quiere mentir a la adolescente.... Ella, como él, tendrá que aprender a vivir... Tendrá que aprender a sobrevivir. Uno y otro mundo ya no coexisten. No pueden convivir en paz, pues son dos planetas completamente diferentes.


La película termina con Marcello dando la espalda a la joven y caminando hasta el agua, mientras la adolescente, sonriendo ampliamente, se despide de Marcello en un gesto que sin lugar a dudas ninguno de nosotros podremos olvidar.


Por esto... y por muchas cosas más, es "la dolce vita" mi película favorita.








miércoles, 7 de marzo de 2012

Amarás a Douglas Sirk por encima de todas las cosas



Yo amo a Douglas Sirk por encima de todas las cosas (cinematográficas, claro).


Muy poca gente o casi nadie conoce a este director. Bueno, director, director es llamarlo poca cosa... Este maestro de la imagen, este genio del cine aparece olvidado y denostado por el paso del tiempo y merece, desde este blog, y por supuesto desde espacios de mayor importancia, una total reivindicación ya que sin luga a dudas fue Sirk uno de los cineastas más maestros, completos y brillantes de toda una época del cine en la cual su nombre brilla por su ausencia.


Sirk, como tantos otros, fue un director alemán que emigró a los Estados Unidos en busca de mayor suerte. Coetaneo de Lang y otros tantos, Sirk encontró en el melodrama su mayor arma creativa. Podemos decir, sin resultas exagerados que Sirk, y no otro, inventa el melodrama moderno.


¿Qué es el melodrama? La misma palabra lo dice; música más acontecimientos, y si son dramáticos, mejor que mejor. El melodrama ha pasado a la historia negativamente por ser considerado un género menor, un género femenino para hacer llorar a las chicas con sus historias de amor y tragedia tintadas de momentos dramáticos y unas cuantas lágrimas furtivas. Eso es lo que dice la historia. No sé como son los demás melodramas, lo único que sé es que los melodramas que hace Sirk son absolutas obras maestras y que si algo tienen, es que no son simples.


En los melodramas de Sirk se analizan las clases sociales, los tipos y psicologías completas de muchos personajes, los actos (dramáticos o no), de toda una generación de norteamericanos que presumian de una vida armoniosa y brillante, pero que, escondían, detrás de esas capas de glamour, unas existencias anodinas, plenas de problemas sexuales, trastornos de personalidad, grandes conflictos familiares y una lucha constante por el reconocimiento del YO por encima del grupo.


Los personajes de Sirk toman la vida por los cuernos, luchan, lloran, ríen, disfrutan, tiemblan, aman, mueren... a una velocidad de vértigo, siempre intentando dejar una huella imborrable en la retina del espectador. Es Sirk quien se atreve a hablar de los negros y de sus conflictos con la sociedad blanca. Es Sirk quien se atreve a hablar de la clase alta norteamericana y sus modales exquisitos pero sus formas bárbaras y de cartón piedra. Es Sirk el que se atreve a hablar del sexo como potencial fuente de obtener aquello que se desea. Y es Sirk quien, en plenos años 5o, se atreve a seleccionar, diseccionar, narrar y mostrar algunos de los momentos más memorables de la historia del cinematógrafo.


Copiado, re-copiado y vuelto a copiar hasta la saciedad por Almodóvar (que no esconde su profunda admiración por Sirk), el cine de este autor alemán está lleno de vida y es, rara vez vemos esto en pantalla, una catársis de sabiduría cinemática. Sus películas son breves, pero intensas y brillantes. Películas que fueron fabricadas como series b de programas dobles, hoy se rebelan como auténticas obras maestras que son reconocidas por los más serios estudiosos de las artes cinematográficas... y que por supuesto, poco a poco, va encontrando un público joven y moderno que reivindica las obras de este autor como las palabras y el aliento de un genio que desgraciadamente murió olvidado en su casa de Suiza, sin poder dirigir nunca jamás..... siendo su último film realizado en el año 1959 "Imitación a la vida", y que desde aquí reivindico como uno de los más intensos cantos cinematográficos a la libertad y a la tolerancia que el cine ha dado en sus 120 años de historia.


