sábado, 24 de septiembre de 2011

16 MESES

16 meses... ¡Se dice pronto! Eso es lo que me ha costado escribir el guión que si todo va bien se convertirá en mi segundo cortometraje profesional.

¿Todos estos 16 meses escribiendo? ¡No! Escribiendo, re- escribiendo, dejando reposar, pensar en lo escrito, pensar en lo que no estaba, quitar, cambiar, agregar, volver a escribir, volver a re-escribir, pulir personajes... Pues si !16 meses!

Es el guión que más me ha costado sacar hacia adelante, ¿por qué? Pues porque es muy complicado templar y matizar dos cosas en un guión; las reacciones de los personajes y el tiempo.

En la vida real, ante cualquier situación, podemos reaccionar de muchas maneras, todo depende del día que tengamos, de como seamos... y de muchas cosas más. Pero en la vida ficticia, en los guiones, cada personaje debe reaccionar según esté estructurado y creado el personaje que hemos inventado, es por tanto que en los guiones cada personaje debe reaccionar de una manera en concreto ante cualquier hecho o estímulo, y no de muchas maneras diferentes, puesto que la estructura de lo que queremos contar, y el personaje ficticio se puede ver perjudicado si esta reacción no corresponde con la idea que queremos dar a entender, o con la trama que estamos contando. Un personaje, una reacción.... pudes elegir entre millones, pero sólamente una es la correcta. A veces sabemos que queremos contar, el cómo... pero no el porqué, quizás lo más importante a lo que nos debemos enfrentar cuando queremos crear un personaje de ficción.

¿Qué pasa con el tiempo? Pues que es igual de complicado estructurar el tiempo, los espacios entre reacción y reacción, entre punto muerto y punto de cambio, entre acción dramática y/o accion visual... Como en un corto, o en un guión, el tiempo es oro, incluso los tiempos en los que aparentemente no estamos contando nada, tienen que estar llenos de contenido, de acciones que nos ayuden a ir hacia una meta determinada. La estructura del tiempo escénico o cinematográfico depende de muchas cosas, del espacio, de los personajes, incluso del diálogo... así que he tenido que cambiar muchas cosas hasta darme cuenta que los personajes cambiaban muy rápido de actitud, que entre el 1 y el 1 no había un MÁS, por lo tanto, la suma que me salía, siempre estaba coja.

Tiempo y personajes. Estructura. La fuerza del relato. Todo en unas pocas páginas que tendrán vida.

sábado, 10 de septiembre de 2011

EL MAL DEL CINE MODERNO

Llevo tiempo analizando el cine antiguo, más concretamente el producido desde los años 1930 a finales de los sesenta, cine generalmente norteamericano, aunque también algunas películas inglesas, italianas y francesas. Si analizo es cine de estas épocas es para comprobar asombrado que las películas realizadas en estos periodos de tiempo son más dinámicas, divertidas y modernas que las realizadas posteriormente.

En realidad busco una explicación que me haga entender la diferencia que existe entre este cine (comercial), y el cine de autor que se hace hoy en día, o el cine comercial de autor que nos venden algunas productoras, sobre todo europeas, y he llegado a la conclusión de que en estos tiempos nadie sabe contar una historia y se distraen, ya sea en el guión o en la dirección, con cosas y hechos que no aportan nada a la historia que se está contando.

Siempre lo he dicho, y siempre lo diré; lo más importante es una historia, con su planteamiento, su nudo y su desenlace. Da igual que el orden de los actos estén cambiados, lo que si tengo claro, lo que si sé que funciona a la perfección es que cualquier película tenga estos tres actos perfectamente diferenciados. Pues bien, las películas antiguas, sobre todo las películas de los grandes estudios, tienen los actos perfectamente diferenciados, pero no sólamente eso, también me he dado cuenta que tratan cada una de las secuencias como un guión de tres actos. ¿Qué quiere decir esto? Pues que la secuencia empieza, pasa algo, este algo lleva a un conflicto y luego este conflicto, solucionado o no, lleva a la siguiente secuencia, así hasta llegar al final de al película.

Hablando en plata; siempre pasa algo, algo que nos mantiene pegados a la acción, cualquiera que sea la trama, el tema o el sentido del film. Es curioso hablar de acción, puesto que acción se entiende como acción (movimiento), pero yo prefiero la palabra acción dramática; el movimiento de las intenciones, algo así como el sentido único por el cual un guión está escrito y estructurado para hacer sentir al espectador algo en concreto, y para que este "algo" llege a su fin con un climax.

El estudio de la acción dramática me ha hecho darme cuenta de que la acción dramática es nula en la mayoría de las películas actuales y sobre todo en las películas que se denominan, (lo odio), de autor.

