martes, 27 de octubre de 2009

28 DE OCTUBRE

Semana de días extraños.

Ando algo nervioso e inquieto por dos motivos.

Primero porque el rodaje de mi segundo cortometraje cómo director, (este ya de forma profesional), es inminente. Sí todo va bien el rodaje del mismo se llevará a cabo a finales del mes de Noviembre. Ya tenemos todos los asuntos cerrados y andamos metidos de lleno en la pre-producción pura y dura; últimando los últimos retoques a diversos asuntos, confirmando otros tantos y preparando los dos intensos días de rodaje que tengo que "capitanear" para que el guión que hace 9 meses escribi pueda tomar vida en forma cinematográfica. Pero a pesar de la buena preparación que estamos teniendo y de los excelentes profesionales que me rodean para dar forma a mi idea, los nervios en estos casos son inevitables. Se suele decir en el "mundillo del cine" que hasta que no dices "acción" no te quedas tranquilo... y es cierto, pues son mucho los problemas que antes de un rodaje suelen aparecer al tratar de que todo sea lo más parecido a lo que una vez, dentro de tu cabeza imaginaste. Así pues me gustaría gritar ya la palabra ACCIÓN... aunque aún tendré que esperar. Un mes más. Paciencia. De igual modo, al igual que me encuentro algo nervioso, también estoy disfrutando y aprendiendo mucho.

El otro tema que me tiene nervioso, (en realidad inquieto... no, mejor aún, triste y desanimado, desencantado), es el tema de la Escuela de Arte Dramático adónde decidí volver hace un mes pero dónde parece que siguen habiendo los mismos mamoneos con respecto a mi persona, y es que es muy sospechoso que todos mis compañeros ya hayan podido empezar a ensayar menos yo, que, dicho sea de paso, he sido el primero en entregar la dramaturgía, cosa indispensable para empezar los ensayos. Sinceramente me encuentro muy desencantado con este tema... llevo mes y medio sintiendo que todas mis ilusiones con respecto a la carrera que he estudiado durante cuatro años se me han quitado de repente... y no ha sido por falta de ganas o ilusión, o sea, de parte mía... sinceramente ha sido porque un cúmulo de circunstancias que se dan en esa escuela me ha hecho desilusionarme con todo lo que estar en ella conlleva. Esa desilusión ha sido el precio que he tenido que pagar por no ser pelota con nadie... por decir las cosas tal y cómo son en todo momento... y por denunciar a viva voz grandes carencias que tanto a nivel académico cómo de organización se han ido sucediendo en la escuela de Málaga. Mi madre siempre me ha dicho que "el cementerio está lleno de valientes".... y bien pensando tiene razón, toda la razón... aunque poco a poco me voy sorprendiendo a mi mismo, en el sentido de que una parte de mi se siente orgullosa por saber que, a pesar de los pesares, sus principios no han podido ser callados ni sellados por las mismas personas que han callado y sellado los principios de muchos de mis compañeros. Es cierto que, muchos de ellos han aprobado o están a punto de conseguirlo... pero en sus miradas hay algo extraño... incluso muchos de ellos lo reconocen... han perdido la integridad personal por un título... han jugado con la mierda convirtiéndose ellos mismos en otra sustancia de igual color y sabor... en una palabra; han entrado por el aro. Yo no. Y os juro que no es orgullo mi actitud.... es simplemente que, le pese a quién le pese... y mira que lo he intentado... no me puedo vender a nada ni a nadie... quiero a mis principios más que a mi mismo... y el día que esté dispuesto a venderme... a traicionarme a mi mismo... a mi justicia personal... y a mi modo de entender las cosas... ese día... simplemente.... tirarme por la ventana y ceder a lo que no creo justo serán la misma cosa.

Así que estos días ando pensando sino será mejor dejar mis estudios al menos por este año, (pues en serio, no lo estoy pasando nada bien, y cuando digo nada bien es NADA BIEN), y retomarlos cuando esté dispuesto a sufrir o a soportar lo que ahora mismo es insoportable. También he pensado en que, en otro momento de mi vida, con más calma... cuando tenga tiempo y cuando de verdad quiera, poder terminar mis estudios en cualquier otro lugar, con la certeza de saber que he sido yo y no una obligación lo que me ha impulsado a ello. De igual modo reconozco que una cosa u otra es, a vista de muchos, una nueva perdida de tiempo y una nueva pausa para "no se sabe muy bien hacer que..." o "deberías terminar ya que te queda poco..."... de verdad, todos estos pensamientos de personas ajenas a mi mismo son loables... y en cierto punto comprensibles... pero si estas personas se pudieran poner en mi piel durante dos minutos... y sentir todo lo que yo siento cuando entro en ese "nido de ratas" me darían la razón y entonces, sólo entonces, sabrían que mi elección no corresponde a un capricho.

