A veces el tiempo pasa. A veces se estanca. La diferencia entre tu y yo es muy sencilla… tu no crees en lo que haces. Yo creo en lo que aún puedo hacer. Tu miras sin comprender que todo no tiene una explicación. Yo miro sabiendo que el misterio no esta en el movimiento sino en la inercia. En como los factores externos entran en contacto con lo que tu llamas materia. Y yo llamo cine. Viajar. Sin ser visto. Solo el ojo de la cámara. Sentir que cada día es único para el plano que no has pensando. ¿Planificación?... ¿para que?. ¿Acaso también tú planificas tus sentimientos… tus emociones?. Serías un ser artificial. Mecánico. El cine, mi cine, es como una religión. Una religión que no exige nada pero que lo da todo a cambio. Solo hace falta estar despierto para saber que lo que hoy es bueno, mañana será un recuerdo fallido. Sin aliento. Sin vida. Sin inercia. Una paz extraña se une a una lucha constante entre lo que se ha de sentir y lo que ella, la cámara, quiere que observes. Hay que ser fuerte y no dejarse engañar. Una sola toma vale la pena para darse cuenta que todo en este mundo es proyección. Irrealidad. Fe.
¿Por qué apuntan a Sirio?
Hace 6 años
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