Para muestra un botón; Ahora es normal y cotidiano ver en las películas estos momentos; el personaje que camina y observa el espacio, el personaje que se asoma a la ventana y mira a través de ella, el personaje que se lava los dientes, el personaje que come, el personaje que ve la televisión, el personaje que conduce y va escuchando música... O sea, mierda, pura y absoluta mierda que no sirve para nada, pues estas secuencias no aportan nada a la acción dramática. Así que he llegado a la conclusión de que en las películas modernas, y en la mayoría de las películas de autor, la acción dramática se detiene para meter estas secuencias aburridas, tediosas y cotidianas que importan un pimiento. ¿Qué sentido tiene estas secuencias? Pues sentido ninguno, a no ser que el guionista de a entender que la vida normal, si... la vida que tu y yo llevamos es suficiente para hacer una película. Si esto es el pensamiento de un guionista más vale que se vaya a plantar patatas al campo pues la vida normal NO es una película... si yo me filmo a mi mismo viendo la televisión, conduciendo en el coche y/o mirando a mi mujer dormir... esto no es cine, esto es vida, y precisamente una vida bastante aburrida, o sea, lo cotidiano convertido en ¿arte? Y una mierda....

En las películas antiguas no hay ninguna secuencia donde veamos al personaje principal o a los personajes principales haciendo algo que no concierne a la trama, y por lo tanto, a los objetivos de la acción dramática y al sentido último del guión. Es por eso que las películas antiguas, desde que empiezan hasta que terminan, son una sucesión de acciones y reacciones que van desencadenando otras... O sea, cine en estado puro, acción dramática... Lo que tiene que ser y punto. ¿Os imagináis una secuencia con Spencer Tracy donde este no diga nada ni haga nada, donde sólo se limite a caminar y/o a mirar por la ventana sin que esto no tenga algún sentido para la trama principal y o secundaria de la historia? A que no, ¿verdad?

Sin embargo si abundan en el cine moderno momentos de este tipo, donde como he dicho anteriormente la acción se detiene para ofrecer ¿información? de los personajes que nos importa un comino, puesto que no aporta nada a la historia. Yo llamo a esto mala construcción dramática o en su defecto película estilo QUESO, con agujeros por todas partes, agujeros de relleno que elevan el film a la categoria de ¿arte? mierda contemporánea, o sea, una mierda tediosa y aburrida, sin más sentido alguno que el de mostrar paisajes, rostros, casas, o sonidos sin el mínimo sentido.

Por motivos personales leo a la semana muchos cortometrajes que se van a rodar y en la mayoría de ellos el problema es el mismo; secuencias y secuencias que nada aportan a la historia, no hay una progresión dramática, ni original ni ritmica, y por lo tanto, nos encontramos en estos guiones con una sucesión de momentos vacíos y "profundos" que aburren hasta cansar. Hay también otra tendencia; el diálogo mal aprovechado.... es sabia la frase guionística la cual dice; si tus personajes no tienen nada que decir, mejor que se callen... Y bien cierto que es.

En muchos guiones los personajes dicen HOLA, ADIOS, ¿QUE TAL?, NO SÉ, BUENO, A LO MEJOR, HASTA LUEGO, VALE, QUIZÁS.... y demás inutilidades que sirven para rellenar hojas y hojas... pero vuelvo a lo mismo, ¿donde está la historia?

Moraleja; la estructura clásica es la mejor manera de contar una historia.

Demostrado queda.

viernes, 9 de septiembre de 2011

¿QUÉ ES HACER UNA PELÍCULA?

Irving Thalberg fué un productor de cine que trabajó en los años dorados de la Metro Goldywn Mayer. Dicen los que le conocieron que fué el mejor productor que Hollywood ha tenido jamás y debe ser cierto, puesto que hasta hoy día, el máximo galardón que se le puede otorgar a una figura del séptimo arte, lleva su nombre. Casi 70 años después de su muerte repentina, (murió con apenas 40 años), Thalberg sigue siendo una figura de referencia en el cine estadounidense, una auténtica leyenda.

Pues bien, cuenta la historia de Hollywood que Thalberg había contratado a un escritor de teatro para que se sumara a la cantera de guionistas de la MGM. A este guionista se le asignó un proyecto y durante dos meses Thalberg no pudo ver nada de lo que había escrito, según el guionista, se sentía bloqueado, puesto que no llegaba a entender de que iba el cine y como se debían escribir las historias en este medio.

Mes tras mes Thalberg se preguntaba que estaba haciendo este guionista, ya que el rodaje se retrasaba y las páginas de guión prometidas nunca veían la luz. Thalberg estaba acostumbrado a supervisar la labor de los escritores y llevaba un tiempo pensando en que quizás su olfato le había fallado, y este escritor recién contratado sólo servía para dedicarse a la escritura dramática, no a la cinematográfica.