Para mi las obras maestras de Sirk son; "Escrito sobre el viento", "Sólo el cielo lo sabe", "Imitación a la vida" y "Obsesión". En cualquiera de estos films podemos ver y observar el inmenso poderio de este genial director. Ayudado por la excelente labor fotográfica de Russell Metty y por unos guiones muy sútiles e inteligentes, el cine de Sirk se rebela como lo que es; la verdad a 24 fotogramas por segundo.



jueves, 1 de marzo de 2012

Hace diez años

El pasado día 27 de febrero se cumplieron diez años de la mayor aventura de mi vida.

El 27 de febrero del año 2002, a las 07:15 de la mañana, abandonaba Málaga en un TALGO 200 con destino a Barcelona. ¿Mi misión? Estudiar cine.

Recuerdo el viaje en tren; los nervios de la despedida, la noche anterior en la cena con mis amigos... ver amanecer desde el tren justo al pasar por Antequera... llegar a Cataluña y observar los acantilados y el mar de Tarragona....

Lo primero que recuerdo de Barcelona es la humedad que sentí al bajar del tren y salir al exterior de la estación. Aún hoy, diez años después, sigo sintiendo plenamente y con todo lujo de detalles, ese aire extraño y frío que me envolvió nada más llegar a la ciudad. El siguiente recuerdo es estar con mis tios y primos en el salón de su casa y ver algunas fotos familiares... el siguiente recuerdo es un ataque de asma que tuve aquella misma noche, por motivo de mi alergia a los gatos. Apenas podía respirar y poco a poco me estaba quedando sin aire... pero allí estaba yo; sobre la cama tendido, sin querer preocupar ni despertar a nadie... Así que me incorporé y apoyé mi espalda contra la pared... poco a poco el ataque de asma se pasó. Fueron dos horas raras. Por un lado apenas podía respirar, por otro lado me encontraba totalmente excitado por mi nueva aventura. Muchas veces me he preguntado sino sería ese ataque de asma reflejo de mi ansiedad, mis miedos no latentes o por el cansancio del viaje... aunque yo, lo achaqué a mi alergia a los gatos.

Recuerdo, dos dias más tarde, salir de la boca del metro en plaza de Cataluña y ver la inmensa fuente que preside la plaza, en el centro. Quedarme boqui-abierto con los edificios, la gente paseando por las aceras, los coches... y la luz. Siempre diré que Barcelona tiene una luz especial. Eso aún no lo ha perdido. Recuerdo encontrarme con Chabe en medio de plaza de Cataluña e ir al cine a ver una película genialmente mala "Última sospecha".

Asi a grosso modo fué mi primera semana en la ciudad Condal. Recuerdo pasear por un hermoso paseo y al doblar la esquina encontrarme frente por frente con la Sagrada Familia. Juro por Dios que me emocioné mucho en este momento... creo que ese ha sido uno de los momentos más emocionantes de mi vida y en realidad no era nada del otro mundo; yo, un paseo... y encontrarme de frente con un edificio que tantas veces había visto en la televisión o en los libros.

Luego vinieron dos mese de auténtico placer al recorrer las calles de esta ciudad, descubriendo cada rincón, paseando por cualquier esquina, comiendo y cenando en restaurantes maravillosos, conociendo por primera vez en mi vida el amor. Ciudad nueva y novia nueva... ahora que lo pienso fue un hermoso principio.

Recuerdo el día de antes de la boda de mi prima. Pasear por las calles del barrio gótico con unos charcos enormes provocados por la lluvia y comer unos churros en un pequeño bar escondido entre una callejuela muy estrecha. Qué cosas selecciona nuestros recuerdos, ¿verdad?

Luego mi primer trabajo serio. Las primera semanas de tener la responsabilidad que jamás había tenido. Meter la pata en el trabajo y pensar que me iban a echar, que yo no servía para trabajar... que en cualquier momento llamaría a mis padres llorando para volver al nido y dar carpetazo a mi aventura catalana. Pero me dieron fuerzas; primero mis esperanza, luego mi familia, mis tios sobre todo... Chabe también. Los nervios del trabajo cesaron y más o menos ya estaba acoplado.

