miércoles, 11 de enero de 2012

De recuerdos y viajes en el tiempo

Primer post del año 2012.

Hace apenas una semana que volví de Barcelona. Lo he pasado genial. En realidad Júlia y yo no hemos hecho gran cosa, ver muchas películas, frikear en tiendas de cine... pero hemos estado juntos que es lo importante, y su compañia y presencia me basta para hacerme feliz.

Ayer por la tarde me di una vuelta por Málaga en busca de chollos cinematográficos, o lo que es lo mismo; algunas películas para comprar, buscar algo interesante... aprovechar las rebajas.

Saliendo del centro comercial Vialia me acordé que en el centro comercial Larios, que está al lado, hay un Eroski y que ese Eroski tenía una sección de películas a la que iba hace ya muchos años a pasar horas y horas mirando ofertas, haciendo batidas, comprando películas que aún conservo con mucho cariño. Tuve dos estapas Eroski; la primera de ellas cuando era un adolescente y solía visitar el centro comercial los sábados, primero el Urende y luego el Eroski. Recuerdo que en el Urende me compré hace ya la tira de años, creo que en el 1996 un recopilatorio de todas las películas de James Bond que aún conservo y escucho de vez en cuando. Recuerdo hasta el precio 1995 pesetas de aquellos tiempos, casi nada... la paga de dos semanas.

La segunda etapa fué cuando compartí piso por primera vez. Vivía en la calle Ramón Alarcón y el centro comercial que pillaba cerca, así que de vez en cuando me acercaba al Eroski y buscaba algún chollo en dvd, ni que decir tiene que encontré unos cuantos, como por ejemplo DOBLE CUERPO, de Brian de Palma, a tan sólo 4,95 euros, cuando en el Corte Inglés, creo recordar, valía 20 euros.

En fin, no divagaré más... el caso es que ayer volví a la sección de películas del Eroski y tuve un viaje en el tiempo, o lo que es lo mismo recordé cuando esa sección estaba petada de gente, había muchas películas para vender y yo y mi mejor amigo por aquellos tiempos nos pasábamos horas y horas buscando algún chollo. El de música y yo de películas.

Ayer la sección estaba vacía. No había nadie. Había cambiado de forma y distribución. Apenas la reconocía. Parecía un lugar fantasmal, arrasado por una hecatombe extraña y sin nombre que en tan solo un momento había quitado todo el encanto a aquel espacio. Después de reflexionarlo durante un momento caí en la cuenta de que esa hecatombe no era otra cosa que el paso del tiempo. Y entonces, allí estaba yo ayer... como hace 13 años, como hacía 8... buscando algún chollo pero extraño, algo perdido.... sin reconocer aquel lugar como uno de mis sitios de evasión cuando era un adolescente.

Ni que decir tiene que me acordé también del que por aquellos entonces era mi mejor amigo. Un pensamiento me llevó a otro y entonces caí en la cuenta de que en realidad las relaciones humanas, ya sea amor o amistad, son extrañas... puesto que son las únicas que empiezan siendo algo y pueden terminar siendo nada, sin apenas dejar rastro. Un edificio, al ser destruido puede dejar un hueco en la tierra. Un árbol al ser talado puede dejar en el suelo hojas o restos de madera... pero algunas relaciones humanas no dejan nada, sólo recuerdo, pero el recuerdo sólo existe en tu memoria y entonces es como si en realidad no tuvieses nada.. pues la memoria y los recuerdos pocas veces se pueden explicar con todo lujo de detalles a alguien, entonces... ¿qué nos queda?

Recordé también los tiempos de la ESAD, cuando todos éramos amigos y nos queríamos comer el mundo. Eso me llevó a recordar algunos rollos o ligues que tuve, de los que ahora no sé absolutamente nada, bien porque no acabamos muy bien o bien porque, sin dar más explicación, me aparté de sus vidas y les negué una contestación a sus llamadas.

En cualquier caso todas las personas que vamos conociendo, sigan estando con nosotros o no, nos dejan recuerdos buenos y malos, a cada uno de nosotros les corresponde poner estos recuerdos en el lugar que les corresponde.

