jueves, 7 de junio de 2007

EL FUTURO.

El futuro... Jodida palabra, ¿verdad? Nos pasamos la vida pensando en el futuro y cuando llegamos a él nos damos cuenta que al final comerse el coco no a servido de nada, ya que el destino, Dios, la vida o quién coño sea, ha hecho de nosotros lo que precisamente no queríamos ser. Y eso jode.

Yo cada día pienso menos en el futuro. Es algo que he ido aprendiendo con el tiempo. Ahora suelo gastar mis energías en otras cosas... En vivir el momento, pasarlo bien, amar a quién tenga que amar... Y poco más.

Claro que a veces, cuando no tengo más remedio, pienso en el futuro... Y lo que veo no me gusta. A ver, no es que no me guste, pero tampoco me agrada. Dicen que somos los miembros de la generación perdida, y creo que tienen razón. Nuestros padres y abuelos cierto es que tenían que trabajar desde muy jóvenes para vivir, pero por lo menos sabian que podían fundar una familia, vivir, comer o mal comer... Pero hacer algo.

Ahora... Bueno, ahora con pensar en nosotros mismos tenemos suficiente. ¿Fundar una familia? Ni locos. ¿Comprar un piso? Tampoco podemos.

En fín; que ellos dicen que las épocas pasadas fueron muy complicadas... Y yo les digo que puede que sí, pero que ellos, en cierta forma lo tenían muchos más fácil que nosotros. Ahora todo es tan raro, tan extraño... Dicen que hay competencia pero es mentira, ya que los mejores curros se los llevan los enchufados. Dicen que estudiar una carrera es lo mejor; otra gran mentira ya que los jóvenes que han estudiado cualquier ciclo formativo tienen una inserción laboral más rápida que los universitarios... Y encima, cobran más. Dicen que somos la generación más preparada de la historia de la tierra. ¿Preparada? ¿Para qué? Joder, sí estar preparado es saber quién era Shakespeare, hacer una suma o poder leer de puta madre.... Que venga Dios y lo vea. Somos la generación MAESTROS LIENDRES; De todos sabemos, pero de nada entendemos. Nadie nos prepara para los golpes de la vida. Ni para el futuro... En fín, que todo es una mierda. Y punto.

Si los científicos examinaran a dos tipos de jóvenes diferenciando entre ellos la forma en la que viven y cómo viven seguro que más de uno se llevaría una sorpresa.

Estoy seguro que un jovencito que vive en una tribu perdida del amazonas es más feliz que cualquiera de nosotros. Este tipo perdido no tiene coche, ni puede salir a bailar o a beber, ni tampoco ve la tele, ni sabe que coño es el cine... Pero de seguro es más feliz que nosotros. Y esto me hace plantearme una pregunta, ¿Qué hace falta para ser feliz? ¿Cuanto menos sabes, más feliz eres? O mejor dicho, ¿Cuanto más aceptas las leyes de la vida, te dejas llevar y punto... Eres más feliz? De ser así creo que el mundo desarrollado y todos los jóvenes que estamos viviendo en él nos vamos a llevar un gran palo cuando nos demos cuenta que todo lo que sabemos, somos y sentimos, no nos va a servir para nada. Bueno, sí, para algo sí... Para sentirnos más angustiados. Deprimidos y ansiosos.

Por eso quiero hablaros del futuro. Del futuro que nos espera a todos nosotros.

El futuro que llegará sera negro, muy negro... Aburrido. Deprimente. Tedioso.... Seremos burgueses (en el mejor de los casos) preocupados por unos trabajos que en nada serán lo que hemos soñado o queremos, pero claro, cómo somos unos cómodos y unos gilipollas no nos quejaremos de nada, y pasaremos el resto de nuestra vida en unos trabajos horrendos hasta que nuestra alma se haya consumido por completo, y entonces, dentro de muchos años, cuando ya seamos mayores y estemos a punto de jubilarnos, miraremos atrás y nos arrepentiremos de no haber luchado por lo que de verdad quisimos. O mejor dicho; nos arrepentiremos de no haber mandado todo a la mierda y haber tomado por la fuerza todo lo que quisimos que la vida fuera para nosotros. Muchos dicen que las cosas de la vida vienen. Yo pensaba eso. Ahora pienso que las cosas de la vida no vienen... HAY QUE TOMARLAS. Hay que buscar, buscar y buscar. Hay que torcer el tiempo, el espacio y el destino con el fin de hacerlo todo más favorable a nuestros intereses. Y punto. El que crea en la suerte o en lo que sea porqué va a llamar a la puerta de su casa es un inutil... LA SUERTE NO EXISTE. TOMA Y TENDRÁS. ESPERA... Y no tendrás nada.

Y en el amor más de lo mismo. ¿Aun soñaís con esa persona que nos cambiará la vida? Bah, chorradas creadas por la Disney para atontar a millones y millones de futuros jóvenes gilipollas... No existe esa persona. No existe la felicidad amorosa. Quizás no exista ni el amor, pero bueno... Eso que cada uno descubra por sí mismo. Los tíos y las tías de hoy en día no estamos dispuestos a compartir nuestra vida con nadie... Y en eso tenemos que ser sinceros, ¿o no? Nos gusta ser libres, vivir a tope, dejar a nuestro aire todo lo que pueda llegar... Salimos con gente, claro que sí, nos enrollamos, follamos... Pero cuando sentimos que hay algo más... Pasamos del tema. Tenemos miedo. Y no, no somos cobardes por ello... Tener miedo del amor es lo más normal que nos puede pasar. No somos responsables. En cualquier caso no deberíamos sentirnos culpables por tener miedo del amor; el amor mata, amigos míos. Y sí no mata te deja tonto para toda la vida, lo cual es peor, mucho peor. Huye del amor. Nunca creas en el amor sincero, en el amor de toda la vida. Eso es un cuento chino.

En fín, yo no se que vaís a hacer vosotros... Pero yo estoy pensando algo...

Voy a dar un golpe de estado contra mi propia vida. Voy a quitar la democracia y voy a imponer una dictadura... Una dictadura diaria que estará regida por los ánimos y los deseos de hallar la libertad verdadera. ¿A que parece algo contradictorio? Pues no, amigos míos. No lo es.

Ya os contaré.

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