Un día, Thalberg lo mandó llamar a su despacho. El guionista entró, se sentó y se mostro realmente confuso.

- ¿Qué problema tiene? - Preguntó Thalberg.

El guionista no dejaba de sudar. Encendió un cigarrillo y nerviosamente comenzó a fumarlo.

- No sé como se debe escribir una película. No entiendo nada.... no me sale ninguna frase, ninguna palabra... no sé que es lo realmente importante y lo que no lo es.... Definitivamente voy a dejarlo. Me vuelvo a Broadway.

Thalberg no dijo nada. Se limitó a observar al guionista. Al cabo de unos instantes, Thalberg caminó hasta la puerta del despacho. La abrió. Salió del despacho y cerro la puerta. Segundos después Thalberg abrió de nuevo la puerta y entro en el despacho. Comenzó a hablar;

- Imagine que soy una mujer de unos 30 años. Llevo un bolso colgado del hombro, y unos guantes negros.

Thalberg comenzó a realizar los movimientos por toda la habitación como si fuese un personaje inventado. El guionista no daba crédito a lo que estaba viendo.

- Pues bien... - Siguió Thalberg - Soy esta mujer. Entro en esta habitación. Cierro la puerta con un gran estruendo. Me apoyo en ella y suspiro. Camino rápidamente hasta llegar a esta mesa. Dejo mi bolso sobre la mesa. Lo abro. Saco del bolso un paquete de cigarrillos, dos monedas; una de diez centavos y una de cinco. Me guardo la moneda de diez centavos y dejo sobre la mesa la de cinco. Me quito los guantes negros. Me acerco a la chimenea. Enciendo la chimenea y tiro sobre las llamas los guantes negros.

El guionista estaba absolutamente pendiente de Thalberg. El cigarrillo que tenía entre sus manos se consumía lentamente.

Thalberg siguió hablando.

- ¿Donde nos hemos quedado? Ah, si.... Tiro los guantes negros en la chimenea. Estos comienzan a arder. De pronto suena el teléfono. Me acerco a él y espero un instante. No deja de sonar. Lo descuelgo. Escucho. Me torno serio y digo "¿Guantes negros? ¡¡¡¡Jamás he tenido unos guantes negros!!!!". Cuelgo el teléfono y de pronto me giro... en el otro extremo de la habitación un hombre me está observando.....

De pronto Thalberg dejó de hablar, se quedó mudo, en un silenco sepulcral que llenó toda la habitación de una tensión extraña. Durante medio minuto se pudo oír el aleteo de una mosca que volaba por la habitación. Thalberg se limitó a sentarse en su sillón y a encenderse un puro.

El guionista, totalmente ensimismado, dejó caer la colilla de su cigarrillo al suelo. Se incorporó sobre la silla donde estaba sentado. Sus ojos estaban como platos.

- ¡Qué más pasa, Señor Thalberg! ¿Por qué se ha guardado la moneda de diez centavos? ¿Quién es ese hombre que está en la habitación? ¿Por qué ha quemado los guantes negros en la chimenea....? ¿Quién le ha llamado por teléfono?

Thalberg sonrió.

- No tengo ni idea. - Dijo. - Querido amigo; sólo estaba haciendo una película.

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Jamás en mi vida he visto una explicación tan sencilla y a la vez tan compleja y verdadera sobre lo que es hacer una película. Sobre lo que es hacer cine.

Definitivamente Thalberg era un genio.

lunes, 5 de septiembre de 2011

LAS AUSENCIAS DEL TIEMPO

Basta una silla vacía, una foto inacabada y ausente, un viejo recuerdo... para notar una ausencia.

El tiempo pasa y es mentira que pone cada cosa en su sitio. Las cosas no responden, no sienten, no vibran, apenas hablan o susurran, las cosas no son personas, y como tal tienen poco derecho a réplica, a expresar aquello que fué la realidad y no una burda mentira.

Si el tiempo pasa y transcurre es porque somos consciente de ello. Basta un nudo en la garganta y un pañuelo en los ojos para sentirse eterno del tiempo, libre de sus cadenas... también basta el olvido, aquello que dejamos atrás porque no queremos recordar, ya sea porque lo hemos olvidado, obviado o escondido. De cualquiera de estas maneras, forzando la realidad a aceptar el día a día, siempre queda un poso, un "algo" extraño y sin sentido que hace preguntarnos dudas que jamás tendrán respuesta.