Pero una cosa es bien cierta... ¿quién devuelve "el tiempo perdido"? ¿a donde van los buenos momentos?

El destino me tenía otra sorpresa preparada para cuando volvía a casa. Estaba en el bus escuchando música con mi MP4 cuando de pronto un impulso extraño me hizo mirar por la ventanilla... a pocos metros de mi, en la otra acera de la calle, estaba el que hace muchos años fué mi mejor amigo, estaba entrando en un portal, el portal de la que antes era su casa y ahora supongo seguirá siendo la casa de sus padres.

El no me vio a mi pero lo observé los apenas diez segundos que el bus estuvo en su trayectoria y entonces pasaron por mi mente todos los buenos momentos que había vivido con esa persona. Y ahora viene lo extraño... lo único que quedaba de esa persona cuando la estaba viendo eran sus recuerdos, porque la imagen física de esa persona me resultaba ajena, ausente... borrada.

¿Cómo es posible que apenas 20 metros de calle separen el futuro del pasado? ¿Los buenos momentos del olvido? ¿La amistad del extrañamiento? ¿Lo conocido de ayer... y lo extraño de hoy?

¿Se debería de mantener una amistad aunque sólo se alimente del recuerdo?

Esta semana me veo viejo. Echo de menos a mi amor, a mis amigas de Madrid... Echo de menos las juergas en casa de Estela, echo de menos cuando mi amiga Tania venía a casa y nos tomábamos un zumo hablando de como sería el futuro... echo de menos las tardes en la escuela de arte dramático, cuando entre té y té nos preparábamos para el siguiente examen o Carlos nos contaba sus aventuras en su último rodaje.

Y por eso mismo, porque echo de menos algunas cosas que tuve, desde hace alguno meses procuro hacerles saber a las personas que me importan que, las vea o no, aún siguen estando en mi recuerdo... y por supuesto en mi vida.

2 comentarios:

Saray dijo...

Ay Salvita qué bonito verte enamorado después de tanto tiempo...el otro día estuve releyendo tu blog... y jo, es emocionante y precioso ver toda tu evolución, gracias por mostrarnos tu mundo interior y tu visión, tan especial, de la vida...

A mí también se me viene a la mente, muchas veces, ese sentimiento de nostalgia de tiempos pasados, a mí me ocurría con los libros y la música, especialmente... podía pasar horas remirando y revisando colecciones musicales en diferentes mercadillos y librerias de barrio... ahora de aquello, cada vez queda menos... :(

Cuándo me entra la tristeza melancólica ñoña que yo la llamo... recuerdo Barcelona y con ella, mis paseos en soledad, buscando un libro o un disco que me alegrará el día, en realidad, son las cosas que mueven el mundo...el reencuentro con uno mismo, no hay nada más valioso en la vida... y partir del conocimiento personal, enamorarte y poder entregarte a otra persona, cómo tú haces, arquero!

Cómo me gusta leerte!!

Un abrazo y me alegro mucho, mucho!!!

fuegoensagitario@hotmail.com dijo...

Hola Arquera!!!

Cuanto tiempo sin saber de ti! Da gusto que aún me sigas, ¿cuantos años van a hacer ya?

Pues si, como he dicho muchas veces, en alguna ocasión pensé en cerrar el blog pero siempre pienso lo mismo "es como mi evolución.. leyéndolo me entiendo a mi mismo... y los demás también me entenderán", asi que aqui seguimos al pie del camión.

No puedo prometer nada pero tengo intención de escribir mucho más este año. De volver al estilo de viejos post, más personales, mas directos.

Yo también solía pasear por Barcelona buscando un libro o una película para que me alegrase el día. Joder, como se nota que somos arqueros, jajajaj!!!

En fin Saray, que te sigo leyendo, que espero todo te vaya de lujo, (eso si, escribe más... lo creas o no hay gente que necesitamos de tus palabras).

Un fuerte abrazo!