En fin, amigos/as... que sí eres feliz en el amor, no lo eres en el trabajo, que si eres feliz en el trabajo, no lo eres en la amistad, que si eres feliz en la amistad no lo eres en los estudios... que la felicidad muchas veces depende de un fino equilibrio entre lo que percibes que va bien... y lo que percibes que va mal... lástima que muchas veces, lo que percibes que va mal... sea de un peso superior en la balanza, a lo que percibes que va bien... y me refiero al tema de mis estudios, que para mi, hasta hace poco eran muy importantes y me llenaban de alegría... y de la noche a la mañana han pasado a ser mi mayor peso... y mi mayor pena.

Un abrazo a todos.

martes, 20 de octubre de 2009

UNA JORNADA PARTICULAR


"Una jornada particular"... y una de mis películas favoritas.


Esta noche, después de casi dos años sin verla, me he vuelto a reencontrar con ella, y las sensaciones han sido las mismas que tuve la primera vez que la vi, en mi época de Barcelona, cuando tarde tras tarde no dejaba de descubrir buenas películas, ya fuera en la sala de la filmoteca de Cataluña o en el dvd de mi habitación.

Esta noche he vuelto a disfrutar y de nuevo me he emocionado con la historia de estos dos personajes que un día cualquiera se encuentran, se cruzan... y a raiz de ahí sus vidas van a cambiar para siempre.

Ella, (increíble Sofía Loren en uno de sus pocos papeles dramáticos), es una madre de familia con seis hijos y un marido, que está cansada de la vida que lleva y se siente presa de una existencia anodina y sin aliciente alguna.
El, (Marcello Mastroianni, en una interpretación que debería ser asignatura obligada de estudio en las escuelas de arte dramático, su segunda nominación al oscar al mejor actor principal...), es un hombre de mediana edad, homosexual y antifascista... que espera un exilio forzado provocado por sus "inadmisibles" condiciones personales.

Ella se queda sola en casa porque su marido y sus hijos van a un desfile de las fuerzas fascistas, (Hitler visita Roma y todos los habitantes quieren estar presente para ver a Mussolini con el dictador alemán), y él está disfrutando de sus últimas horas de libertad haciendo repaso de su vida y pensando en que quizás la mejor solución sea terminar con la misma.

De pronto a ella se le escapa un pájaro y da a parar justo a la ventana de él. Ella va en busca del pequeño pajarillo, él abre la puerta... y a partir de aquí la película se convierte en una de las reflexiones más lucidas y profundas que he visto en mi vida sobre la amistad... y el amor.

Poco a poco los dos se van abriendo a sus miedos y entre muchos silencios y miradas esquivas van confesando todo aquello que jamás pudieron decir a nadie.

Sé que todo esto que estoy diciendo aquí puede parecer a película ya vista mil veces, pero hay que asistir a este tremendo trozo de cine auténtico para apreciar la increible grandeza que tiene este pequeño filme.

Grandeza que se puede ver en muchas de sus secuencias, siendo, según mi punto de vista, la secuencia de la terraza, (ella va a recoger la ropa tendida y él la acompaña), una de las más profundas, dolorosas y sinceras que he visto en toda mi vida. Ahí no sólo los actores hablan, sino también sus movimientos, sus miradas... de un momento a otro vemos cómo el llanto esconde una risa... un beso una renuncia... y una broma inocente e infantil un momento de libertad entre tanta opresión y oscuridad.

