Semana de días extraños.
Ando algo nervioso e inquieto por dos motivos.
Primero porque el rodaje de mi segundo cortometraje cómo director, (este ya de forma profesional), es inminente. Sí todo va bien el rodaje del mismo se llevará a cabo a finales del mes de Noviembre. Ya tenemos todos los asuntos cerrados y andamos metidos de lleno en la pre-producción pura y dura; últimando los últimos retoques a diversos asuntos, confirmando otros tantos y preparando los dos intensos días de rodaje que tengo que "capitanear" para que el guión que hace 9 meses escribi pueda tomar vida en forma cinematográfica. Pero a pesar de la buena preparación que estamos teniendo y de los excelentes profesionales que me rodean para dar forma a mi idea, los nervios en estos casos son inevitables. Se suele decir en el "mundillo del cine" que hasta que no dices "acción" no te quedas tranquilo... y es cierto, pues son mucho los problemas que antes de un rodaje suelen aparecer al tratar de que todo sea lo más parecido a lo que una vez, dentro de tu cabeza imaginaste. Así pues me gustaría gritar ya la palabra ACCIÓN... aunque aún tendré que esperar. Un mes más. Paciencia. De igual modo, al igual que me encuentro algo nervioso, también estoy disfrutando y aprendiendo mucho.
El otro tema que me tiene nervioso, (en realidad inquieto... no, mejor aún, triste y desanimado, desencantado), es el tema de la Escuela de Arte Dramático adónde decidí volver hace un mes pero dónde parece que siguen habiendo los mismos mamoneos con respecto a mi persona, y es que es muy sospechoso que todos mis compañeros ya hayan podido empezar a ensayar menos yo, que, dicho sea de paso, he sido el primero en entregar la dramaturgía, cosa indispensable para empezar los ensayos. Sinceramente me encuentro muy desencantado con este tema... llevo mes y medio sintiendo que todas mis ilusiones con respecto a la carrera que he estudiado durante cuatro años se me han quitado de repente... y no ha sido por falta de ganas o ilusión, o sea, de parte mía... sinceramente ha sido porque un cúmulo de circunstancias que se dan en esa escuela me ha hecho desilusionarme con todo lo que estar en ella conlleva. Esa desilusión ha sido el precio que he tenido que pagar por no ser pelota con nadie... por decir las cosas tal y cómo son en todo momento... y por denunciar a viva voz grandes carencias que tanto a nivel académico cómo de organización se han ido sucediendo en la escuela de Málaga. Mi madre siempre me ha dicho que "el cementerio está lleno de valientes".... y bien pensando tiene razón, toda la razón... aunque poco a poco me voy sorprendiendo a mi mismo, en el sentido de que una parte de mi se siente orgullosa por saber que, a pesar de los pesares, sus principios no han podido ser callados ni sellados por las mismas personas que han callado y sellado los principios de muchos de mis compañeros. Es cierto que, muchos de ellos han aprobado o están a punto de conseguirlo... pero en sus miradas hay algo extraño... incluso muchos de ellos lo reconocen... han perdido la integridad personal por un título... han jugado con la mierda convirtiéndose ellos mismos en otra sustancia de igual color y sabor... en una palabra; han entrado por el aro. Yo no. Y os juro que no es orgullo mi actitud.... es simplemente que, le pese a quién le pese... y mira que lo he intentado... no me puedo vender a nada ni a nadie... quiero a mis principios más que a mi mismo... y el día que esté dispuesto a venderme... a traicionarme a mi mismo... a mi justicia personal... y a mi modo de entender las cosas... ese día... simplemente.... tirarme por la ventana y ceder a lo que no creo justo serán la misma cosa.
Así que estos días ando pensando sino será mejor dejar mis estudios al menos por este año, (pues en serio, no lo estoy pasando nada bien, y cuando digo nada bien es NADA BIEN), y retomarlos cuando esté dispuesto a sufrir o a soportar lo que ahora mismo es insoportable. También he pensado en que, en otro momento de mi vida, con más calma... cuando tenga tiempo y cuando de verdad quiera, poder terminar mis estudios en cualquier otro lugar, con la certeza de saber que he sido yo y no una obligación lo que me ha impulsado a ello. De igual modo reconozco que una cosa u otra es, a vista de muchos, una nueva perdida de tiempo y una nueva pausa para "no se sabe muy bien hacer que..." o "deberías terminar ya que te queda poco..."... de verdad, todos estos pensamientos de personas ajenas a mi mismo son loables... y en cierto punto comprensibles... pero si estas personas se pudieran poner en mi piel durante dos minutos... y sentir todo lo que yo siento cuando entro en ese "nido de ratas" me darían la razón y entonces, sólo entonces, sabrían que mi elección no corresponde a un capricho.
En fin, amigos/as... que sí eres feliz en el amor, no lo eres en el trabajo, que si eres feliz en el trabajo, no lo eres en la amistad, que si eres feliz en la amistad no lo eres en los estudios... que la felicidad muchas veces depende de un fino equilibrio entre lo que percibes que va bien... y lo que percibes que va mal... lástima que muchas veces, lo que percibes que va mal... sea de un peso superior en la balanza, a lo que percibes que va bien... y me refiero al tema de mis estudios, que para mi, hasta hace poco eran muy importantes y me llenaban de alegría... y de la noche a la mañana han pasado a ser mi mayor peso... y mi mayor pena.
Un abrazo a todos.
¿Por qué apuntan a Sirio?
Hace 6 años