martes, 4 de mayo de 2010

¿Por qué son grandes algunas películas?

¿Por qué son grandes algunas películas? ¿Qué las hace especiales, únicas, geniales?

Llevo mucho tiempo pensando en esta pregunta, aproximadamente unos diez años. Hoy creo que tengo una respuesta para ello.

Algunas películas son grandes e inmensas porque tienen ciertos detalles pequeños e insignificantes que las llenan de vida. Esa es la razón. Y el presupuesto, los actores, la fotografía, la música... tienen poco que ver con la grandeza o no de una película. Son los detalles... Los pequeños detalles.

En "Las uvas de la ira", de John Ford, Henry Fonda entra a la antigua casa donde hasta hace algunos años vivian todos los miembros de su familia. Ahora la casa está llena de polvo, vacía, oscura... Henry Fonda enciende una cerilla y su rostro se ilumina poderosamente en la pantalla. No hay nada más; solo el rostro del actor, una cerilla y el efecto que la luz produce al incidir en su faz. Un detalle pequeño. Mágico. Inmenso.

En "El padrino II" Michael Corleone le pregunta a su madre casi en un susurro; "Mamá, ¿qué pensaba papa dentro de sí?. Su madre y él están sentados alrededor de la chimenea. Coppola los filma de espaldas. Después de esta pregunta hay un silencio extenso... sólo oímos el crujir de la leña. La madre mira a Michael y le responde. Un detalle pequeño. Mágico. Inmenso.

En "centauros del desierto", en cuanto terminan los títulos de inicio se ve un plano totalmente oscuro, y de pronto, de espaldas, vemos a una mujer que abre la puerta. La silueta de la mujer se observa a contraluz. Tras la puerta, la inmensidad del Oeste Americano. Un detalle pequeño. Mágico. Inmenso.

En "West Side Story", María, la protagonista principal, espera a su amado en la azotea de su edificio. Un golpe de viento suave golpea su cara. Suenan los compases instrumentales de la canción "María" y ella, como por arte de magia, improvisa unos tímidos pasos de baile junto a un viejo tendedero cuyas ropas son mecidas por la suave brisa. Un detalle pequeño. Mágico. Inmenso.

En "los abrazos rotos" de Pedro Almodóvar, Jose Luis Gómez toma en brazos desde el suelo a Penélope Cruz, (segundos antes la ha empujado por la escalera y ésta a caido rodando por ellas, teniendo un golpe tremendo). Juntos comienzan a caminar hasta la puerta de la casa. Almodóvar filma esta escena de espaldas. En un cerrado plano medio. Los dos personajes avanzan hasta salir al exterior. Segundo antes, el personaje de Penélope, se muestra débil... y se puede percibir, aunque no se ve, un amago de caricia. O quizás de acercamiento. Un dealle pequeño. Mágico. Intenso.

En "Ocho y medio" de Fellini, Guido observa a Claudia en una casa abandonada donde han ido a refugiarse, huyendo del cine donde se proyectan las pruebas de la película que está rodando Guido. Claudia lleva dos candelabros y comienza a caminar. Su recorrido no está claro, la cámara de hecho así lo muestra... lo que si está claro es la sensación que este plano nos produce; Claudia parece flotar sobre el aire... Ella es una fantasía. Un fantasma en la mente de alguien que la ha creado a su imagen y semejanza. Un detalle pequeño. Mágico. Intenso.

En "Gente corriente", Madre e hijo tienen una conversación extraña y sin sentido en el jardín de la casa. Ella es fría y repudia a su hijo. El quiere un poco de cariño. Madre e hijo comienzan a hablar, a pisarse uno a otro... no hay coherencia en el diálogo que están manteniendo. Están solos. El uno. El otro. Un detalle pequeño. Mágico. Intenso.

En "El eclipse", Vittoria y Piero están cruzando un paso de peatones. Al principio él le dice a ella; "cuando lleguemos a la mitad, te besaré". Siguen caminando y llegan a la mitad. Una vez están allí se miran. Durante un instante los dos tienen miedo de demostrar sus sentimientos. No se besan. Siguen caminando. Un detalle pequeño. Mágico. Inmenso.

En "Los pájaros", la madre del protagonista recoge del suelo unos trozos de tazas de té que han sido destruidas por un ataque de los pájaros. Melanie, la protagonista principal de la película, observa los movimientos de esta mujer con mucha atención. Durante un instante la acción principal se corta para adentrarnos en la mente de uno de los protagonistas. Ahora nosotros somos ella y es por eso que nuestra atención está puesta en una mujer que recoge del suelo unos trozos de porcelana. Un detalle pequeño. Mágico. Inmenso.

En "la ventana de enfrente" un anciano con un ataque de demencia senil, golpea la persiana metálica de una antigua tienda y comienza a llorar para, a continuación, deslizar su cuerpo por la persiana y terminar en el suelo, golpeando la persiana con todas sus fuerzas. A poca distancia, los dos protagonistas principales observan la escenas. Están rotos por dentro. Sienten pena. Un detalle pequeño. Mágico. Inmenso.

En "El apartamento", al final del film, Baxter le dice a la Sr Kubelick; "La quiero". Ella sonríe levemente y continúa repartiendo las cartas de poker para terminar una partida que dejaron a medias. Baxter la vuelve a mirar y también sonríe. Un detalle pequeño. Mágico. Inmenso.

En "Blade Runner", Rachel, sentada al piano, se quita las orquillas que tiene en el tocado. Su pelo cae delicadamente por encima de sus hombros. Deckard la observa a poca distancia. Un detalle pequeño. Mágico. Inmenso.

En "Una jornada particular", cuando toda su familia se ha ido fuera de casa para pasar el día, Sofia Loren vierte los restos de las tazas de café en otra taza. Sentada, se permite un momento de respiro... Bebe su pequeña dosis de café y acto seguido recoge la mesa. Un detalle pequeño. Mágico. Inmenso.

En "La dolce vita", Marcello observa a su amigo Steiner tocando la Fuga de Bach en el órgano de una iglesia. Durante unos momentos sólo hay un rostro en la pantalla, la belleza de la partitura de Bach y un extraño silencio que parece venir del centro de la tierra, tal y como momentos después dice Steiner. Un detalle pequeño. Mágico. Inmenso.

En "Piedras", Leire dice al teléfono mientras pasea por la barandilla de un gran edificio, con la ciudad en la noche como telón de fondo... "Solo te llamaba para decirte que el rumor de la ciudad me recuerda a ti". Un detalle pequeño. Mágico. Inmenso.

Esto hace grandes a las películas.

No hay nada más.

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