miércoles, 18 de marzo de 2009

EL CAFÉ. (Un guión... O algo así)

"La adecuada respuesta al amor es aceptarla. No hay nada que hacer".

Arzobispo Anthony Bloom.

1. INT. SALÓN. AMANECER.

Él enciende un cigarillo y comienza a fumar. Ella aún está en la cama. Él prepara café para cuando ella esté levantada. Ella comienza a abrir los ojos poco a poco. Él se siente y la espera, mirándo hacia la puerta de la habitación. Ella se levanta de la cama. Entra. Se sienta junto a él. Él deja sobre la mesa una taza de café. Ella comienza a beberlo, sorbo a sorbo, cómo disfrutando cada instante de sabor.

Se miran. No dicen nada.

ELLA. ¿Qué te ocurre?

EL. Estoy pensando.

ELLA. ¿En qué?

EL. ¿De verdad quieres saberlo?

ELLA. Sí. Tengo curiosidad.

EL. Está bien.

Hace una pausa intencionada.

EL. Estoy completamente enamorado de ti.

ELLA. ¡Pero...!

EL. No, por favor, no digas nada. Soy yo el que estoy hablando ahora mismo. Cuando termine podrás decir lo que te venga en gana. Incluso mandarme a la mierda. El caso es que esta noche me he dado cuenta que te amo con locura. En realidad no sé porque, y quizás tampoco tendría porque saberlo, ya sabes, yo creo en el misterio y en todas esas cosas que siempre te has tomado a risa. No lo podemos negar, tu siempre has sido más práctica que yo en estos asuntos. Quizás debería aprender de ti, pero lo que tengo claro, y gracias a Dios que es así es que quiero pasar el resto de mis días contigo. En realidad también tengo miedo, que coño, todo hombre tiene miedo de esas dos palabras "mujer" y "tiempo", pero de nada sirve esconderme entre lo que es evidente. ¿Sabes? Me he pasado la vida huyendo y ahora tengo la necesidad de saber porque lo hacía. Y ahora lo sé; lo hacía por ti. Suena tonto, ¿verdad? Incluso a mi me lo parece. En realidad si esto fuera una jodida película te diría; bah, esas cosas no pasan, ningún tipo con los pies en la tierra es capaz de reconocer ante una mujer que esta loca y absolutamente enamorada de ella. De hecho incluso te diría que ese director de cine es el director más malo del mundo, que no sabe de la vida. Ya ves, podría poner miles de excusas para negar una y otra vez lo que en mi corazón es imnegable; Te quiero. Quiero vivir contigo por el resto de mis días. Es más; quiero que la muerte nos encuentre a los dos. Dentro de mucho tiempo, por supuesto, no quiero que todo se vaya a la mierda tan pronto... Después de tanto esfuerzo sería una putada, ¿no crees? Pues eso; Te quiero, te amo. He preparado un plan estupendo para los dos. Bueno, dos planes. Pero uno de ellos es para los dos. El otro sólo para mi. Espero no tener que utilizarlo. Nunca me han gustado los planes B. Suenan mal, ¿verdad? Se supone que un plan B es cuando el plan A, que suele ser el más cojonudo de los dos no ha salido, pero bueno, ahora no quiero pensar en eso. No hasta que escuches decirte todo lo que tengo que decirte. Bien; el plan A. Este es. Estoy enamorado de ti. Te amo locamente. A partir de ahora pienso hacerte la mujer más feliz del mundo. Sí, lo sé... Crees que estoy desvariando, que me estoy llevando por la emoción, hombre... No he de negarte que pueden venir días malos, días donde todo lo que te este diciendo ahora suene a chino, pero te aseguro que trataré por todos los medios de recordar este momento, en realidad no hará falta recordarlo, pues ya estarás tu a mi lado, siempre, para saber, cómo todos los días de mi vida que si sigo es por ti. Por nadie más. Pues bien. El plan A consiste en hacerte la mujer más feliz del mundo. Así de sencillo. A secas. Sé que quizás no soy tu hombre ideal, que incluso tenga más defectos de los que tu alguna vez pensaste que soportarías en un hombre... Pero te aseguro que estando conmigo no te faltará nada. Y cuando digo nada me refiero a lo más importante; Amor. Sí, joder, lo demás es secundario, creéme... He conocido a muchos infelices que lo tenian todo. Todo menos amor. ¿Y sabes que fué de ellos? Unos de olviradon de quienes eran. Otros se pegaron un tiro con un revolver último modelo. Los menos intentaron amar de verdad, pero cómo no estaban enamorados se dieron cuenta inmediatamente que su vida no tenia sentido, y entonces hicieron lo mismo que te he dicho antes; Un revolver último modelo. Un tiro certero. En la cabeza, mejor. Y al otro barrio. Yo no entiendo de armas, así que afortunadamente esa elección no me preocupa. En serio; te daré amor. Es lo único que tengo y lo único que puedo darte. Puede que ahora te sepa a poco, en realidad el amor, visto así, de sopetón, puede parecer una mancha ajena para borrar todos aquellos aspectos de nuestra vida que van mal, pero con el tiempo aprenderás que el amor que te quiero dar, si me dejas, claro, se convertirá en el motor de tu vida. Vendrás cansada del trabajo, por la noche, sin ganas de hablar. Y aquí estaré yo. No te preguntaré nada porqué como te quiero sabré que no tienes ganas de hablar. Y entonces me quedaré quieto, en silencio, mudo... Pero a tu lado. Ni dire ni una sola palabra pero te podrá abrazar y entonces sabrás que aunque tu trabajo este lleno de cabrones que pretenden hacerte la vida imposible, yo estoy aquí. Simplemente para hacerte feliz. Otras veces saldrás con tus amigas y más de un tío te mirará, querrá hacerte el amor, y de seguro que quizás lo haga hasta mejor que yo, eso no lo dudo. Pero, ¿sabes que? Después de hacerte el amor te dejará sola en la cama. Pasará sin pena ni gloria. Yo en cambio, después de hacer el amor me abrazaré a ti... Y si hace calor, me apartaré lentamente, me pondré al borde de la cama, pero mi mano estará extendida por si en la soledad de la noche quieres agarrarla fuertemente. Para sentirte menos sola. Y entonces sabrás que yo, al contrario que ese tío bueno, y que folla que te cagas, estoy siempre contigo. Y por la mañana te hare café, cómo ahora. Y los domingos serán eternos, y no tendrás que preocuparte de nada porque mi café siempre será mi café, y no un café diferente cada mañana que viene después de cada noche, esas noches distintas donde de seguro te perderás si ahora me dices que no. Ah, y cuando te hagas vieja, cuando empieces a perder la memoria, a tener la cara arrugada como una pasa, a mi me parecerás tan guapa cómo ahora. Sí, lo se, eso no te hace tanta gracia, me refiero a lo de las arrugas, pero has de entender que todos iremos a viejos, y que cuando ese momento llegue querrás tener a tu lado a alguién que te reconozca tal y cómo has sido, así podréis compartir esos momentos del pasado los dos juntos. Y entonces todo será más fácil, pues tu pasado no fué solo producto de tu imaginación, tus tiempos bellos y hermosos también fueron testigos en mis ojos. En realidad niego mucho que lleguemos viejos si me dices que sí, no se... Tengo es impresión. Contigo el tiempo no pasa y eso es bueno, ¿no crees? Igual con un poco de suerte nos quedamos en la treintena. Y cuando tengamos hijos, que los tendremos, tiempo al tiempo, les podré contar cómo te conocí, el primer día que te bese... Y la primera vez que hicimos el amor. Y ellos nos miraran, y se sentiran orgullosos de que su padre y su madre sigan estando tan felices como el primer día, y entonces ellos nos querrán mas, porque entenderán que el amor existe, y si nosotros lo hemos podido conseguir ellos también.... En fin, no sé, tengo muchas más razones por las que creo deberías decirme sí, pero no quiero aburrirte. En realidad podría escribir una lista con diez millones de razones para amarte. ¿Quieres que empieze ahora mismo? Yo creo que en 100 años habré terminado. Y no porqué me cueste escribirlas ahora, o porque no las sepa... Sino porque sí te quedas conmigo, cada día que pase, cada mes, cada año... Encontraré en ti cientos y cientos de razones para saber porque eres tu y no otra la que quiero que este a mi lado. Y ahora quería hablarte del plan B. Tenía un plan B, ¿no? ¡Dios!, se me ha olvidado... Bueno, mucho mejor, porque en el plan B no estabas tu. El plan B era mi vida sin ti. Te juro que no era nada divertido. Me daba pánico pensarlo. Es por eso que mejor descartaré el plan B, ¿te parece? Es Domingo, amor... Y no quiero pensar en lo que me espera el resto de mis días si tu no estás a mi lado. Definitivamente estoy loco de amor por ti. ¿Sabes que me apetece hacer ahora? Pues hacerte el amor cómo la primera vez. En realidad no será cómo la primera vez... Y pensándolo bien suena mejor, porque primera vez suena a recuerdo, a algo que se echa de menos porque no se tiene o se ha perdido... Y yo, amor, te quiero tener... No te quiero echar de menos, solamente cuando salgas con tus amigas, o te vayas de viaje de negocios... En esas ocasiones sí te echaré de menos, pero sabré que en dos días o tres volverás a mis brazos, y entonces todo será más llevadero. Te quiero. Te amo. Estoy locamente enamorado de ti. Dime, ¿qué dices?