Las cosas cambian, eso sí. Y los sentimientos también. Las canciones, las películas, los amores... incluso las risas hallan nuevos territorios por conquistar, espacios vírgenes e inmaculados que nos recuerdan el poder de lo nuevo, de lo inadvertido, de la incertidumbre pura y cristalina de aquello que no es futuro, y puesto que no es futuro, sino presente, ya es posible, el posible del todo, sin pensar apenas en el NADA.

Puesto que la NADA en el presente aún no ha sido, nos esforzamos en crear nuevos espacios y sonidos con la configuración sentimental de nuestra imagen y semejanza. Si Dios nos creo a nosotros, nosotros creamos a DIOS, y ese DIOS que se ve pero no se siente se esconde repentinamente en una risa fugitiva, un beso a media voz, un escalofrío breve pero intenso que nos transmite la enorme sensación de estar vivos.

La ausencia de todo es la pena de la nada. Con el tiempo aprendes a aceptar que las derrotas llevan tatuajes de victoria, y que sólo el tiempo, los segundos, las horas que no cuentas ni padeces, son los únicos compañeros y jueces que certificarán que los dolores han pasado, que el sufrimiento ha dado paso a la indolencia... y la indolencia, aquello que no se siente ni padece, es la victoria entre tu yo débil y tu yo fuerte, aquel que poco a poco se va configurando, a fuerza de grandes tormentas, llantos silenciosos... y noches en blanco.

Noches en blanco, calles vacías, risas lejanas, olor a tabaco y alcohol... ¿que territorios extraños y sin sentido puede un hombre aventurar entre la niebla de un tiempo perdido? Un tiempo que se fué y que ahora no es nada, sino pasto de las llamas, o del recuerdo literato, aquel recuerdo que se dramatiza con la intención de volver a sentir aquello que yace muerto y enterrado para siempre.

Fueron muchos los cigarrillos y algunos los labios. Fueron noches de vigilia y mañanas de esperanza. Fueron mediodías de rencor y tardes de silencio. Al caer de nuevo la noche, el círculo místico y quimérico de nuevo empezaba su danza, así una y otra vez, hasta que el cuerpo, cansado y malherido, volvía con el recuerdo y la insistencia de un "parar" perpetuo.

Pero la paz llega, siempre aparece cuando menos te lo esperas. Y de pronto todo deja de ser una película para convertirse en un poema. La diferencia entre una película y un poema es la siguiente; la película está hecha por otros, pero la vives tu, el poema está hecho por uno mismo pero necesita de otras personas para ser verdad. Dicha aquí la diferencia ¿cual de las dos formas de amar se acerca más al prójimo?

Desvarios de una noche de septiembre donde el sueño me ha dejado colgado.




jueves, 28 de julio de 2011

SOBRE LA ENVIDIA... O ALGO PARECIDO

Pues lo prometido es deuda; aquí está mi post sobre la envidia.

Pues si, estamos en España y no falla... en cuanto las cosas comienzan a irte bien empiezan los partidos del famoso "deporte nacional", esto es la envidia.

Vuelvo a decir que tenerme envidia es, a mi modo de ver, totalmente ridículo, primero porque se le tiene envidia a tipos grandes; Spielberg, Ghandi, Fellini... en el sentido de ser como ellos o lograr todo lo que lograron... y segundo porque no me canso de repetir que lo que he hecho yo, que tampoco es gran cosa, (aunque parece que por mis lares es toda una proeza según muchos...), lo puede hacer, con ganas, tiempo y un poco de suerte, cualquiera que se ponga a ello, o sea, no hay que ser un lumbreras, puesto que yo no lo soy.

Hecha la aclaración anterior y evitando malentendidos.... os voy a relatar las cosas que se han dicho sobre mi persona y en menor medida sobre mi trabajo. Ni que decir tiene que estos comentarios me han llegado de oídas y de otros he sido testigo directo, aunque por supuesto, el que decía esta tonterías no se percataba de que yo me estaba enterando.

En primer lugar tengo la suerte de estar con mi cortometraje en muchos de los festivales que este año se suceden y celebran en España. Pues bien, sobre este asunto se ha llegado a decir..... "Que conocía o conozco a los miembros del jurado", "que sin lugar a dudas tengo una distribuidora potente ya que sin ella detrás no se entiende mi "éxito", y " Que como se nota que tengo a un actor famoso en mi corto... que me está ayudando cuando no lo merezco".

