SOBRE GUIONES, GRIPES... Y OLOR A SEMANA SANTA

Fué hace tres semanas. Estando en Barcelona. Me asome a un balcón precioso desde donde se podía ver toda la ciudad. Alli pensé en muchas cosas y una de las cosas en las que pensé fué esta;

- Hace mucho que no escribes guiones. Tú eres guionista, tío. Da lo mismo que se hagan películas sobre tus guiones o no, pero a ti lo que más te gusta es escribir. Estar en tu mundo de ficción creando personajes, historias, movidas que te han pasado, que inventas... Tienes que escribir de una puta vez. Tienes que retomar eso de los guiones. Ya hace medio año que no escribes nada. ¡¡¡Escribe, coño!!!

Pues bien; me he puesto manos a la obra y estoy escribiendo un guión.

El caso es que esta noche me he encontrado con un dilema de esos de guionistas. Dilemas que parecen una tontería pero que pueden hacer o convertir tu guión en una cosa o en otra.

A ver; tengo un personaje. El protagonista. Lo llamaremos A para no dar más pistas. He terminado de escribir el primer acto. O sea, la presentación del personaje, que le pasa, que quiere conseguir, cual es su conflicto interior, que mueve sus sentimientos... De eso trata el primer acto. Todos los primeros actos tratan de lo mismo.

A necesita un cambio. No está contento con la vida que lleva. A mandado a tomar por culo el trabajo que tiene, le ha puesto las cosas fáciles a su novia para que le deje y así tener un tiempo para pensar en sus cosas, en su vida...

Así que A está libre para buscar aquello que desea. Ahora bien, esta noche me he dado cuenta de una cosa. El guión puede (tiene) dos caminos a seguir;

A) Puede quedarse en su entorno. Y crear una trama que se produzca en su enterno habitual, o sea, su ciudad, su familia, sus amigos...

B) Puede irse de su entorno. Coger el petate y marchar a ver mundo, (bueno, país).

Sí tomo la opción A la película será un drama de personajes. Un drama íntimo de esos tan habituales en el cine Español, a mi estilo, por supuesto...

Sí tomo la opción b la película será una ROAD MOVIE, (Película de carretera) O sea, por cojones va a ser menos dramática que la opción A, porque un viaje es cambio, son cosas nuevas... Y en él tienen cabida todos los momentos; dramáticos, divertidos, melancólicos...

El caso es que hasta esta noche pensaba tomar la opción A, lo que hará del guión un guión duro, seco, cruel, muy intimista... Poco positivo. Pero luego, he pensado; ¿Y si tomas la opción B?

Sí, lo se... Las historias de carretera no son muy habituales en nuestro país, cosa lógica, ya que en recorrer España se hecha poco menos que un día y en un día, cómo es normal, no da tiempo a que un personaje (una persona) viva un recorrido vital que le haga encontrar su lugar en el mundo. Pero en el cine hay trucos, por eso se llama cine, y hay truco sobre todo en los guiones; ¿Qué pasaría si en este viaje al personaje A le pasan algunas cosas, conoce a ciertos personajes, el destino le va llevando a lugares donde, lo quiera o no, tendrá que vivir para así conocerse más así mismo?

Puede ser.... Puede ser. Aunque si os soy sincero no es la opción que había pensado desde un principio y a decir verdad no me la había planteado hasta esta misma noche.

Esto puede sonar tonto, pero muchas veces, los personajes que creas, las historias... Tienen su rumbo, su esencia... Tienes un plan perfecto de situaciones y personajes para contar una historia y de pronto la historia o el personaje principal te obliga a llevarlo a otro sitio, un sitio que no se te había pasado por la cabeza, en el cual no habías pensado... O sea, la historia que estás escribiendo tiene vida propia. Tus personajes viven por sí mismos y por mucho que los quiera dominar, es imposible; ellos saben su verdad, lo que necesitan, y harán todo lo posible para que al final, lo quieras o no, tenga que rendirte ante sus exigencias.

Sí, estas cosas pasan.

Dios, cómo me gusta escribir guiones. Sí esta misma noche un Genio me ofreciera un deseo le diría; QUIERO VIVIR DE ESTO. QUIERO ESCRIBIR GUIONES TODA MI VIDA. QUIERO ESTAR EN CASA, A MI PUTA BOLA... ESCRIBIENDO, IMAGINANDO... Y ENCIMA QUE ME PAGUEN POR ELLO.

Seria genial, ¿verdad?

Pues nada; aún guardo esperanzas. Cosas más improbables se han visto, ¿o no?

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Estoy malito. Tengo una gripe del copón. El sábado salí de marcha y no tuve que hacerlo. Fué peor aún para mi gripe... Pero bueno, es lo que hay. Espero estar bueno mañana porque quiero ir a clases. Es curioso; este año disfruto yendo a clases. Me encanta estar con los compañeros. Sí, en serio... Me siento cómo en familia... Y encima estoy aprendiendo, guauuuu¡¡¡¡

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Ya mismo empieza la semana santa. Es una de la épocas que más prefiero del año. Hay un olor especial, un ambiente especial... No, ya lo he dicho muchas veces, ni creo en Dios ni estoy dispuesto a llevar un cristo en mis espaldas... Pero es raro entender, si no eres aqui, la sensación que uno siente cuando recorre estas calles llenas de gente... Y estas gentes tienen pasión por lo que están viendo. Vamos, que más de una vez me he emocionado viendo un cristo, una virgen... Y juro por Dios que no creo, jajajjaa... Es el ambiente. Me trae buenos recuerdos. No lo puedo evitar. Son esas cosas raras de uno mismo que no se pueden explicar... Y sí se explican... Pierden la magia.

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Por cierto; me estoy haciendo un experto en leer firmas. El sábado por la noche leí las firmas de 5 amigos, (a tres de ellos no los conozco mucho en profundidad, lo digo por si pensáis que hay truco), y se quedaron flipados. No se.... Es 40 por ciento cosas que he leído sobre grafología y 60 por ciento magia, intuición... Clarividencia, en serio.... A veces me sorprendo a mi mismo. Debe ser cosa de familia, pues mi madre acierta las cosas enseguida, pero a veces me doy miedo... Veo unos ojos, una actitud y radiografío a la persona en menos de dos minutos.

Y sí queréis que os lo demuestre os lo demuestro.

Un beso a todos.