viernes, 4 de noviembre de 2011

A Júlia, mi amor

Debería detener el tiempo
para navegar por los espacios,
que fragmentan el deseo
de tenerte entre mis brazos.

Gravitar por la memoria
de tus besos conquistados,
y sentir que cada hora
es inutil sin tus labios.

Adormecer implacable el miedo
de sabernos prisioneros,
de dos cielos que pivotan
en dos mapas carceleros.

Acostar en tu almohada
mis sonrisas provocadas,
por la luz de tu semblante
en tus noches de amapola.

Sentir que estoy queriendo
más allá de la razón,
sin apenas darme cuenta
de ser tuya mi pasión.

Echar de menos lo que tengo,
pensar en ello a media voz,
dedicarte este poema
sin descanso, sin dolor.

Recordar ese verano,
donde un camino nos unió,
vivir todos los inviernos
acurrucado entre tu yo.

Saber a ciencia cierta,
que de todas eres tu,
espejo vivo y atento
que me llena de quietud.

Poema de una noche fría,
que reclama tu atención,
tus abrazos, tus besos,
tu sonrisa de color.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

:_) que bonic amor!

Anónimo dijo...

te quiero más!...