"Una jornada particular" es una película memorable en todos los sentidos. Un filme que no se averguenza de la pequeñez de su propuesta y que sabe jugar una mano brillante con las cartas que tiene sobre la mesa.
Estás son las películas que me hacen recordar mi amor por el cine y mi ilusión por dedicarme a hacer películas. Sería maravilloso hacer algo parecido y descubrir, entre 24 fotogramas por segundo, un trozito de la verdad que todos llevamos dentro.







martes, 13 de octubre de 2009

DI LA VERDAD

Sería maravilloso poder decir la verdad sin miedo a hacer el ridículo o a que los demás nos vean diferentes a cómo realmente nos ven. También sería maravilloso decir la verdad por el mero hecho de normalizar lo bueno y lo malo que hay en todos nosotros, para acostumbrarnos a jugar a las cartas con una jugada limpia y sincera, de esas que no te hacen ganar nada, porque nada has apostado, pero te ofrecen un gran placer, el placer de saber que has jugado por jugar... con todas las buenas intenciones. Sin más.

Una profesora de la Escuela de Arte Dramático siempre me ha dicho que la gente busca la verdad, que luchan por encontrarse con ella... pero que luego, cuando estás cara a cara, frente a frente... pocos son los que son capaces de aceptarla. Por eso Edipo se queda ciego... va en busca de su verdad... y cuando la tiene delante... no encuentra lo que deseaba hallar.. así que decide arrancarse los ojos... ya no los utilizará más para ver el mundo que el suponía real... verdadero... pues la verdad no se puede tocar ni ver... sino sólo sentir... y para sentir no hacen falta ojos... sino un alma fuerte y sincera.

Cómo muchas veces he dicho, la verdad se escapa entre los dedos de nuestras manos a cada instante. La verdad no tiene explicación, pero quizás por esto mismo deberíamos hablar de ella más a menudo... claramente... sino de sus causas... al menos de sus consecuencias... esto nos haría familiarizarnos entre nosotros mismos... y nuestras fortalezas serían también derribadas de vez en cuando, haciéndonos saber que todos, por muy fuerte que seamos, tenemos un punto débil del cual... sólamente nos queda, por mucho que nos cueste, sentirnos orgullosos.

Me gustaría sentarme en un bar y preguntarle a un amigo; ¿cómo estás?, y que este, por primera vez en su vida me dijera la verdad y no el típico "bien" que se suele decir constantemente y de ahí, tristemente, pasamos a hablar de otra cosa.

Pero el acto de mentir es tan o más humano que el acto de la guerra... y es por ello que nos solemos mentir... primero a nosotros mismos y luego, por supuesto, a los demás. Y ojo, con mentirnos a nosotros mismos no me refiero a que nuestro espejo esté roto pero nosotros digamos que está perfectamente... en realidad ese tipo de mentiras, al menos para mi, no tienen la menor importancia... en cambio para mi, mentiras, es cuando puedes hablar de una cosa... o necesitas hablar, expresar o contar algo... y tú mismo, alguién o cualquier otro motivo te impide hablar de ello.

Vaya, ahora que lo pienso las mentiras pueden ser muchas veces productos del silencio. De un silencio obligado que nos ponemos a nosotros mismos con el fin de dar a entender que todo va bien, cuando es lógico que por muy bien que vaya la cosa, algo vaya mal.

Así que miento o callo sino digo que;

- A veces te hecho de menos. Me gustaría saber dónde estás y que es de tu vida. Sí aún recuerdas nuestros cuerpos abrazados en esa habitación... aquella dónde tanto frío hacia y la que tantas veces nos vio odiarnos y amarnos. Todo al mismo tiempo. Nos hicimos el mismo daño cómo el mismo placer. Dos locos que se encontraron en el momento justo. Los mismos pies... en un solo zapato.

- Me repugna mucha gente de mi alrededor pero estar con ellos me hace sentir seguro y maravilloso. Sé que yo soy mejor que ellos en muchos aspectos. Venga, por favor... no seamos tan modestos, ¿vale? Todo el mundo ha pensado eso alguna vez en su vida... que es mejor o superior a alguién... ¿qué hay de malo en ello? La modestia muchas veces es el arma de los mediocres.

- Por supuesto que tengo miedo, ¿y quién no? Un miedo inmenso, atroz... auténtico pavor a las grandes esperanzas que muchos pusieron y han puesto en mi en algunos sentidos... cuando yo, en realidad... soy pequeño... pequeño... pequeño... pequeño.... y las responsabilidades son para los gigantes... gigantes... gigantes... gigantes.