Lo de los jurados es ridículo. Cuando el festival es en Málaga es normal que conozcas a una persona del jurado, a dos... o a tres. Málaga es muy pequeña, nos conocemos todos y lamentablemente, la organización de estos festivales, en vez de busca el jurado fuera de Málaga, incomprensiblemente, lo encuentra dentro. A mi favor tengo que decir que en la inmensa mayoría de los festivales de Málaga siempre me he llevado el premio del público, a día de hoy, ningún jurado ha considerado mi corto como merecedor del máximo galardón... Lo que sinceramente me tranquiliza, más que nada para acallar estos rumores absurdos de que conozco a los jurados. Y cuando el festival es fuera de Málaga, e incluso fuera de Andalucía, la tesis "envidiosa" se cae por su propio peso, puesto que, como es normal, no conozco A NADIE de ningún jurado que ha visto mi corto en, por ejemplo, Alicante, Barcelona, Madrid, Lanzarote, Mallorca, Ibiza, Valladolid, Ciudad Real... y un largo etc.

El asunto de la distribuidora es divertido. O sea, que según estás personas... tengo que tener detrás una distribuidora que lleve mi corto a todos los festivales, y por consiguiente dinero para pagarla. Pues no, no tengo detrás a ninguna distribuidora, es más, distribuyo el corto yo solo, con ayuda de Júlia, mi pareja, ella busca todos los festivales y yo, como una persona anónima, mando los sobres. Un trabajo pesado y cansado a veces, que llevo haciendo desde el mes de noviembre. Así que otra teoría "envidiosa" más que desmontada.

Y en cuanto a lo de los favores del actor famoso... Jamás, en ningún momento, le he pedido a mi actor famoso que hiciera todo lo posible para que nuestro trabajo se beneficiase, extra cinematográficamente, de cualquier éxito en fesvitales y demás. Primero porque me parece rastrero, segundo porque jamás me ha gustado jugar con ventaja, aunque el máximo beneficiado sea yo... y tercero porque cada uno tiene que demostrar lo que vale o no con su trabajo... así nunca, jamás, tendrá que agradecerle nada a nadie. Tercera tesis "envidiosa" echada por tierra.

Estos son los tres argumentos más llamativos y repetidos sobre el "éxito" de mi cortometraje. Ni que decir tiene que cuando escucho alguno de ellos una risa profunda e irónica invade mi boca... y siempre pienso "ay, Dios... que aburrida está la gente".

Se me ha acusado también de copiar. Copiar, ¿a quién? Es más... si mi corto fuese una copia de algo hecho anteriormente, ¿no tendría una denuncia ya? En algunos festivales en los que he estado había, al menos, un miembro de la SGAE presente, pues nunca, jamás, ninguna queja... y mira que el corto ha rulado por sitios, ¿eh? Pues nada.... ni una acusación... y sobre todo, ninguna prueba. La acusación de Plagio se viene repitiendo en mis dos primeros trabajos... yo sé quien hace estas acusaciones.... y ni que decir tiene que me parto de la risa también... puesto que es lo único malo que esta persona se inventa para, supuestamente, poder hacerme daño.... si fuese más inteligente se inventaría otra cosa, al menos alguna cosa de la que, remotamente tuviese pruebas.

Se me ha acusado también de tener "altos contactos" en la esfera Málagueña y Madrileña para primero, producir el corto y segundo, ser interpretado. Hace dos años y medio, cuando empezé a mover el guión del corto por Málaga, yo no conocía a nadie con el suficiente poder como para producirme el corto, por lo tanto otra tesis "envidiosa" descartada. Y en cuanto a mis contactos madrileños para buscar a una actriza famosa... si estos contactos se refieren a buscar a su representante por internet, mandarle en un mail el guión y ponerme en contacto con él... entonces Si que he tenido altos contactos... o sea, los mismos contactos que puede tener todo el mundo.... ponerse en contacto con un representante, mandarle el guión.... jajajajja.... ¿No os da risa? Patético, ¿verdad? Pues eso... la envidia.

Otro asunto divertido es el trato de favor. ¿Trato de favor? ¿Dónde? ¿En Málaga? ¿Donde ruedan, al menos 30 directores al año? De trato de favor ninguno. De hecho lo he tenido más difícil que nadie, primero porque era mi primer proyecto, segundo porque nadie me conocía y tercero porque mi inexperiencia a la hora de rodar jugaba en mi contra.... y tuve que lugar contra viento y marea para hacer de este proyecto una cosa seria... un corto que realmente había salido de mi puño y letra... Y SIN AYUDAS PÚBLICAS ALGUNAS... que he visto cortos subvencionados por la diputación y el ayuntamiento de Málaga que daban realmente pena.... de verguenza, vamos.... Gracias a Dios que nadie podrá decir lo mismo de mi trabajo, puesto que no hemos utilizado dinero público, es más. jamás he creído, ni he pedido tal dinero.... hay cosas más importantes en las cuales gastar este dinero... el cine y el arte pueden esperar.

En fin... os podría contar más argumentos ridículos y más pensamientos "envidiosos" pero me los guardo para un segundo post.

