martes, 28 de julio de 2009

Cómo Guido en "Ocho y medio"

Cómo Guido, el prota de la película "Ocho y medio"... así me siento algunas veces.

Mi productor me lleva pidiendo desde hace un mes la última versión del guión pero yo me resisto a dársela. En realidad es todo una espiral extraña de miedo, inseguridad... en fin, -artístas-, cómo dirían muchos de mis amigos.

Acabo de recibir un correo de mi productor; "¿cuando me vas a entregar la última versión? Tenemos que ver la localización... y empezar la pre-producción" Y yo le he contestado, "mañana". Y sí, mañana le mandaré la última versión del guión que me quiere producir.

Quizás es miedo porque es ahora cuando empieza la realidad; planos, ensayos, cosas que salen mal... cosas que salen bien... ¡Que cojones, es que parece que no pero es mucha responsabilidad! Si la cagas en una empresa básicamente no pasa nada... una bronca del jefe y a otra cosa, mariposa. Pero sí la cagas en el cine miles de personas pueden decir; "Se lo merece", "No tenía nada que decir", "Es mal director"... Ay, necesito un psicoanalista, ya!!!

Amigos directores y guionistas que me piden consejos sobre sus primeras películas... Y hay que ser sincero... y doy mi opinión... y descubro que hay más cómo yo, gente con ganas de contar, de hacer, de querer sentir... hacer sentir... Y a todos nos une la misma maquinaria absurda de esto que es el cine; trabajar sobre la nada... y hacer de la nada algo tangible. Es cómo construir un castillo de arena... y tú eres el arquitecto del cual todo depende.

Y las charlas con los actores... Esas llamadas, esos ojos que te dicen "¿De verdad sabes lo que quieres hacer?" y tu tienes que asentir y dar seguridad... aunque por dentro tengas la misma sensación que tuviste en tu primer día de instituto, o cuando recien llegado a Barcelona, tuve que empezar a trabajar en un sitio que me sonaba a chino... y encima, lejos de casa.

Y haces memoria de todo lo aprendido... de lo personal y de lo profesional. Y tus amigos de verdad, aquellos que son sinceros te dicen; "Lo sabía".... "Sabía que algún día te llegaría la oportunidad". Pero tú tienes miedo de defraudarles, de hacerles saber y entender que tanta espera no ha servido para nada.

Y en la familia todo sigue igual... Si acaso ahora te toman más en serio aunque esperan que ganes una fortuna... y tú tienes que explicar que en el cine, cuando se empieza, no se gana nada... y que no todo es glamour, fiestas y chalets... sino trabajo, desilusión, esperanza... buenos y malos ratos en los que ellos no te pueden ayudar ya que no entienden de que proceso y de que hechos están llenos estos circulos extraños en los que esto del cine está asentado.

Y te mueres por hablar con tus exs novias para decirles; "¿En qué momento me convertí en lo que quiero ser ahora? ¿Sigo siendo el mismo? ¿Me ves más arrogante? ¿Piensas que ahora tendré que demostrar lo que desafortunadamente no puede desmostrate? Porque el tiempo y las ganas por hacer cine... me evitaron tiempo y ganas de querer estar con ellas... de asegurar más una relación... y entonces te sientes cómo Bill Murray en flores rotas y necesitas un punto de referencia que te haga pensar y recordar que cuando deseaste esto con todas las fuerzas del mundo dijiste que nunca te ibas a echar hacia atrás... Y claro que no lo harás, es tu vida... pero joder, somos humanos... y el miedo, puede. Puede a todo el mundo.

Y se suceden de nuevo las llamadas, los mails... actores de Madrid, de Barcelona, De Málaga... "He leído", "quiero hacer", "quiero verte".... y tú los quieres ver a todos, los amas a todos... quieres un café con cada uno de ellos... Pero tienes que elegir y nunca sabes si elegir se te da bien... porque en el pasado, cuando elegiste, todo te importaba una mierda... pero ahora, este motivo, esta dedicación si te importa de verdad y entonces te das cuenta de que hubiese sido mejor aprender a elegir de verdad mucho antes... cuando en realidad no había nada importante en juego.

Y ahora muchos de los que me leéis pensaréis, "Joder, no es Spielberg y ya se las está dando de importante" y os juro que para nada es eso... es que cuando estás empezando a hacer lo que de verdad te gusta todo te parece un sueño... Del sueño pasas a la inseguridad... y de la inseguridad, supongo... pasas a la normalidad.

Así que este post no es una queja en absoluto, bien lo sabe Dios que todas las noches, antes de dormir digo en voz baja, "Gracias, gracias, gracias..." y os aseguro que yo no he rezado jamás... Pero ahora se empieza, siempre poco a poco... y el mundo que ves es tan extenso, complicado, divertido, mágico, cruel, interesado, que dices; Guauuuuu.... Necesito un guía!!!

Me queda la alegria de saber que en el fondo soy, (seremos los mismos). Este fin de semana he disfrutado de mis amigos de verdad... y he vuelto a hacer las mismas tonterías que hago siempre en presencia de ellos. Y vuelvo a encontrar esas voces complices y esas miradas lejanas y cercanas, pero bien conocidas y amadas que me dicen; "Estamos contigo. Disfruta. Eres maravilloso".

Y yo sé que no soy maravilloso, que tengo miles de defectos... y ellos, que te conocen incluso mejor que tú, también lo saben... Pero mi hogar son ellos... y su hogar soy yo. Nada más apacible que un baño de realidad entre tanta hoja en blanco, tanta reunión y proyectos que, Dios lo quiera, salgan hacia adelante.

Un abrazo a todos.

Salva.

1 comentario:

luzymateria dijo...

Pichita, ¡ahi con un par! Sabes que no tienes que demostrar nada, la cajera de carrefour no tiene que demostrar que es la mejor cajera de todas, tampoco la dependienta, el vendedor, nisiquiera el medico. Todo el mundo hace su vida... Tu vida es el cine. Haz tu vida, no es una meta, es un trayecto que quien sabe ha donde llevará.

1 beso campeon!!