Por azares del destino y esas cosas extrañas que me suelen pasar, ando metido de guionista de televisión en una serie que comienza a rodarse en apenas tres semanas.
Todo empezó el año pasado; la productora había contratado a dos guionistas para que escribieran la historia de la serie, y yo era el encargado de corregir esos textos, hacer indicaciones o simplemente aportar mi punto de vista ante el trabajo realizado.
Mis indicaciones, os juro que siempre constructivas, no eran bien recibidas por los dos guionistas. Siempre he dicho que es complicado y duro que alguien ajeno a tu idea opine sobre ella, pero también es de ilusos pensar que en un proyecto de una serie de televisión, el guión escrito, no pasa por varios filtros, entre ellos un "asesor de guión", como era mi caso.
En fin... que entre "yo haría esto", "yo haría lo otro", "creo que esto no funciona", "podemos probar lo siguiente", los guionistas se fueron mosqueando un poco y el productor de la serie, que tengo que decir siempre ha estado del lado de mis opiniones, pensó que el proyecto no iba a salir bien a menos que los dos guionistas acataran mis evaluaciones creativas.
Durante un tiempo no supe nada ni de los dos guionistas ni de la serie, digamos que, como sentía que no era bienvenido, me escabullí de la manera más caballeresca y decidí que el papel de "hijo de puta que quiere hacer de mi idea otra cosa distinta", se fuera alejando de mi.
Hace dos meses, recibí una llamada del productor de la serie; habían dado puerta al proyecto anterior, y me llamaba para saber si podría escribir una serie nueva y totalmente original sobre una idea que el director de la serie anterior había tenido en las últimas semanas. Al principio la llamada me pilló por sorpresa, me sentía algo culpable por haber sido involuntariamente el culpable de que ninguno de los guiones de los dos guionistas hubiese pasada el filtro de contentar tanto al director como al productor del proyecto.
Durante un par de días dudé, he tenido poca experiencia escribiendo textos con ideas ajenas, y pensaba que tal encargo, aunque interesante de realizar, se podría convertir en un desaguisado tremendo; ya que simpre he supuesto que para escribir uno debía poner su alma, ahora bien... si la idea del proyecto no era mía, ¿cómo poner el alma en todo aquello? Todo me resultaba ajeno, distante... raro.
Dos días me bastaron para aceptar el proyecto. Tuvimos una primera reunión y me explicaron la historia, en el mismo momento se me empezaron a ocurrir ideas, personajes, tramas, situaciones... mi máquina RUM-RUM había empezado a funcionar y ya no sabía como pararla.
Me metí en mi habitación y comencé a escribir aquellas ideas, primero de forma desordenada y caótica, y a continuación traté de asentar en seguro aquel caos maravilloso de idea que había salido de la mente de una persona que me era totalmente ajena.
En el último mes y medio he estado metido de lleno en el proyecto. Escribiendo casi a todas horas, escribiendo, re-escribiendo, tirando papeles y vuelta a escribir.... anudando historias y personajes que poco a poco se han ido convirtiendo en "amigos personales". De pronto me dí cuenta que aquel proyecto ya no me era ajeno... ya era algo mío. He tenido que leer mucho, investigar, ponerme en la piel de personajes que jamás se me habrían ocurrido por cuenta propia... en fin, que de todo esto han salido 67 páginas, (episodio piloto), más tramas para los sucesivos episodios.
Yo mandé el guión con la esperanza de que me mandaran a la mierda, de que me dijeran que esa historia no era la que ellos habían tenido en mente... Quería certificar lo que siempre he pensando; cuando uno escribe una historia ajena no tiene nada que decir.
El caso es que esto no es lo que ha pasado. Han aceptado el guión y esta misma tarde hemos tenido una lectura del mismo con parte del reparto.
Joder, me ha dado un huevo de corte estar ahí. Yo siempre he leído mis cosas con dos o tres actores, pero no con el reparto al completo de una serie de televisión. La lectura ha durado una hora. Una hora intensa y rara dónde me sentía realmente extraño, ya que una lectura de guión no suele engañar, y si has escrito una mierda o algo fallido, los actores te lo haran notar, ya sea de una manera clara o insinuada.
Cuando hemos terminado de leer todo el mundo ha arrancado en un aplauso fuerte. El productor ha dicho, "aquí tenéis al artifice de esta historia", y durante los siguientes cinco minutos alguien venía para decirme que el guión le había gustado mucho y que se había sentido tocado por todo aquello que contaba.
Alguien me ha preguntado un poco más tarde, ¿Cómo coño has escrito esto? ¿Cómo te ha salido?
Y yo sólo he contestado; Es una historia común, de perdedores... de gente que se siente sola y quiere ser importante... de gente que busca cariño.. que quiere ser escuchada. Nada más.
Me encanta escribir, siempre me ha gustado y siempre me gustará. Os juro que no es cuestión de ego, cuando me dicen que un guión mio ha gustado no se me hinchan los huevos de orgullo, (la gente que me conoce de verdad sabe que precisamente orgullo, orgullo... no suelo tener), es simplemente que me encanta notar y percibir que por medio de las palabras, y posteriormente, por medio de unos actores y de una puesta en escena, puedo hacer sentir a la gente aspectos sobre cosas y situaciones que pienso y siento de una manera concreta. Y que estos pensamientos, personajes e ideas, son compartidas.
Yo creo que es lo más grande que tenemos nosotros, "los artesanos del arte" el hacer sentir algo general como una cosa muy concreta. En podernos meter en la mente de otros y decir la verdad para que pueda ser entendida por los demás.
En fin... reflexiones aparte... siento que la experiencia de haber escrito algo ajeno a mi me ha encantado. Me ha aportado nuevos temas y nuevas ideas, una frescura inusual que viene dada, quizás, por la absoluta lejania de todo aquello que he tratado. He mirado a los personajes con ojos de niño pequeño porque no habían salido de mi cabeza, asi que no los he juzgado... simplemente he tratado de hacer lo posible para entenderlos.
Es la segunda serie en la historia de la televisión española que se va a rodar en formato cinematográfico, o sea, película química, el formato de toda la vida.
Me llena de orgullo y alegría ser un granito de arena más en esta empresa tan curiosa.
Mucha suerte para el equipo técnico y artístico de la serie.
Ojalá salga bien.