Los sábados por la noche salir pitando del curro, tomar un tren hasta Mongat y subir en bus hasta Tiana. Ver una película y dormir hasta el domingo por la mañana. Domingo por la mañana; descubrimiento del sexo, comida en un jardín maravilloso desde donde se podía oír el viento a través de las hojas de los árboles... luego volver a la casa en tren, rayando el atardecer, viendo la playa de Badalona. Tomar el metro. Regresar a casa de mis tios, poner la televisión, hablar con mi primo... dormir. Dormir sin pensar en nada. Ser feliz.

Luego llegó el verano. Comer en el parque de la ciudadela. Ir a trabajar y vender un montón de televisiones. Acabar reventado de mover tantas cajas con tanto peso. Descansar en el patio del Carrefour y sin que nadie se diese cuenta llamar a mis padre o a mis amigos para decirles que los echaba mucho de menos. Mi primera vez... la felicidad.

Luego, en Octubre, primer día de escuela de cine. Yo temblando como un flan. Miedo e ilusión. Mucha información de sopetón, algunas clases interesantes y otras no tanto... clases, trabajo, trabajo, clases, amor... tigretones y desayunos furtivos. Llega el invierno, siempre con miedo de pillar un resfriado, con miedo de bajar el ritmo. Soledad en la escuela... gente muy estirada... yo cada día más pequeño y más tímido. Al final conocer a un grupo de chicos de la clase, ir a desayunar juntos y yo hablando por los codos. De nuevo lider, sin yo proponerlo. Conociendo el carácter catalán. Acoplándome a la idiosincrasia de una tierra que me había acogido.

Llegar la navidad, volver a Málaga por vacaciones y sentir que de pronto ya no tienes nada en común con tus amigos de toda la vida, y que deseas subir de nuevo a Barcelona para seguir tu rutina. Bendita rutina. Dormir bien, descansar, trabajar, ir a clases, ver muchas películas, apenas pensar en nada trivial... siempre, siempre, siempre con ganas de disfrutar, apurando las pocas horas del día.

Se cumple un año de mi estancia en Barcelona. Ya es febrero de 2003. Yo mismo me sorprendo de haber aguantado un año. Más clases, más trabajo, más sexo en hoteles del barrio gótico... más cenas y salidas.

En mayo me entra la paranoía y comienzo a pensar que no estaré mucho tiempo en Barcelona. Mi estúpida manía de poner el parche antes de que salga la herida. Me condiciono, y con ello condiciono mi historia de amor, pienso que es mejor terminar ya que no terminar cuando ya sea imposible de terminar y duela más. Una estupidez, ¿Verdad? Es signo de juventud. Nadie es culpable.

Verano del 2003 que paso en Málaga. Cuatro meses de parentesís en mi aventura catalana. Cuatro meses que ahora sé me lo joden todo; mis ganas, mi energías... malas junteras, malos hábitos, rebeldía tardía.... Volver a Barcelona en otoño de 2003 pensando que dejo otra vida en Málaga, sin pensar que me estaba engañando a mi mismo.

Octubre de 2003. Regreso a Barcelona. De nuevos las clases. Cambio de turno de trabajo; por la mañana. Y eso me mata. Me tiene el día reventado. Levantarse a las seis y media, desayunar, entrar al curro a las ocho, salir a las tres, comer a las tres y media, ir a clases a las cuatro y media, salir a las diez, volver a casa a las once. Cero vida personal. Ni amigos, ni amor. Una vida, un cuarto. Cientos de películas y paseos solitarios por la ciudad que el año anterior que había visto feliz al pasear por sus calles. Una cosa no viene sola, así que esto empaña mis estudios y poco a poco voy perdiendo, sino el interés, si la ilusión... ya apenas se porque estoy en Barcelona.

Lo mejor de ese año son los paseos con mi primo en su coche, los domingo por la noche. Cuando la ciudad duerme y nosotros recorremos las calles al ritmo de George Michael "Older" o Pastora... el disco de mi vida, porque resumen muy bien lo que era, lo que soy... lo que de seguro seguiré siendo, aunque envuelto en novedad, por supuesto.