- Que cuando quiero, quiero de verdad... y cuando odio lo hago doblemente, pero digo que no, porque con mi imagen no pega eso de odiar... pero en realidad, en el fondo... sólo deseo que cualquiera sufra hasta rabiar... cuando a mi, antes... y por culpa de esa persona... me ha tocado sufrir. Por lo tanto; no es eso cierto de que no se debe desear mal a nadie... quizás no se deba... pero cuando ese alguién tiene el mal... bien contentos que nos ponemos.

- Que me siento atado, por lástima o lo que sea, a cierto tipo de relaciones. Y que en realidad una ausencia... un cese temporal, (que está muy de moda decir esto ahora), me vendría de puta madre... un aliento de libertad que muchas veces, antes de dormir, pedí en mis oraciones.

- Que me caen fatal los putos izquierdosos de mierda y que no puedo con su doble moral. A la hora de la verdad, (o al menos esa ha sido mi experiencia), salen acojonados y corriendo a toda leches porque no tienen dos pares de cojones para defender la verdad... y no la verdad de Irak, el tercer mundo... o los niños que pasan hambre; sino la verdad de si mismos... que es, a mi modo de ver, mucho más importante, pues con ella tendrás que convivir toda tu vida. Con las otras, desgraciadamente y aunque suene cruel, no.

- Que me muero por tener mucha, mucha, mucha pasta... y no sentirme mal por ello. Que quiero tener una casa al lado de la playa...y otra en el centro de Madrid y de Barcelona... y otra en Málaga para volver de vacaciones, muy de vez en cuando, eso sí.... Y sentirme bien porque sé que el dinero no da la felicidad... pero al menos no soy de esos gilipollas que aún se atreven a decir que el dinero no es importante.

- Que mandaría mis estudios a tomar por culo sino fuera por que me he comprometido a terminarlos, (conmigo mismo no, con mis padres)... y que este compromiso cada día se me hace más cuesta arriba... pues empiezo a entender que estos estudios no son mi camino... y que por supuesto que lo que se empieza se debe terminar... pero no cuando tu salud, y nada más que tu salud, está en juego.

- Que me río de mucha gente que dice tener problemas cuando en realidad lo único que tienen son contratiempos. Que problemas, problemas de verdad... nadie suele tener... excepto te falte para comer, te vayan a echar de casa o tengas una enfermedad incurable... y es por eso que vivo la vida cómo si fuera el último día... y muchos me dicen; "eres un irresponsable"... pero los irresponsables son ellos que le dan transcendencia al trabajo, a los compromisos o al cualquier otra cosa.. cuando en realidad, aunque suene egoista, hemos venido aquí para ser lo más felices que podamos... por lo tanto lucha para ser aquello que una vez soñaste... no pierdas el tiempo siendo lo que otros quieren que seas. O no pierdas el tiempo, ni pongas mucha ilusiones, en cosas que son reemplazables... imbécil!!!

- Que he mentido a veces cuando he dicho "te quiero"... "te amo"... "te necesito"... que en algunas ocasiones sabía que el fin sería cuestión de tiempo.... pero no me gustaba ir rompiendo ilusiones por ahí... así que ser mentiroso me tranquilizaba... pues era la única manera que tenía de no hacer daño.

CONTINUARA....

*****************************************

Ya en serio, invito a que todo el mundo, de forma anónima o cómo quiera, deje su verdad en forma de comentario en este post. Y que de la palabra escrita... con la gente que de verdad queremos o amamos... pasemos a la verdad hablada.

Eso te hará libre.

Un abrazo.

domingo, 11 de octubre de 2009

EL AMOR VAGO

Esta noche hace justamente dos meses que comencé en Barcelona una nueva historia de amor. Historia de amor que hace un mes aproximadamente decidí terminar sin posibilidad de volver atrás en mi decisión. En resumidas cuentas; en dos meses he conocido el amor, y he puesto fin al mismo.

Estos días me ando preguntando a mi mismo el porque de haber empezado una historia y el porque de haberla terminado tan rápidamente, tal y cómo, de la misma manera, la empecé. Y después de darle muchas vueltas a la cabeza y de hallar miles de excusas que fueran auto-indulgentes conmigo y con mi forma de ser, he llegado a la conclusión de que actualmente, para mi, y aunque suene frío, distante y super trasnochado; el amor me importa un pito. Un rábano... me la trae floja; tanto tenerlo, cómo no tenerlo. Mejor dicho; no me importatía tener nada que fuera algo poco serio, de poca profundidad, dónde lo máximo de intimidad fuera una buena cena y su polvo correspondiente. Lo demás, ahora mismo, una historia de amor sincera, verídica, con sus altibajos, normalizada vamos... me es increiblemente molesto en este momento.

