Llevo tiempo analizando el cine antiguo, más concretamente el producido desde los años 1930 a finales de los sesenta, cine generalmente norteamericano, aunque también algunas películas inglesas, italianas y francesas. Si analizo es cine de estas épocas es para comprobar asombrado que las películas realizadas en estos periodos de tiempo son más dinámicas, divertidas y modernas que las realizadas posteriormente.
En realidad busco una explicación que me haga entender la diferencia que existe entre este cine (comercial), y el cine de autor que se hace hoy en día, o el cine comercial de autor que nos venden algunas productoras, sobre todo europeas, y he llegado a la conclusión de que en estos tiempos nadie sabe contar una historia y se distraen, ya sea en el guión o en la dirección, con cosas y hechos que no aportan nada a la historia que se está contando.
Siempre lo he dicho, y siempre lo diré; lo más importante es una historia, con su planteamiento, su nudo y su desenlace. Da igual que el orden de los actos estén cambiados, lo que si tengo claro, lo que si sé que funciona a la perfección es que cualquier película tenga estos tres actos perfectamente diferenciados. Pues bien, las películas antiguas, sobre todo las películas de los grandes estudios, tienen los actos perfectamente diferenciados, pero no sólamente eso, también me he dado cuenta que tratan cada una de las secuencias como un guión de tres actos. ¿Qué quiere decir esto? Pues que la secuencia empieza, pasa algo, este algo lleva a un conflicto y luego este conflicto, solucionado o no, lleva a la siguiente secuencia, así hasta llegar al final de al película.
Hablando en plata; siempre pasa algo, algo que nos mantiene pegados a la acción, cualquiera que sea la trama, el tema o el sentido del film. Es curioso hablar de acción, puesto que acción se entiende como acción (movimiento), pero yo prefiero la palabra acción dramática; el movimiento de las intenciones, algo así como el sentido único por el cual un guión está escrito y estructurado para hacer sentir al espectador algo en concreto, y para que este "algo" llege a su fin con un climax.
El estudio de la acción dramática me ha hecho darme cuenta de que la acción dramática es nula en la mayoría de las películas actuales y sobre todo en las películas que se denominan, (lo odio), de autor.
Para muestra un botón; Ahora es normal y cotidiano ver en las películas estos momentos; el personaje que camina y observa el espacio, el personaje que se asoma a la ventana y mira a través de ella, el personaje que se lava los dientes, el personaje que come, el personaje que ve la televisión, el personaje que conduce y va escuchando música... O sea, mierda, pura y absoluta mierda que no sirve para nada, pues estas secuencias no aportan nada a la acción dramática. Así que he llegado a la conclusión de que en las películas modernas, y en la mayoría de las películas de autor, la acción dramática se detiene para meter estas secuencias aburridas, tediosas y cotidianas que importan un pimiento. ¿Qué sentido tiene estas secuencias? Pues sentido ninguno, a no ser que el guionista de a entender que la vida normal, si... la vida que tu y yo llevamos es suficiente para hacer una película. Si esto es el pensamiento de un guionista más vale que se vaya a plantar patatas al campo pues la vida normal NO es una película... si yo me filmo a mi mismo viendo la televisión, conduciendo en el coche y/o mirando a mi mujer dormir... esto no es cine, esto es vida, y precisamente una vida bastante aburrida, o sea, lo cotidiano convertido en ¿arte? Y una mierda....
En las películas antiguas no hay ninguna secuencia donde veamos al personaje principal o a los personajes principales haciendo algo que no concierne a la trama, y por lo tanto, a los objetivos de la acción dramática y al sentido último del guión. Es por eso que las películas antiguas, desde que empiezan hasta que terminan, son una sucesión de acciones y reacciones que van desencadenando otras... O sea, cine en estado puro, acción dramática... Lo que tiene que ser y punto. ¿Os imagináis una secuencia con Spencer Tracy donde este no diga nada ni haga nada, donde sólo se limite a caminar y/o a mirar por la ventana sin que esto no tenga algún sentido para la trama principal y o secundaria de la historia? A que no, ¿verdad?
Sin embargo si abundan en el cine moderno momentos de este tipo, donde como he dicho anteriormente la acción se detiene para ofrecer ¿información? de los personajes que nos importa un comino, puesto que no aporta nada a la historia. Yo llamo a esto mala construcción dramática o en su defecto película estilo QUESO, con agujeros por todas partes, agujeros de relleno que elevan el film a la categoria de ¿arte? mierda contemporánea, o sea, una mierda tediosa y aburrida, sin más sentido alguno que el de mostrar paisajes, rostros, casas, o sonidos sin el mínimo sentido.
Por motivos personales leo a la semana muchos cortometrajes que se van a rodar y en la mayoría de ellos el problema es el mismo; secuencias y secuencias que nada aportan a la historia, no hay una progresión dramática, ni original ni ritmica, y por lo tanto, nos encontramos en estos guiones con una sucesión de momentos vacíos y "profundos" que aburren hasta cansar. Hay también otra tendencia; el diálogo mal aprovechado.... es sabia la frase guionística la cual dice; si tus personajes no tienen nada que decir, mejor que se callen... Y bien cierto que es.
En muchos guiones los personajes dicen HOLA, ADIOS, ¿QUE TAL?, NO SÉ, BUENO, A LO MEJOR, HASTA LUEGO, VALE, QUIZÁS.... y demás inutilidades que sirven para rellenar hojas y hojas... pero vuelvo a lo mismo, ¿donde está la historia?
Moraleja; la estructura clásica es la mejor manera de contar una historia.
Demostrado queda.