martes, 13 de octubre de 2009

DI LA VERDAD

Sería maravilloso poder decir la verdad sin miedo a hacer el ridículo o a que los demás nos vean diferentes a cómo realmente nos ven. También sería maravilloso decir la verdad por el mero hecho de normalizar lo bueno y lo malo que hay en todos nosotros, para acostumbrarnos a jugar a las cartas con una jugada limpia y sincera, de esas que no te hacen ganar nada, porque nada has apostado, pero te ofrecen un gran placer, el placer de saber que has jugado por jugar... con todas las buenas intenciones. Sin más.

Una profesora de la Escuela de Arte Dramático siempre me ha dicho que la gente busca la verdad, que luchan por encontrarse con ella... pero que luego, cuando estás cara a cara, frente a frente... pocos son los que son capaces de aceptarla. Por eso Edipo se queda ciego... va en busca de su verdad... y cuando la tiene delante... no encuentra lo que deseaba hallar.. así que decide arrancarse los ojos... ya no los utilizará más para ver el mundo que el suponía real... verdadero... pues la verdad no se puede tocar ni ver... sino sólo sentir... y para sentir no hacen falta ojos... sino un alma fuerte y sincera.

Cómo muchas veces he dicho, la verdad se escapa entre los dedos de nuestras manos a cada instante. La verdad no tiene explicación, pero quizás por esto mismo deberíamos hablar de ella más a menudo... claramente... sino de sus causas... al menos de sus consecuencias... esto nos haría familiarizarnos entre nosotros mismos... y nuestras fortalezas serían también derribadas de vez en cuando, haciéndonos saber que todos, por muy fuerte que seamos, tenemos un punto débil del cual... sólamente nos queda, por mucho que nos cueste, sentirnos orgullosos.

Me gustaría sentarme en un bar y preguntarle a un amigo; ¿cómo estás?, y que este, por primera vez en su vida me dijera la verdad y no el típico "bien" que se suele decir constantemente y de ahí, tristemente, pasamos a hablar de otra cosa.

Pero el acto de mentir es tan o más humano que el acto de la guerra... y es por ello que nos solemos mentir... primero a nosotros mismos y luego, por supuesto, a los demás. Y ojo, con mentirnos a nosotros mismos no me refiero a que nuestro espejo esté roto pero nosotros digamos que está perfectamente... en realidad ese tipo de mentiras, al menos para mi, no tienen la menor importancia... en cambio para mi, mentiras, es cuando puedes hablar de una cosa... o necesitas hablar, expresar o contar algo... y tú mismo, alguién o cualquier otro motivo te impide hablar de ello.

Vaya, ahora que lo pienso las mentiras pueden ser muchas veces productos del silencio. De un silencio obligado que nos ponemos a nosotros mismos con el fin de dar a entender que todo va bien, cuando es lógico que por muy bien que vaya la cosa, algo vaya mal.

Así que miento o callo sino digo que;

- A veces te hecho de menos. Me gustaría saber dónde estás y que es de tu vida. Sí aún recuerdas nuestros cuerpos abrazados en esa habitación... aquella dónde tanto frío hacia y la que tantas veces nos vio odiarnos y amarnos. Todo al mismo tiempo. Nos hicimos el mismo daño cómo el mismo placer. Dos locos que se encontraron en el momento justo. Los mismos pies... en un solo zapato.

- Me repugna mucha gente de mi alrededor pero estar con ellos me hace sentir seguro y maravilloso. Sé que yo soy mejor que ellos en muchos aspectos. Venga, por favor... no seamos tan modestos, ¿vale? Todo el mundo ha pensado eso alguna vez en su vida... que es mejor o superior a alguién... ¿qué hay de malo en ello? La modestia muchas veces es el arma de los mediocres.