Entonces he aquí otra pregunta, ¿por qué pienso así? ¿Qué es lo que ha pasado para que mi visión del amor, y por ende de una relación personal amorosa sea de total indiferencia? Y la respuesta es que no ha pasado nada del otro mundo, de hecho mi última relación de pareja data de un año y medio aproximadamente y fué tan determinante en mi vida cómo igualmente insignificante, o sea, pasado el tiempo... no veo que de ninguna de las maneras me haya hecho valorar más el amor... o por el contrario echarlo en falta sobremanera. Entonces, ¿que carajo me ocurre?

Sinceramente pienso que una pereza enorme me tiene atrapado y me lleva hacia la deriva de la indiferencia amorosa. Pensar que tendría que conocer a alguién, contarle cómo soy, que siento, salir, entrar... empezar a jugar de nuevo, conocer... prometer.... me da tanta pereza que definitivamente prefiero ahorrarme las fuerzas que estos actos requieren y enfocar las mismas en mis amigos, mi trabajo... o mis estudios.

Definitivamente sí creo en el amor... pero no en los esfuerzos que se tienen que poner en el mismo, ya que no siempre los resultados son los óptimos. Por lo tanto; no quiero enamorar... por primera vez en mi vida prefiero que me enamoren a mi... que me seduzcan y que yo, egoistamente en mi rincón, no tenga que hacer nada... ya que, sinceramente, no tengo ganas de hacer nada excepto de caer en brazos de una hermosa mujer sin que un rato de pasión hermosa y grandilocuente me haya costado noches y noches de conversación, y/o preguntas con respuestas fingidas que siempre solemos decir para quedar bien cuando estamos empezando de nuevas con otro amor.

Por lo tanto a partir de ahora soy consciente de que mi objeción de conciencia amorosa me convierte en un ser despiadado que prefiere salir antes con sus amigos o pasar un rato viendo la televisión que salir con una chica, ir a cenar y acompañarla a casa "rezando" para que esta te deje, a lo sumo, y la primera noche, tocarle una teta.

Ya me he cansado de los juegos y de las perdidas de tiempo. De creer que una princesa azul me está esperando en una esquina, cuando en realidad las princesas azules no esperan a nadie... y menos a sapos anti-románticos cómo yo.

Se podría decir, (sobre todo para eludir responsabilidades y dar lástima), que la sociedad me ha hecho así, que ella es la que tiene la culpa... que lo he pasado tan mal en el amor que ya no creo en él, que no tengo más ganas de sufrir... que patatin... que patatan... que si bla, bla... que si bla bla...

Pues no, no... de verdad, no. Ojalá tuviera motivos.... que no fueran sólo mi desidia, mi vagancia y mis pocas ganas de querer a alguién... ojalá los esfuerzos puestos en toda aventura amorosa no fueran para mi, actualmente, una perdida de tiempo... pero sinceramente es lo que hay... es lo que siento... es lo que tengo... y tengo que aceptar la increible incapacidad que tengo, actualmente, de amar a alguién.

Punto.

lunes, 5 de octubre de 2009

ARCHIVO DE PALABRAS TRISTES

http://www.youtube.com/watch?v=fCLz6CM-unU

ARCHIVO DE PALABRAS TRISTES.

AMOR. Es lo que te da libertad para luego quitártela. Es cómo una canción de doble letra; por un lado da aliento y vida, por otro martillea insistentemente logrando crear un hueco profundo, doloroso... por el que se escapan muchas cosas... no sólo besos.

NOCHE. Noche es cuando la fiesta ha terminado y te has quedado con ganas de más. O cuando todos duermen y tú no puedes, y entonces decides escribir cosas absurdas hasta las tantas de la madrugada o salir a pasear por calles que no conoces hasta que el sol te descubre volviendo a casa en el último metro. Sea lo que sea, Noche es una palabra hermosa, aunque triste.

