lunes, 9 de noviembre de 2009

EL ESPEJO. Una película de Andrei Tarkovski

"El espejo" es una película que fué dirigida por Andrei Tarkovski en el año 1974. Hablar de este director de cine siempre es complicado ya que es uno de los pocos autores de la historia del cine cuya obra fílmica cuesta mucho explicar con palabras. Cómo bien dice él en su libro "esculpir en el tiempo", las palabras se quedan cortas para expresar la verdad de las cosas ya que la verdad es sentida e intuída y las palabras son pensadas... perfecto ejemplo este de porqué su cine es mejor verlo, observarlo detenidamente y dejarse llevar por las sensaciones que sus imágenes fílmicas nos pueden hacer sentir.

Tarkovski sólo hizo 7 películas. De película en película sus esfuerzos titánicos por levantar cada proyecto eran tremendamente costosos ya que el gobierno de la URSS no veía con buenos ojos que un director soviético utilizara el cine para contar historias personales y poéticas y no para hacer un cine socialista que engrandeciera los conceptos políticos de un país que lo politizaba todo hasta extremos exasperantes. Por lo tanto, y durante que estuvo viviendo en la URSS, Tarkovski fué odiado por muchos de sus compañeros de profesión, llamada cientos de veces por el comite político del sindicato del cine para intentar que sus películas fueran más "normales" y que estás respondieran a lo que el gobierno esperaba de un director ruso... pero Tarkovski fué implacable, sólo hay que leer sus diarios y escritos para intuír que un alma tan libre y sincera no podía ser doblegada por los poderes fácticos.

Así que después de "Stalker", su última película rusa... cansado y agobiado por el trato que se le estaba dando en su país de origen, decidió dejar su Rusia natal y emprender un forzado exilio que lo llevaría desde Italia a Suecia... y desde Suecia a Francia, dónde moriría en Paris de cáncer de pulmón en el año 1986, pocos meses después de haber finalizado el rodaje de su última película "sacrificio".

No hace falta ser muy listo para darse cuenta de que Tarkovski fué un autor cinematográfico de una entidad personal y artística que raya la genialidad... y para muestra sólo hay que ver algunas de sus películas, filmes que, dicho sea de paso, no son fáciles de acceder ya que un acercamiento a la obra de este autor se debe hacer con una mirada totalmente virginal y límpia... en el sentido más estricto de la palabra ya que el cine de este autor no se parece en nada a algo que hayamos visto antes.

Cómo he dicho en un principio hablar de sus películas es harto complicado, no se pueden explicar con palabras porque las sensaciones que se tienen cuando se ven son complejas y no exagero si digo que, en muchos momentos de su filmografía, nos podemos sentir que estamos accediendo ante un mundo oculto y secréto que sólo Dios y no un hombre nos puede ofrecer. Este mundo secreto se materializa en una fijación fílmica por poder expresar lo que hay detrás de la imagen que vemos... lo que se esconde detrás de cada momento que el ser humano vive... lo que hay detrás del tiempo... de los recuerdos... de lo que somos y a veces, porque no entendemos, no sabemos que somos.

Hoy he vuelto a ver "El espejo" y me he vuelto a sobrecoger por la belleza inusitada de sus imágenes y por los misterios ocultos que encierran cada una de ellas. Sueños y realidad se mezclan en este filme con total libertad... el director nos narra sus recuerdos de niño y su vida adulta y actual que tenía en el momento de rodar el filme... es algo así cómo "ocho y medio", sólo que en este poema audiovisual lo feo es hermoso y lo hermoso es feo... las capas de la verdad no dicha pero si intuída se puede observar con tal detenimiento que muchas veces nos preguntamos sino estaremos ante nuestros propios recuerdos, ante aquel misterio de nuestra existencia que cerca del mundanal ruido se nos oculta esperando ser descubierta cuando nuestra alma, y no nuestros ojos, sea capaz de observar desde la luz al abismo y desde el abismo al infinito.

En "El espejo" un niño sueña que su madre tiene el rostro de su mujer; una mujer hermosa vestida de blanco camina a cámara lenta por una casa cuyo techo se cae a pedazos en una melodía caótica hermosamente dirigida; otro niño asiste al encuentro con un fantasma en la casa dónde vive su padre y de esta presencia sólo queda el vaho de una taza de té sobre la madera de una mesa que poco a poco va desapareciendo; la misma mujer vestida de blanco sueña que recuerda a su marido desaparecido tras la guerra y que lentamente este le acaricia el pelo... y ella, dormida, levita sobre la cama...

En "El espejo" unos niños asisten al acontecimiento increíble de un fuego quemando una casa de madera; una pareja discute mientras sus imágenes son tomadas desde un espejo iluminado por el sol de media tarde y su hijo, desde fuera, asiste impávido ante un futuro desolador; la misma mujer (que es madre y esposa, en tiempos diferentes... recuerdos desfigurados por el paso del tiempo), debe matar a un gallo y su acto asesino es filmado con tal belleza que pone los pelos de punta... las plumas poco a poco van cayendo sobre el rostro de la joven y ella mira a cámara... y de pronto su mirada angelical se torna diabólica, siniestra... oscura y tensa.

Entre tanto sueño o realidad, la música de Bach y Purcell inunda la pantalla... exiliados españoles (los niños de Rusia), cuentan a cámara hazañas de famosos toreros recordando así la tierra que ya, nunca jamás, se podrá volver a pisar.

Y durante 106 minutos asistimos (si queremos dejarnos llevar) a la perfecta definición de arte poético cinematográfico, ya que cada secuencia tiene un ritmo, una métrica determinada que causa efecto depende de la secuencia que venga antes o después... y nos sentimos maravillados y sorprendidos, (hasta asustados), porque lo dormido de nosotros mismos está expresado en esta película con una absoluta verosimilitud... con una certeza de antropólogo del alma y de lo infinito, de aquello que, cómo bien dice Tarkovski, no se puede expresar con palabras.

UNO DE LOS SUEÑOS DE LA PELÍCULA

http://www.youtube.com/watch?v=VOH0dEOdZuY

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