lunes, 8 de febrero de 2010

NAUSICAA BONNÍN





Sorprenderá a muchos ver a esta actriz novel y recien llegada al panorama cinematográfico español como uno de mis rostros favoritos del cine. Para todos aquellos que estén sorprendidos y/o extrañados les recomiendo fervientemente que vean "Lo mejor de mi" de Roser Aguilar y "Tres días con la familia" de Mar Coll, allí encontrarán el rostro de esta magnifica actriz, un rostro que vaticino será uno de los más importantes en el cine español de los nuevos tiempos.


El rostro de Nausicaa es cristalino, puro, quizás algo frío... pero el rostro de Nausicaa esconde recovecos mágicos, inmensos, de esos donde una interpretación pueden ser elevada a los altares de la magia cinemática. Sus ojos verdes y tristes, pausados, dotan a sus interpretaciones de un tempo extraño y ausente, como de vieja fotografía en blanco y negro, mirada suspendida entre el mundo de los vivos... y de los vivos que, como el último personaje de Bonnín, están algo muertos en vida.


La capacidad expresiva de este rostro es increíble, dotando a los primeros planos de unos momentos realmente maravillosos para todos aquellos que sepan apreciar un cine del silencio, donde las palabras sobran porque no hacen falta.


Si dotamos a este rostro de una magnifica voz y unos movimientos que son absoluta naturalidad interpretativa, tenemos por resultado la magnifica composición de una grande.


Sí, y ella es Nausicaa Bonnín.

(Suerte el Domingo próximo con los Goyas. Vas a ganar)


GUILIETTA MASSINA

















Massina. He aquí uno de los rostros femeninos cinematográficos más apasionantes de todos los tiempos. Massina estaba casada con Federico Fellini y junto a su marido hicieron dos inmensas obras maestras donde ella era la absoluta protagonista; "La strada" y "Las noches de Cabiria".

Lo maravilloso del rostro de Massina se encuentra en que es, a la misma vez, inmensamente trágico y enormemente cómico, en su faz se pueden observar estos dos estados tan antagónicos y quizás es por ello que su rostro, tan maravilloso por estas cuestiones, es signo imborrable de personajes inolvidables, dotados de una enorme vitalidad y pasión, de unas ganas grandes de vivir, de no ser derrotados... y de una pureza virginal que dotaba a todos sus personajes de un gran sentido de la sorpresa, de la espontaneidad imnata. Su rostro es la de una mujer que aún no ha dejado aparcada a aquella niña que un día fué.

El éxito de "La Strada" y "Las noches de Cabiria" residen en la fuerza de este rostro y en la gran calidad interpretativa que Massina sin lugar a dudas tenía. Se la ha comparado muchas veces como el Chaplin femenino de la historia del cine y yo me atrevería a decir que ni Chaplin ha estado tan bien como ella en todas las películas que hizo.

Massina y Fellini. Fellini y Massina... dos personas unidas en vida y unidas en la ficción. Para siempre. Por siempre.

domingo, 7 de febrero de 2010

ANNA KARINA


ANNA KARINA
Anna Karina es otro de esos rostros de la historia del cine que estarán eternamente ligados a las películas que interpretó y al sentido único de las mismas.
Como Vitti, fué musa y esposa de su marido Jean Luc Godard, un director muy conocido y afamado que según mi punto de vista, en cuanto dejo de colaborar con esta actriz perdio todo el interés.
El rostro de Karina es enormemente dulce y frágil. Sus primeros planos, ("vivir su vida") son todo un acontecimiento cinemático que se debe disfrutar con el simple placer de observar la grandeza y la profundidad que un rostro que parece danzar al ritmo de la cámara que lo estaba filmando.
Decía Gordad que rodar a Karina era como hacerle el amor, incluso mejor... y este sentimiento dramaturgíco de la imagen se puede notar en cada uno de los filmes que hicieron juntos.
Ese rostro dulce y frágil se podía convertir de buenas a primeras en un rostro frío y distante... alejado de la realidad como si de una pintura abstracta se tratara. Aún en ese distanciamiento, aún en esa frialdad motiva por diversos personajes y exigencias de guión... el rostro de Karina es, sin lugar a dudas, uno de los rostros más perfectos y cinemáticos que el cine ha dado en sus cien años de historia.