FAMILIA. Son los que te dicen lo que está bien y lo que está mal. Son los que te meten miedo y los que te dicen que todo, absolutamente todo lo que no sea "normal" es imposible. Tan bien son los que siempre están ahí, aunque muchas veces no los soportes porque siguen siendo, por siempre... pase lo que pase... los mismos.

ENAMORARSE. Todo el mundo sabe lo que es. Y todo el mundo cree haberlo sentido alguna vez... aunque muchos, desgraciadamente, ya no se acuerden. En realidad es una ilusión cuya veracidad sólamente puede ser comprobada una vez haya pasado un tiempo. Sí la sensación persiste, se hace grande... o empequeñece... no hay lugar a dudas; te has enamorado.

SMS. Confesión profunda y sincera que generalmente se suele hacer a altas horas de la madrugada. Por la mañana solemos decir que estábamos borrachos cuando lo mandamos... pero es mentira, simplemente nos hemos arrepentido de lo que hemos puesto... o nos da verguenza reconocer que lo que hemos confesado la noche (o madrugada anterior) es nuestra única verdad.

TRABAJO. Es una actividad que estamos obligados a realizar para integrarnos en el mundo y ser, a vista de todos, normales. Si se piensa bien... muy normales no tenemos que ser ya que a nadie le gusta trabajar y se trabaja para parecer normales... por lo tanto trabajar es un acto que encierra la falsedad del ser humano múltiplicada a la máxima potencia. Sí no trabajas, o no quieres, no eres normal... entonces la gente dirá que no sirves para nada... que es la manera cruel de decirte "una vez pensé en dejar de trabajar cómo tu has hecho... pero desgraciadamente no tuve cojones".

SEXO. Actividad física (emocional, sentimental... o no) que todo el mundo práctica sin saber muy bien a ciencia cierta para que sirve. En ella solemos expresarnos tal y cómo sentimos... así pues, si eres un auténtico hijo de puta sólo buscaras tu propio placer... y si eres "buena persona" le estarás comiendo el coño a tu novia durante tres cuartos de horas. En realidad lo que he dicho anteriormente no tiene mucho sentido ni tiene porque ser verdad... que cada uno juzgue. Yo prefiero guardar silencio y continuar escribiendo sobre otras palabras tristes.

RECUERDO (S). Los recuerdos son unos artefactos mentales que nos hacen añorar lo que tuvimos, tenemos o tendremos. Es una actividad que requiere mucho tiempo y una buena disposición y valentía para no dejarse vencer por ellos. En realidad recordar es un acto suicida ya que volvemos a él en cuanto algo, (en el ahora), nos va mal. Por lo tanto recordar sólo sirve para atrasar lo que es inevitable; el fracaso, la hecatombe... el apocalipsis personal que todo hijo de vecino tiene dentro de sí y que, de vez en cuando, sale al exterior para arrasar con todo aquello que tenemos a nuestro alrededor, (y/o interior).

ALCOHOL. Es lo que se suele beber para hacer a la gente más simpática y más guapa. Es lo que también se suele beber cuando no nos atrevemos a decir algo y necesitamos ayuda. Es lo que también se suele beber cuando estás solo y el agua, (o la coca-cola), se ha terminado. En cualquier caso el alcohol ayuda a recordarnos que el hombre es el único animal que necesita de un "elemento depresor" para ser realmente cómo siempre ha querido ser. Una mentira encendida por otra mentira. Portentosa la mente humana... los adelantos... la verdad por encima de todo, arggggggggg.

EX. Una ex, (o un ex) es un recuerdo viviente de un momento feliz, (o no), que viviste con alguién. Es un trozo de tu pasado hecho carne y por lo tanto debes aceptar que en cualquier momento puede aparecer para destruirte... o engrandecerte aún más y elevarte a la categoria de mito. Generalmente todos desean echar un último polvo con sus exs pero pocos son los que se atreven a reconocerlo. De hecho muchos exs echan polvos constantemente... a lo largo de toda una vida... por mucho que cada uno, por separado, haya re-hecho su situación sentimental. Una ex (o un ex) siempre parece más maravillosa/o cuanto más tiempo ha pasado desde la última vez que hicistéis el amor. Otra mentira, cómo el alcohol, el trabajo, los recuerdos...

AMISTAD. (O amigos). Hay dos clases de amigos o amistad; los que sabes, nada más conocerlos, que se irán tarde o temprano y los que... por poco que los conozcas... o por mucho.... no desearías jamás que se fueran de tu lado. Yo recomiendo estos últimos. Son más libres y sinceros que los anteriores.