Moraleja; hagas lo que hagas hazlo lo mejor que puedas. Pasa de aquellos que ven en tu trabajo una amenaza. El problema lo tienen ellos...no tu. Y sobre todo; nunca, jamás... pierdas el tiempo en defenderte públicamente de estos ataques. No entres en el juego. El mediocre ve en esta actitud una victoria.

Un abrazo.

martes, 19 de julio de 2011

SOBRE PELOTAS, "OFICINAS DEL INEM" Y RECOMENDACIONES

Sobre los "pelotas". También sobre los que creen que eres una oficina de empleo.

Es curioso que algunas personas me hagan la pelota. No sé que mérito tendré. Si fuese Spielberg, o Fellini o incluso Ed Wood lo entendería, pero siendo lo que soy, o sea, un tipo que está empezando en esto del cine, los comentarios pelotas y las adoraciones "a mi pildora" me producen mucha risa, aunque claro, he de ser sincero, cuando se producen asiento, escucho... Digo "gracias, gracias..." o digo "No exageres, hombre", pero por dentro me parto el culo, de la risa claro.

He llegado a escuchar comentarios realmente "magnificos" sobre mi corto. Comentarios que, sin lugar a dudas son exagerados. Cuando estos comentarios vienen de personas cercanas a mi no me importan, quiero decir; es normal que entre familiares y amigos todos nos apoyemos y que creamos que "nuestro producto, o sea, todo lo que hace alguien a quién queremos mucho" es realmente magnífico. Un defecto sin importancia que tiene más de amor que de soberbia y/o falta de criterio, que también, no digo que no, pero se acepta... entra dentro de lo normal. Siempre ha pasado y siempre pasará. Hasta en las mejores familias.

Lo que me da mucha risa son los comentarios "magníficos" que vienen de parte de personas que creen que, al decirte que tu trabajo "es la polla" piensan que van a sacar algo con ello. Ni que decir tiene que una cosa y la otra me dejan totalmente indiferente y que considero esta maquinación y esta manera de actúar como un poco rastrera... e incluso ridículo, vuelvo a decir que si fuese Spielberg, pues mira... yo por trabajar con Spielberg también sería capaz de decirle que su mejor película es "Amistad" o "Hook", pero por trabajar conmigo o en el mejor de los casos, por entrar en mi círculo y en el círculo de amigos cercanos, esto ya me parece más que ridículo, de pena.

Odio también que la gente te vea como una oficina de empleo. No hay semana que no me contacten al menos cinco o seis personas vía face o mail diciendo que estarían ENCANTADOS de trabajar conmigo y que por favor, les tenga en cuenta. Ojo, no tengo nada que contra de hacer contactos, todos los hacemos, pero sin presentarse, que alguien te pida trabajo y no diga ni ADIOS, o mejor dicho, que ni siquiera haya visto tu trabajo y que sólo se guie por el supuesto éxito de este, me produce cierto estupor y una inmensa desconfianza. Está claro que el director anda en busca del productor y que los actores andan en busca del director, hasta aquí todo claro y dentro de lo normal, pero lo que me parece super fuerte es eso... que sin apenas presentaciones, y hasta con recursos poco ortodoxos, como por ejemplo dar pena, (lo juro, me ha pasado), pretendan conseguir un papel en un posible siguiente corto.

Los pelotas y estas personas a veces son las mismas. Conozco varios casos donde hasta personas, para contactar con otras que conozco, han dicho que me conocían de toda la vida, o que habíamos tenido una relación... cualquier excusa es buena si con los medios siempre se consigue el fin. Cuando ocurre lo anterior siempre niego conocer a esta persona... y dejo bien claro, en caso de haber tenido una relación con esta, que tampoco, pero bueno... que no significó nada para mi y que simplemente fué una ola... intrascendente que se fué. Ya vengo advirtiendo a mi círculo de amigos y conocidos que cuando alguien diga que me conoce me pregunten primero, más que nada para localizar a este tipo de personas y saber que están buscando en realidad.

Relacionado con este tema viene otra cuestión. Antes, hace algún tiempo, siempre me quejaba de que en el cine español siempre trabajan los mismos. Y ahora he entendido que es normal, ¿por qué? pues porque yo siempre trabajo con gente que conozco, que es amiga.... siempre profesionales, por supuesto, pero gente que me encanta, tanto en lo personal como en lo profesional... así que estos nombres van saliendo y rulando entre los demás amigos cortometrajistas y al final acabamos trabajando siempre con los mismos, cosa que me encanta, por cierto. Por supuesto que de vez en cuando hay alguna nueva incorporación que viene de fuera, pero casi siempre alguien te recomienda a alguien. Es mejor trabajar sobre la experiencia de otros que no lanzarte a la piscina.