MONICA VITTI


















MONICA VITTI


Ni la Loren, Ni la Cardinale... de todos los rostros maravillosos de mujer que el cine italiano ha dado a lo largo de su historia, es Monica Vitti la que más me dice. Fué musa y esposa de su director predilecto, Antonioni, y juntos colaboraron en las mejores películas del maestro.

Es el rostro de Vitti un lugar lleno de matices enigmáticos y extraños que parecen expandirse más allá de la pantalla. Un rostro duro y de facciones marcadas que supo exprimir al máximo los personajes cansados y hastíados que Mónica solía interpretar en las películas de su marido.
En el cine de Antonioni el rostro de Vitti se funde con el paisaje, con el sentido plástico de una puesta en escena que integra perfectamente la figura humana en el entorno inerte.

El rostro es una maravilla cinética a 24 fotogramas por segundo... y si a esto le unimos una voz grave, llena de matices y una risa maravillosamente infantil... tenemos como resultado uno de los monumentos (y no lo digo en el sentido sexual ni machista) cinematográficos más importantes de la historia del cine.





miércoles, 3 de febrero de 2010

SOBRE DIRECTORES DE CINE QUE ME APASIONAN

DOUGLAS SHIRK

Cierta crítica moderna y elitista detesta a este director de cine norteamericano por dos motivos; hizo melodramas (considerado un género menor), y su trabajo es considerado como el mero realizar de un artesano sin mayores pretensiones. Ni que decir tiene que muchos de los que dicen esto no entienden ni captan la grandeza del cine de Shirk, grandeza que se puede observar en sus imágenes (de eso se trata esto del cine, ¿no?), y en la inmensa caracterización de todos los personajes que intervienen en sus filmes. Sus historias pueden ser (o parecer) tópicas, pero en el cine importa más el cómo que el porque... por lo tanto si nos atenemos a lo que vemos, o a como se nos está contando determinada historia, el cine de Shirk no dejas lugar a dudas; es uno de los grandes, le pese a quién le pese.

Sus imagénes son poderosas debido en gran parte al excelente trabajo que su director de fotografía habitual, Russel Metty, realizó para estos filmes. Y Shirk crea unas técnicas de montaje en diversas secuencias que se adelantan a su tiempo, por las cuales configura significaciones metafóricas o dramáticas con respecto a lo que se nos está contando. Para muestra un botón; el principio vertiginoso de "Escrito sobre el viento" y la escena cumbre de este filme, donde un vestido rojo y un cuerpo que danza sin parar... enlaza diversas situaciones dramáticas donde la sangre, la tensión y el drama están unidos. Otra muestra de la grandeza de este director son "Imitación a la vida" y "Angeles sin brillo".

En "sólo el cielo lo sabe" tenemos otra grandiosa muestra de la calidad de este director; la protagonista, derrotada y abatida por una vida que está siendo complicada y vacía, se ve reflejada en la pantalla apagada de una televisión recien adquirida, mientras el vendedor le dice; "He aquí la televisión. El invento del mañana. Dónde todo es real como la vida misma". Hermosa metáfora de la desintegración y la deformidad de una clase social de la que sólo quedaba un reflejo, una mentira, una imagen deformada. Todo es artificio.

FRANCOIS TRUFFAUT

La mayor virtud de Truffaut es que su dirección es invisible. Por un momento nos olvidamos de que estamos asistiendo a la escenificación dramática de vidas, historias y sensaciones. Todo en el cine de Truffaut es fluidez y naturalidad. La cámara queda anulada a pesar de que esta jamás deja de moverse.