Ella termina de beber el café. Lo mira fijamente.

EL. Di algo, por favor... Me estoy muriendo. Me siento ridiculo. Tengo miedo... Di algo, por favor.

Ella se levanta de la silla. Le sonríe.

EL. ¿Donde vas?

ELLA. Tengo un poco de sueño. Es domingo, ¿recuerdas?

EL. Pero, dime algo, ¿no?

ELLA. ¿Y que quieres que te diga?

EL. Algo. No me dejes así, por favor.

ELLA. Me encanta tu café. Quiero otro igual el próximo domingo. Y el otro... Y el otro... Y el otro.

El sonríe y ella también.

FUNDIDO A NEGRO.

4 comentarios:

Anónimo dijo...

A mi me dicen eso y hablando malamente se me caen las bragas.

Anónimo dijo...

A mi me dicen eso y hablando malamente se me caen las bragas. Quiero que me digan eso ahora mismo!!! ¿Es tuyo el guión?

Un besito sagitario.

Saray Díaz García dijo...

Es precioso...todos buscamos domingos eternos...que grande salva!! escribes desde el corazó! Un besito!

fuegoensagitario@hotmail.com dijo...

Querida anónima; Bonita metáfora esa de las bragas cayendo al suelo, jajajaj, mejor no se puede describir, jajajaj!!!

Sí, el guión es mío. Bueno, más que un guión es una secuencia dialogada. Un apunte de una situación.... No se, pero bueno, me alegro que te haya gustado, de verdad.

Un abrazo, amiga Anónima!!!