COLEGIO. UNIVERSIDAD. Es un ensayo (de cascarilla), de la vida real, la vida normal... las mentiras a las que nos deberemos enfrentar todos tarde o temprano. Se recomienda una mentira pública antes que una privada... las hostias se enseñaran antes y por tanto antes se habrá aprendido una buena defensa.

ARTE. Es la única mentira (o perdida de tiempo), que por un momento, aunque sea leve, se hace verdad, y entonces nos vemos tal y cómo somos. El arte también sirve para hablar de aquello que no podemos explicar con palabras... de aquello que nos rodea y que escapa a nuestra comprensión. Sí en el colegio se enseñara arte en vez de matemáticas o lenguaje.... el mundo iría mucho mejor ya que todo el mundo entendería que más allá de tú mentira... y de la mía... hay algo en común, algo de verdad.








jueves, 1 de octubre de 2009

SOBRE PARTIDAS O HUIDAS... Y REGRESOS.

He pasado la que sin lugar a dudas ha sido uno de las peores y más extrañas semanas de mi vida... por no decir la que más. He tocado techo. Mi paciencia se ha agotado. Y mis fuerzas también. Creo que llevaba mucho tiempo con rencor guardado, miedo, indecisión... dualidades que por algún u otro lado tenían que salir. Me he visto desde fuera y desde dentro. Desde todos los lados y desdes ninguno. He sopesado. He vuelto a sopesar. He negado. Me he vuelto a negar... y aquí estoy. O sea, cómo siempre digo... (aunque no lo piense cuando lo estoy pasando mal), de todo se sale.

El caso es que el pasado miércoles partí haciA Valladolid, pues cómo os comenté La escuela de Arte Dramático de esta ciudad me había dicho que podía terminar mis estudios allí. Estaba, (lo estoy), cansado de la escuela de Málaga y de sus gentes, así que pensé que un cambio no me vendría mal.

El jueves, ya instalado, me pase por la Escuela y formalice mi matrícula. Entre esta minucia de acción (rellenar un papel), me ocurrió una cosa que ahora mismo os voy a explicar pero que no sé si podré, ya que fué una sensación muy personal y no sé si alguno de vosotros la ha sentido alguna vez; mientras entraba a la escuela nueva, mientras rellenaba el papel... hablaba con la secretaria, me fijaba en esto... en lo otro... un dolor de estomago profundo y una rara sensación se apodero de mi. De pronto comencé a temblar, a sudar... estaba ausente; en unas pocas palabras; sentí que aquel lugar no era para mi. Sí, sé que suena tonto... ridículo... pero es lo que sentí.

Salí de la escuela y pasé todo el día andando y conociendo las calles de Valladolid. La misma sensación. La sensación de ser un actor secundario en una película que no era la mía. Pero yo tenía que guardar el tipo; había sido mi elección salir de Málaga para venir hasta aquí y llevo un tiempo en que mis decisiones son respetadas aunque me cueste más o menos, o sea, que trato de ser coherente conmigo mismo.

La sensación no sé fué en todo el tiempo, y se fué acentuando con cada piso que visité para alquilar una posible habitación, con cada persona que me enseño esos pisos, con cada lugar que recorría... hasta me metí en un cine para ver "Malditos Bastardos" y me decía a mi mismo; "este no es tu lugar... márchate ahora que puedes".

Entre tanta sensación... me llamaron de la escuela. Tenía que hacer una nueva matrícula. Al final no sería un año de clases, sino un año... parón de verano, y luego tres meses más. No me importo... porque tenía que ser fiel a lo que había elegido. Había sido mi decisión. Y por nada del mundo quería volver a la escuela de Málaga, todo esto lo estaba haciendo por mi formación.

Pues nada; nueva matrícula... y a seguir buscando piso, a seguir recorriendo una ciudad que, aunque con cierto encanto, se me hacia más y más pequeña a cada paso... más ausente y lejana cuanto más la conocía...

Os aseguro que dicho así puede sonar a una de mis habituales paranoias... pero estuve desde el miércoles hasta el lunes pasado... con un dolor de cabeza tremendo... cansado... me acostaba a las nueve de la noche y me levantaba a las ocho o siete de la mañana sin motivo... no tenía ganas de nada... estaba nervioso... y tenía la sensación de que mi decisión... tenía que ser respetada... aunque parecía no haber sido la más acertada.