Otra grandeza de este director son sus personajes. Truffaut no juzga nunca a sus criaturas, las acompaña en su vida... y marca una distancia loable y sana que evita los prejuicios aunque algunos personajes tengan más de un defecto por los que en la vida real podrían ser prejuzgados. Sus personajes aman u odian por motivos que son explicados sin segundas lecturas, sin falsas acotaciones o sentidos dramáticos que puedan empañar la imagen que de ellos mismos se pueda obtener. Esto da como resultado unos personajes tremendamente humanos, muy apegados a la realidad... con inmensos gestos y tics que se hacen palpables a cada momento.

Se ha dicho mucho y se ha repetido hasta la saciedad pero el cine de Truffaut destila amor y humanismo por todos lados. "Besos robados" narra de una forma exquisita el paso de la adolescencia a la madurez. En ella se nos cuenta la historia de un chico que quiere ser aceptado por todos y que quiere dejar de ser un out-side para integrarse en un mundo que no entiende bien... pero que le apasiona hasta límites insospechados.

"La mujer de al lado" es una historia de amor basada en la leyenda de "Tristán e Isolda". En este filme la pasión es escenificada con todo el placer... y con todo el dolor. Posiciones antagónicas se encuentran conviviendo bajo la piel de dos personajes que quieren dar rienda suelta al amor... pero tienen miedo. Miedo de los demás. Miedo de ellos mismos.

En "La habitación verde" Truffaut habla de la muerte con toda la normalidad del mundo. La normaliza hasta límites insospechados... la hace parte de la vida. Huye de todo miedo religioso y toda comnotación moral y pone encima del tapete los sentimientos claros y sinceros de un hombre que ha entendido que solo muere aquella persona o aquella cosa que se olvida. Por lo tanto, para el personaje principal, y también para Truffaut, la muerte sólamente es física... pero esto apenas importa si dentro de nosotros mismos aún vive el recuerdo. Es, muerto el recuerdo, cuando morimos nosotros.

Truffaut no quiso ser tan trascendente y "culto" como su compañero de profesión Godard... y con esa idea, tan modesta, clara y sincera, ha llegado a límites artísticos más amplios y completos que Godard. Truffaut entendio que el cine, como parte de la vida, sirve para comunicar y no para aislar.

Su muerte fué toda una perdida para el arte cinematográfico. Y aún hoy, 30 años después, ningún director ha sabido hablar de las cosas de la vida como Truffaut hablaba en sus películas. He aquí su grandeza. He aquí su eternidad.

MICHELANGELO ANTONIONI

La importancia de Antonioni para el arte cinematográfico y el arte en general de la segunda mitad del siglo XX es capital. Nadie como el ha hablado del estado de hastío en el que el mundo moderno ha caído desde hace ya unas cuantas décadas.

Incomunicación, soledad, alienación... todo esto se ha dicho de el. Pero hay algo más; sus imágenes cinematográficas, artísticas en su composición y dramáticas en su intención, son de una fuerza imborrable, de un poderoso magnetismo que aún hoy, años más tarde, siguen inspirando a nuevos realizadores que pretenden hallar en la sombra del maestro, sus armas de comunicación.

Es Antonioni un cineasta total en el sentido de que integra todo en la puesta en escena. El actor es un elemento más de composición, un resorte estético y dramático que refuerza las intenciones estilísticas y temáticas. Su puesta en escena está realizada por capas; por elementos y sensaciones que se van superponiendo unas sobre otras, creando con ello un efecto distanciador y diferenciador. En el cine de Antonioni el ojo debe mirar... jamás entender. Sólo mirando se puede hallar una respuesta al juego escénico y/o dramático planteado.

En "la aventura", y por primera vez en la historia del cine, el relato se suspende... se fragmenta en ciertos trozos o cadencias que cada uno debe ir componiendo. La protagonista principal desaparece a los cincuenta minutos de película y a parti de aquí nace la idea de un relato anclado en la suposición, en los tiempos muertos... en la espera.