Año 2004. Conozco a personas muy interesantes que me hacen crecer como adulto. Escucho confesiones de mundos y momentos que jamás pensé podrían existir. Barcelona se revela cruel y cálida al mismo tiempo. Pero esas personas no son amigos, sino conocidos, y después de una noche de marcha o de confesiones, vienen las mañanas tristes, paseos solitarios por las ramblas o el barrio gótico. Mi mente está hecha un lío. Por un lado estoy contento, pero por otro lado comienzo a echar mucho de menos el sur. El trabajo me agota aunque no soy consciente de ello hasta pasado unos meses, cuando ya vuelvo definitivamente a Málaga. El trabajo hace que no pueda disfrutar de mis estudios como es debido, o de que cuando me tenga que poner a ellos no tenga ganas. Y la verdad de todo este asunto es que no tenía porque trabajar, ya que mis gastos estaban cubiertos, pero supongo que me sentía útil... no tenía tiempo para pensar.

Los verdaderos amigos de esos tiempos los hago en el trabajo, no en la escuela de cine. Aunque con el tiempo los únicos amigos que han quedado han sido los de la escuela de cine. Pero con los amigos del trabajo aprendí mucho. Muchas veces los recuerdo. Sus nombres y sus caras. Las horas que compartimos en un gran almacén donde todo los días era una aventura nueva.

En mayo de 2004 ya no puedo más y decido jugarme todas las cartas a un sólo número; escuela superior de arte dramático de Málaga. En una tarde, (jodida tarde), resuelvo mi futuro... volver a Málaga, estudiar una carrera, estar cerca de los míos... socializar más.

En Junio de 2004 abandono la ciudad Condal. Lo último que veo es la avenida del paralelo desde el coche de mi padre, que poco a poco se pierde por la ronda litoral. La luz, esa mágica luz de Barcelona, aún me sigue cegando en mi último recuerdo.

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Durante años estuve enfadado con Barcelona. Con lo que ella representaba. Con mi derrota. Con mis ganas de triunfo y aventura. La escuela de arte dramático y sus gentes llenan un vacío que ahora sé nunca fue llenado, ya que Barcelona fue la experiencia que más me ha marcado de por vida. Al menos, de momento.

En mis noches malagueñas de arte dramático solía recordar con añoro Barcelona. ¿Veis? Siempre sentimientos contradictorios. Por un lado odiarla a muerte... por otro añorarla hasta límites insospechados. No fueron pocas las veces que pensé en volver, dejar la escuela de teatro y regresar a seguir con la vida que allí dejé colgada... pero uno se hacía mayor, lo que quiere decir que se hace más cobarde... y entonces piensa que el pasado nunca volverá, y por tanto preferí vivir con el recuerdo de lo que tuve antes de subir y obtener aquello que me pertenecía; la alegría de una ciudad que me hacía (me hace), sentir como en casa.

Cuando volví a Barcelona en el año 2009, cinco años después de haber huído de ella, muchos recuerdos confusos en pocos días. Y darme cuenta, mirando la ciudad desde lejos, que ella era la misma... pero yo no.

El destino es sabio y un año más tarde, en 2010, el amor me unió de nuevo a esta ciudad, y desde ese preciso instante recuperé parte de lo que echaba de menos de ella. El amor y mis vueltas puntales han funcionado como remedio para un tiempo que echo de menos y que pienso malgasté de algún modo impreciso. Debo reconocer que mis ojos ya no son los mismos que aquel chaval de 20 años que lleno de valor, se atrevió a vivir la aventura más hermosa de su vida... y es por eso que a veces la luz de allí ya no es luz, pues se confunde con la luz que ahora me habita, la luz del sur... también decir que sus calles, ya de sobras conocidas, apenas me sobrecogen como antaño, pero aún habita en mi, cuando fugazmente recuerdo en su presencia, los recuerdos y las ganas de conquistar un territorio que un día me perteneció.

He aquí mi historia de amor con Barcelona. Diez años. Casi la mitad de mi vida. Mis recuerdos. Diez años ya...