Otra cosa que la gente me pregunta bastante, ¿hablas mal de alguien que según tu punto de vista trabaja mal? Y mi respuesta es; en lo personal no hablo mal de esa persona ni de ninguna otra, pero en lo profesional, si un amigo me dice TENGO A ESTA PERSONA o ¿LA CONOCES? y yo sé que esta persona no riende si lo digo. Me parece mi deber, una obligación... Siempre queremos el mejor productor y si una persona no ha rendido en alguna ocasión es muy difícil que vuelva a rendir en otra, al menos hasta que cambie, ya sea formándose y/o trabajando con su equipo ideal, que también, a veces, todo depende de esto, de las conexiones que se establecen entre unas y otras personas.

Pero en fin.... si un actor o actriz, a mi modo de ver, es algo deficiente, cuando me preguntan por él/ella un compañero de trabajo, siempre se lo digo.... Y no pasa nada. Nadie recomendaría nada malo a sus amigos, ¿no? Pues eso es lo que yo hago. Y lo mismo hago con los técnicos o cualquier otra persona.... ojo, hablo de mi experiencia y de como rindieron en mis trabajos o en cualquier trabajo de un amigo, vuelvo a decir; no es nada personal... nunca digo ESTA PERSONA ES GILIPOLLAS, porque seguramente que no lo es, de hecho no me corresponde a mi juzgar esto, pero sí me veo en la licencia de decir... ME DIÓ PROBLEMAS o LA VEO FLOJA EN LA INTERPRETACIÓN o bien NO TERMINA EL TRABAJO A TIEMPO.

¿Moraleja? Uno vale lo que vale su último trabajo. Hay que intentar dejarse la piel en todo lo que uno hace. Cuando pidas trabajo que sea porque quieres y lo necesitas, no porque esperas una bonificación extra, como por ejemplo "como está super bien conectado, voy a tener mucho trabajo...", y sobre todo, nunca pidas trabajo a personas que están empezando.... son ellos (al director me refiero), los que si te necesitan te llamaran. Es más, te aseguro que casi todos los que estamos empezando ya sabemos con quienes queremos trabajar de aquí a largo tiempo, así que está en tu sitio, el que te pertenece. Nunca supliques, sobre todo cuando uno aún no es nadie. Yo me lo tomo a risa, pero otros, con estas acciones, se vuelven DIOSES y creen que son GENIOS. No les hacéis un favor, sobre todo, vuelvo a repetir, si están empezando.

Otro día hablaré sobre las envidias malsanas de esta profesión y lo que la gente es capaz de inventarse cuando ve que las cosas, por fin, comienzan a irte bien.

Pero eso, como os he dicho, otro día.

Un abrazo.



viernes, 10 de junio de 2011

LO IMPORTANTE ERA LA PELICULA

Esta tarde he visto el como se hizo de "Lo que el viento se llevó". Un making Off de más de dos horas de duración sobre la realización de la que aún hoy, más de 70 años después de su estreno, sigue siendo la película de las películas, la gran obra cinematográfica que la historia del cine aún no ha podido superar.

Es curioso comprobar la pasión y la dedicación que todos los implicados en este film le dedicaron en cuerpo y alma a esta historia para que se pudiese hacer realidad. Y es curioso comprobar también que antes, no como ahora, lo importante era la película, la profesionalidad de unos equipos que trabajaban hombro por hombro para sacar a delante un proyecto en común, sin divismos ni luchas de egos que podían entorpecer el resultado final.

Todos iban a una. El productor, el director, los actores, el director de fotografía, el decorador... una y otra vez se reunian para dar lo mejor de sí mismos, para enfrentarse a las adversidades cual ejército en una batalla que no podían perder. Era lo bueno del sistema de estudios, que el nombre de tal o cual persona no importaba sino su trabajo.

"Lo que el viento se llevó" fue la película mas esperada de todos los tiempos y no defraudó a nadie. Su productor, David O Selznicktrabajó duro, luchó contra viento y marea y contrató a los mejores para regalarnos una auténtica obra maestra que perdura en el tiempo como las buenas novelas o las mejores canciones.

El sistema de estudios... nunca Hollywood trabajó tan bien ni creo tantas obras maestras. Un sistema férreo, profesional, sin apenas fisuras... donde un guionista que no rendía o un director algo inseguro podía ser despedido de la noche a la mañana y ser sustituido por otro guionista o director que tenía que demostrar que sabía hacer su trabajo y que rendiría cuentas al final de la jornada.