En "La noche" asistimos en tan sólo 24 horas a la desintegración de un matrimonio que creía conocerse y amarse. Ahora son cadáveres vivientes que vagan por una ciudad abandonada, por estancias de casas y edificios que apenas muestran un ápice de personalización. El y ella asisten impávidos a un juego de asuencias, renuncias y esquivos... ya no son capaces de amar. Por lo tanto, ya no son capaces de vivir. Por eso necesitan ocupar sus espacios vitales, llenarlos de algo que no les haga sentirse solos y aíslados... de ahí que los planos, estéticamente compuestos, estén llenos de elementos deformes, asimétricos... reflejo puro de sus estados anímicos.

"El eclipse" es el colofón definitivo de todo lo que Antonioni nos ha ido exponiendo en sus películas anteriores. Chica conoce a chica y viceversa. Pero apenas hay tiempo para amar, para empezar algo, para adentrarse en el otro y conocerse en realidad. El miedo, el tiempo, la modernidad veloz y fulgurante no deja espacio a la intimidad, a que la coraza personal de cada uno se abra de par en par. Es por eso que su primer encuentro es en el edificio de la bolsa y sus cuerpos están separados por una gran columna de Mármol... que corta sus cuerpos (compositivamente) en dos. Esa columna es metáfora sólida de todo lo que les separa. Sus corazones y sus almas son duras como el acero. No tienen vida.

Al final del film los dos personajes quedan en verse en el mismo lugar de siempre... pero nunca llegan. Durante 7 minutos la cámara de Antonioni filma el lugar de sus encuentros... pero lo filma de una manera extraña, asusente, borrada, lejana... Un rostro anónimo, un pequeño charco, un trozo de madera que flota en el agua, una nube extraña y lejana, una farola que poco a poco se va encendiendo... y aparece la palabra FIN.

Los dos personajes no han acudido a la cita. Pero el lugar sigue estando Solitario. De nuevo el relato se suspende pero ya de manera más dramática y exagerada, casi abstracta. Antonioni ha logrado fundir al hombre con el entorno. El hombre no es sino un elemento más. Ya no tiene entidad. Ha muerto. Es un objeto decorativo que apenas se diferencia del resto.

domingo, 31 de enero de 2010

1 DE FEBRERO

1 de Febrero.

Hoy vuelvo a fumar un cigarrillo mientras os escribo desde mi pequeño ordenador portatil. Como hace ya mucho tiempo, medio año creo. Echaba de menos este momento del día; mi blog, mi cigarrillo, mis palabras... y vosotros, mis lectores... cuando ya todo el mundo duerme y apenas hay ruido. Cuando mi palabra física y sonora de mi cabeza deja paso a mi palabra escrita, que sale de mi corazón.

Después del rodaje de mi corto he caido en una "semi-depresión" Ya me advirtió Merche, la maquilladora; -después de rodar te sentirás raro, con ganas de más. Pasarás una pequeña depresión post parto que no terminará hasta el día del estreno.

Pues eso; que Merche tiene razón. Estos días ando triste, algo alicaido. Supongo que en esto tiene mucha culpa el haber vuelto a las aulas de la ESAD. La ESAD se está convirtiendo, a mis 29 años recien cumplidos, en el compromiso más aterrador, aburrido y cansino que he tenido jamás. Por un lado me da mucha pena tirar tantos años por la borda, no terminar lo que he empezado... pero por otro lado ese lugar y las cosas que ocurren en el se me hacen muy cuesta arriba. El otro día se lo comentaba a una de las profesoras de la Esad, Ana; "Ya apenas me reconozco en ese chico que un día, hace ya seis años, se sentía muy feliz porque había conseguido entrar en la escuela superior de Arte Dramático.