El lunes por la tarde, cansado... después de darle muchas vueltas a la cabeza... de imaginar cómo podría ser mi vida en ese lugar que aparentemente sólo me procovaba una sensación de rechazo... cuando iba caminando para visitar a otro piso, (por cierto, menuda caminata... no acertaba con la dirección)... tuve un momento de desesperación y cual cristiano en última instancia u obsesivo compulsivo dije; "Necesito una señal para saber si esto va a merecer la pena o no... pues tengo la sensación de que aquí no voy a ser feliz... de que, por mucho que le venga bien a mis estudios... lo voy a perder todo por la soledad.... voy a sufrir mucho... esto no me gusta... no me gusta... y tengo que quedarme porque ha sido mi decisión pero en realidad sé, sinceramente, dentro de mí que tengo que irme... así que necesito una señal que me indique que estoy acertado... y entonces volveré de donde he venido".

Y de pronto, cómo por arte de magia... en menos de diez minutos... tuve esa respuesta... me llamaron de la escuela y me dijeron; "Salva... al final serán dos años completos... aunque con pocas asignaturas, pero dos años completos".

Y de pronto pensé; ¿Qué coño hago aquí dos años? ¿Por qué desde que he venido nada ha salido cómo pensaba o me habían dicho que iba a salir? ¿Por qué siento esta presión en el pecho... que no es ni miedo a lo nuevo, ni tristeza... sino opresión y sensación de saber que esta ha sido una elección en la que de lleno me he equivocado y ahora que aún estoy a tiempo puedo remediarlo?

Así que el martes por la mañana ya estaba en el tren rumbo a Málaga. En el camino, el buen consejo de una amiga que comparte clases conmigo en la escuela de Málaga; "Creo que has hecho muy bien en regresar... aunque te lo estén poniendo complicado porque muchos te tienen envidia... les estás demostrando que estás dispuesto a enfrentarte a ellos". Y yo, mientras mi amiga decía esto, pensaba... "No es eso lo que me ha hecho regresar... no ha sido el orgullo de poder callar las bocas de los que me hacen la vida imposible en la escuela... sino la sensación de saber que, de haberme quedado en Valladolid el tiempo que hubiese sido.... lo habría pasado fatal ya que, mi intuición y mi dolor de estomago, (que siempre he tenido cuando algo iba a salir mal), así me lo han revelado.

Ayer regresé a la escuela. Ya estamos en el nuevo edificio. Todo me era diferente. No lejano, pero si nuevo... en el sentido de que poco o nada me importaba lo dificil o fácil que va a ser lo que me espera allí... y sí voy a perder el tiempo o no con respecto a lo que me pueden enseñar o yo aprender... el caso es que... cuando volvía a casa... ya de noche.... cayendo el sol.... me sentí extrañamente tranquilo... y entonces supe que mi elección... no la de irme a Valladolid.. sino la de marchar de Valladolid para regresar a Málaga y enfrentarme a lo que me hizo irme de aquí... había sido lo más acertado.

*****************************

Os confieso que llevo un mes con la idea de cerrar este blog y no escribir nada más en él. Será el final del verano, el cambio de estanción... no tengo ni idea, pero reconozco que últimamente no estoy muy "animado", y es por ello que pienso que este blog ya ha podido llegar a su fin. Cómo me daría mucha pena cerrarlo, me conformo con escribir menos que antes, (en realidad porque no me pasa nada que merezca la pena...) y saber que alguién al otro lado, conocido o desconocido me está leyendo.... y entonces, sinceramente... a veces, me siento menos solo.

******************************

El otro día alguién me preguntó que es lo que de verdad me gustaría hacer por encima de todas las cosas... me quedé un rato pensando y luego dije; "Instalarme en Barcelona porque me da la vida literalmente. Ser uno más entre tantos otros. Tener un trabajo normal cómo antes. Ver películas y pasar desapercibido. Pasear los domingos por el barrio gótico. Y estar lejos... pero a la vez cerca de la gente que sé, siempre, pase lo que pase, va a estar aquí". Mirad que deseo más simple... pero no puedo. Ya no soy libre.

Un abrazo.