- Por supuesto que tengo miedo, ¿y quién no? Un miedo inmenso, atroz... auténtico pavor a las grandes esperanzas que muchos pusieron y han puesto en mi en algunos sentidos... cuando yo, en realidad... soy pequeño... pequeño... pequeño... pequeño.... y las responsabilidades son para los gigantes... gigantes... gigantes... gigantes.

- Que cuando quiero, quiero de verdad... y cuando odio lo hago doblemente, pero digo que no, porque con mi imagen no pega eso de odiar... pero en realidad, en el fondo... sólo deseo que cualquiera sufra hasta rabiar... cuando a mi, antes... y por culpa de esa persona... me ha tocado sufrir. Por lo tanto; no es eso cierto de que no se debe desear mal a nadie... quizás no se deba... pero cuando ese alguién tiene el mal... bien contentos que nos ponemos.

- Que me siento atado, por lástima o lo que sea, a cierto tipo de relaciones. Y que en realidad una ausencia... un cese temporal, (que está muy de moda decir esto ahora), me vendría de puta madre... un aliento de libertad que muchas veces, antes de dormir, pedí en mis oraciones.

- Que me caen fatal los putos izquierdosos de mierda y que no puedo con su doble moral. A la hora de la verdad, (o al menos esa ha sido mi experiencia), salen acojonados y corriendo a toda leches porque no tienen dos pares de cojones para defender la verdad... y no la verdad de Irak, el tercer mundo... o los niños que pasan hambre; sino la verdad de si mismos... que es, a mi modo de ver, mucho más importante, pues con ella tendrás que convivir toda tu vida. Con las otras, desgraciadamente y aunque suene cruel, no.

- Que me muero por tener mucha, mucha, mucha pasta... y no sentirme mal por ello. Que quiero tener una casa al lado de la playa...y otra en el centro de Madrid y de Barcelona... y otra en Málaga para volver de vacaciones, muy de vez en cuando, eso sí.... Y sentirme bien porque sé que el dinero no da la felicidad... pero al menos no soy de esos gilipollas que aún se atreven a decir que el dinero no es importante.

- Que mandaría mis estudios a tomar por culo sino fuera por que me he comprometido a terminarlos, (conmigo mismo no, con mis padres)... y que este compromiso cada día se me hace más cuesta arriba... pues empiezo a entender que estos estudios no son mi camino... y que por supuesto que lo que se empieza se debe terminar... pero no cuando tu salud, y nada más que tu salud, está en juego.

- Que me río de mucha gente que dice tener problemas cuando en realidad lo único que tienen son contratiempos. Que problemas, problemas de verdad... nadie suele tener... excepto te falte para comer, te vayan a echar de casa o tengas una enfermedad incurable... y es por eso que vivo la vida cómo si fuera el último día... y muchos me dicen; "eres un irresponsable"... pero los irresponsables son ellos que le dan transcendencia al trabajo, a los compromisos o al cualquier otra cosa.. cuando en realidad, aunque suene egoista, hemos venido aquí para ser lo más felices que podamos... por lo tanto lucha para ser aquello que una vez soñaste... no pierdas el tiempo siendo lo que otros quieren que seas. O no pierdas el tiempo, ni pongas mucha ilusiones, en cosas que son reemplazables... imbécil!!!

- Que he mentido a veces cuando he dicho "te quiero"... "te amo"... "te necesito"... que en algunas ocasiones sabía que el fin sería cuestión de tiempo.... pero no me gustaba ir rompiendo ilusiones por ahí... así que ser mentiroso me tranquilizaba... pues era la única manera que tenía de no hacer daño.

CONTINUARA....

*****************************************

Ya en serio, invito a que todo el mundo, de forma anónima o cómo quiera, deje su verdad en forma de comentario en este post. Y que de la palabra escrita... con la gente que de verdad queremos o amamos... pasemos a la verdad hablada.

Eso te hará libre.

Un abrazo.

1 comentario:

Anónimo dijo...

mi verdad es que me sigue gustando leerte y que a veces me gustaría volver a ver una peli contigo