sábado, 21 de marzo de 2009

DEMASIADO PELIGROSO. (Madrid 2006)

Frente al espejo
veo el hielo derretirse,
y las calles silenciosas de la ciudad
me invitan a una nueva aventura.

Y me pierdo entre las luces de neón,
sobre la lluvia gris que cae del cielo plomizo,
humedad y calor,
todo junto, bajo aquel charco de ilusiones.

En aquella barra una rubia me mira,
tiene ojos peligrosos,
de esos que predican el riesgo y el placer;
demasiado peligroso para una sola carta.

El reloj no se detiene,
los segundos aplican la justicia del carcelero.
Los instantes pasados,
ya no vuelven más.

Mi voz ronca y escondida,
mi abrigo azul y desteñido
tienen ganas de una última jugada,
la última oportunidad antes que salga el sol.

En aquella barra una morena me mira,
tiene ojos serenos,
de esos que atan de por vida, para siempre.
Demasiado peligroso para una sola carta.

Frente al espejo,
veo otro hielo derretirse,
y las paredes vacías de mi habitación
me invitan a un último cigarrillo.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

puto poeta urbano!!! joder que razón que tienes cabrón! Un libro ya por favor.

de lo mejor que he leido ultimamente.

Saray Díaz García dijo...

Demasiado peligroso para una sola carta...a veces hay que arriesgarse arquero!!