La generación de directores españoles de los años noventa tuvieron mucha fama. Fama... y gloria. A este grupo pertenecen Alex de la Iglesia, Julio Medem, Juanma Bajo Ulloa, y un sinfin de nombres que ahora mismo cuesta más recordar que olvidar ya que o pocos de ellos se prodigan en la pantalla o algunos (muchos) ya han sido relegados al olvido o siguen haciendo un tipo de cine que desafortunadamente, (para ellos, claro), no conecta con el público de hoy en día.
Yo que soy un ratón de cine inquieto y suelo tener buen ojo para aquellos directores a los que les veo futuro, os quiero hablar de algunos de ellos con el fin de que poco a poco podáis ir conociendo sus obras y sobre todo familiarizándose con unos nombres a los que en un futuro, sino ya, le deberemos mucho.
- Han tomado la acertada opción de hacer del cine de género su forma de expresión. Se han dejado de chorradas de autor y aún con ideas muy personales dentro de sus propuestas, han entendido que el público, y nadie más, es el eterno soberano al que se le debe respeto.
- La mayoría de ellos vienen de haber trabajado en la televisión o en el campo de la publicidad, hecho importante este ya que, por primera vez en nuestra historia, un grupo de cineastas toma de vital importancia el lenguaje cinematográfico cómo hecho diferenciador en si mismo con respecto a otras artes. O sea, que saben montar, saben planificar y saben dar el ritmo correcto, estilizado y cinematográfico, a sus propuestas fílmicas.
- Tienen mucha mala leche sin caer en lo malsano o en el adoctrinamiento fácil. Se han dejado de tonterías y han entendido que un director de cine es un tipo que debe entretener... y con un poco de suerte crear eso que rara vez llamamos "obras de arte".
KOLDO SERRA.
Cuando ví hace un par de años "Bosque de sombras" me quede flipado. Una película española que había puesto especial atención en el detalle, y cuando digo detalle me refiero a que todos los elementos que integran o deben integrar una película estaban perfectamente cohesionados. "Bosque de sombras" es un western crepúscular que recuerda al mejor cine setentero en todo su esplendor. Una película de malos que son muy malos... y de buenos que se convierten en malos. Una historia de persecuciones, traiciones, supervivencia... cine puro en estado puro. Utilización prodigiosa del sonido y de la banda sonora. Cuidada elección de los encuadres y la imagen cómo soporte vital y esencial para querer contar algo. En definitiva, "bosques de sombras" es un buen ejemplo de lo que una opera prima debe ser si te quieres comer algo en este mundo... o al menos sorprender por haber realizado un trabajo cien por cien profesional... y encima, por no tener complejos por ello.
Durante algunos días me estuve carteando (via mail) con el director y decía en repetidas ocasiones que yo era uno de los pocos en España que habían entendido su propuesta tal y cómo el la había realizado. Para tranquilidad de Koldo me gustaría decirle que su primera película es ya toda una obra de culto en muchos sectores cinematográficos, o lo que es lo mismo... a la gente que nos gusta el cine y queremos hacerlo, esta película nos parece una absoluta maravilla. Nos da aliento vital. Ganas de seguir. Nos indica que otro tipo de cine es posible. El cine de todos para todos. El cine de verdad. De esos que puedes ver a las cuatro de la mañana con tus colegas o disfrutar solitariamente mientras intentas descifrar, (sin mucho esfuerzo, por cierto, cosa que es de agradecer), todo lo que está pasando y la grandeza de lo que se está contando.
NACHO VIGALONDO
Qué decir de "los cronocrímenes" que no se haya dicho ya... Bajo su apariencia de cine "algo descuidado, ligero y fresco" se esconde la que ya es, sin lugar a dudas, la obra de culto del cine español del siglo XXI. Es cómo "arrebato", sólo que Nacho Vigalondo y por ende su película, es mucho más asequible que la obra maestra de Zulueta.
Lo mejor de "los cronocrímenes" es que es breve, va directamente al grano, da un mal rollo que te cagas y te despierta la curiosidad de tal modo que después del primer visionado sólo tienes ganas de volver a verla. Una vez detrás de otra. Sin descanso. Lo que parecia "descuidado" en un principio se convierte en absoluta brillantez en un segundo visionado. Las sutilezas de las acciones y lo que está pasando se abren al cien por cien de sus posibilidades cinematográficas. Aquí ya no se habla de cine... aquí se está hablando de un relato cinematográfico que ha sido servido y realizado para asentar cátedra, en el sentido de que con pocos elementos se consigue lo máximo. Y de nuevo, cómo en el caso de Koldo Serra, todo ello sin complejos. Lo que ya dice mucho de su creador... Sabe que tiene posibilidades, sabe que quiere contar y cómo decirlo. En cada plano se nota la solidez de todos los elementos elaborados para llevar el relato a buen termino. Desde la primera escena (ese plano, ¿subjetivo? desde dentro del coche) hasta su inquietante final... (movimiento de grua incluido), "los cronocrímenes" es la película que el cine español necesitaba para sobrevivir. Sin más.
BORJA COBEAGA
Para hablar de Cobeaga no se me ocurre nada mejor que describir su cine con estas frases;
Cobeaga es una mezcla de Billy Wilder, (sus personajes son de clase media... el español o española normal en la España normal), su mala leche es la misma que la de Michael Haneke, sólo que no necesita de la necesidad de llamar la atención para crear polémica, sus miserias son más actuales, más nuestras... mas utilizadas por todos nosotros... más conocidas... quizás menos oscuras pero mucho más "conflictivas y dramáticas", y su alegría por contar y por hacernos participes de las sonrisas amargas y malsanas tienen mucho de un Todd Solondz hispánico... o si se quiere decir lo mismo de un Todd Solondz que sabe que este pais, este pais caótico y sin identidad... o de identidades múltiples, (lo que viene a ser lo mismo), necesita de una terapia que nos haga sacar lo feo y lo hermoso que nos hace iguales... y tan diferentes.
Dentro de dos semanas se estrena su primera película "Pagafantas" y desde aquí recomiendo a todo el mundo que vaya al cine a verla rápidamente, que no se lo piense ni dos veces. "Pagafantas" es una comedia amarga sobre los deseos que, por mucho que nos empeñemos, jamás se podrán cumplir. Es una comedia que ridiculiza nuestras acciones y nuestras formas de ser... y es una comedia que siente, afortunadamente, una inmensa compasión por aquellas historias cotidanas, pero enormemente trágicas, que nos hacen vivir, aunque sea de forma nefasta.
Estos tres directores, (y hay muchos más, gracias a Dios), han sido la primera generación de cineastas españoles en mucho tiempo que han entendido y saben que sin nosotros, sin el público, sin la necesidad de sorprender, sin la necesidad de narrar... nuestro cine, en menos de lo que canta un gallo, se va a la mierda.
Un abrazo a todos.