Hay libros maravillosos que hablan del sistema de los estudios, forma de hacer cine que hoy en día es criticada por todos estos SNOBS y ARTISTAS FLOTANTES que creen que las buenas películas solo pueden salir de la mente de un simple iluminado que se diga "Soy artísta... haré mi obra maestra", sin tener apenas en cuenta que no sólo de aire y buenas intenciones vive el artísta, sino que el trabajo artístico requiere esfuerzo, constancia y sobre todo una dedicación igual o similar a la de un adero que cada mañana hace pan, o a la de un médico que opera a corazón abierto. Y esa es la cuestión, el truco, entender que el cine no es arte (esto, con suerte viene más tarde...), sino otra profesión como cualquiera que requiere de personas cualificadas en muchos campos.

Añorado sistema de los estudios. Donde tú valias lo que valía tu trabajo... donde cientos de extras, actores, iluminadores y directores trabajaban de sol a sol haciendo películas. Y por eso me gustan tanto los directores de los viejos estudios.

Ahora, le preguntas a un director a qué se dedica y este dirá "Soy cineasta". Antes, al ser preguntados estos directores decían "Hago películas". Parece lo mismo pero hay una gran diferencia en estas dos apreciaciones; la primera de ellas sube de nivel el trabajo del director cinematográfico y lo equipara casi a una ciencia, a un trabajo memorable y mesiánico, la segunda afirmación, además de ser mucho más exacta, representa plenamente la realidad del momento en el cual se dice ACCIÓN y CORTEN. No se hace arte, el arte no se puede hacer puesto que ARTE es una palabra abstracta, que no existe... sólo se pueden hacer películas, de hecho se pueden hasta tocar... y el verbo HACER unido a PELICULAS emana un dulce aroma a trabajo físico, no intelectualizado ni prostituido por la absurda razón de creer que el cine merece más respeto que cualquier otra profesión.

Los más grandes decían "Hago películas", pues la película lo era todo, sin apenas distinción. Una película era un western, una de gansters... o un musical. Lo importante era entregar todas las noches las tomas realizadas durante el día y que el productor dijera si eso era lo que quería o no. Al fin y al cabo el patrón es el productor, a él se le debe todo. Sin él, no somos nadie.

Yo aprendí mucho en el rodaje de mi corto, y aprendí mucho porque tenía un productor y un equipo detrás de mi cuestionándome las 24 horas del día todo lo que tenía en mente y quería hacer. Ahora que recuerdo esos días me veo a mi mismo presionado, desanimado.... pensando que nadie entendía mi visión, que las explicaciones sólo debían ser explicadas y entendidas por mi mismo, pues yo era el autor del cortometraje... y recuerdo asistir a las reuniones con el productor y con el equipo y sentarme a esperar todas las ideas y críticas a mi visión.... En más de un momento sentí la presión de querer tirar la toalla, y el pensamiento soberbío de sentir que ni productor ni equipo merecían mis explicaciones; pues el corto era mi obra.. y yo era su Dios creador.

Con el proceso de preparación, con el rodaje, el montaje y ya con el corto estrenado y caminando por los festivales, me he dado cuenta que esa presión fué buena, que esas cosas cuestionadas perfeccionaron mis artes de persuasión y mis dotes tímidas como aprendiz de director... Y ahora me doy cuenta que todas aquellas reuniones, toda aquella presión.... todas aquellas explicaciones de mi visión de la obra una y otra vez me hicieron enfrentarme por primera vez a la realidad de un negocio que se mueve entre los sueños de tu cabeza y el dinero de un productor.

Ahora quiero sentir de nuevo esa presión, pero ahora ya estoy un poco más preparado para sentarme a debatir todas estas cuestiones con el equipo sin sentirme atacado, y por supuesto ya estoy mucho más preparado para saber y sentir que lo que yo creo será "mi obra" es en realidad la obra de todo un equipo que hace tus sueños realidad... pero no a cualquier precio.

Y por eso, cuando pienso en esos días ya lejanos siempre me viene una frase a la cabeza; "Lo que daría yo por haber sido un director de cine contratado por los estudios en los años 30".

Pero soñar no cuesta dinero. Y en mis sueños aparco mi coche todas las mañanas en los aparcamientos de la METRO y tranquilamente, al entrar al estudio, los empleados me saludan sonriendo mientras el ayudante de dirección me dice que B MAYER quiere hablar conmigo, que la película se sale de presupuesto que tengo que ir más rapido sino me sustituiran por Victor Flemming... y entonces, contento y feliz.... pienso que me dedico a lo que más quiero. Ya, una vez terminada la jornada, vuelvo a casa pasando por Sunset Boulevard y al llegar a mi discreta pero bonita mansión no dejo de pensar "El viernes termino esta película de vaqueros... y el lunes comienzo el musical".

Sería maravilloso.