Mi periodo de formación en ese "antro de mala muerte" me ha hecho más triste, más desconfiado, a potenciado mi lado negativo... se ha llevado un buen puñado de ilusiones que sentí jamás me iban a abandonar. Atrás quedan los primeros años, el primer año y medio para ser más exacto; atrás quedan esas ilusiones por aprender, esos amigos que con el tiempo se fueron o no eran tales... esa alegría por intentar que todos los conocimientos se apegaran a mi con el fin de que en un futuro estos me pudieran servir para algo. A día de hoy puedo decir, certificar y asegurar que si algo me ha enseñado la carrera, que si de algo me ha servido... ha sido para aprender a torear a mucha mala gente... para no fiarme de nadie (en el terreno profesional) y para saber que la vida está llena de genta maravillosa.... y de hijos de puta también, y que estos hijos de putan van a hacer lo posible para joderte la vida, simplemente porque desde el primer momento has decidido ser sincero contigo mismo... y no has entrado en cierto juego de apariencias, lame-culeo... y demás cuestiones que pensé no iban ligadas a formarte en un centro de estudios.

Hablando en plata; no sé si podré aguantar. No sé si ya me quedan fuerzas. Y aunque las tengas, ¿de que sirve hacer algo cuando ya no tienes ilusión? En esto siempre he sido un poco cabezón. Siempre he pensado que uno tiene que estar mínimamente ilusionado por lo que hace o lo que pretende. Muchos me dicen; "Sí, pero yo no estoy ilusionado con mi curro pero es lo que hay". Y entonces yo siempre pienso lo mismo; sí no hay ilusión, aunque mínima... si no tienes ganas... no merece la pena. Siempre he pensado que todos somos actos para cambiar, para dar un vuelco a nuestras vidas... lo que pasa es que a la hora de la verdad nos adaptamos, somos cómodos.... nos acojonamos de miedo y preferimos el calor de lo conocido que no la incertidumbre de lo que pueda venir. En cualquier caso somos responsables de todo lo que tenemos, o al menos de todo aquello que hemos elegido. Por lo tanto; o sigues... o cambias.

Ahora mismo mi vida en muchos aspectos es aburrida y previsible. Quiero cambiarla. Cierto es que
también he aprendido a descubrir el motivo de la insatisfacción de cuando tu vida es aburrida y previsible; esto no viene de fuerzas exteriores, sino de ti mismo o de tu actitud. Así que ahora cuando me siento así, no pongo tierra de por medio... sino que trato de ordenadar y seleccionar todo lo bueno y todo lo malo... Lo bueno, como es lógico va dentro, perdura, se queda conmigo... Lo malo va fuera. Sin solución. Sin remisión.

Es por eso que la ficción siempre me ha parecido más fiel y perfecta que la realidad. En la ficción puedes cambiar, probar... al fin y al cabo no pierdes nada. En la realidad cada prueba lleva un cambio y cada cambio conlleva una elección que significa dar portazo a otras oportunidades y a otras lecciones de vida que jamás conoceras, pues las apartas de ti creyendo que es lo mejor que estás haciendo en ese momento. Pero si es lo mejor o lo peor... nunca lo sabrás. No se puede volver atrás.

Me queda la alegría de saber que tengo unos amigos que valen su peso de oro. De saber a ciencia cierta que a cada paso y a cada elección tengo personas que me apoyan y me dan su sincera opinión aunque, como siempre ha sido y será, siempre me guste hacer lo que yo decida hacer. Aún a riesgo de equivocarme. Sabiendo que, por encima de todo y de todos, yo fuí director de mi destino.

domingo, 3 de enero de 2010

OFF LOVE

Feliz año a todos!!!

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Hoy toca un post de esos dónde hablo de mis sentimientos. (Ya era hora, ¿no?)

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Seamos (seré) sincero. Hace tanto que no me he vuelto a enamorar que empiezo a dudar de ese sentimiento... y lo que peor; empiezo a dudar de mi mismo.

Hace tanto que no siento ese cosquilleo de estomago... y esa fuerza de una mirada ajena que te mira detenidamente, que comienzo a pensar que si alguna vez sentí eso (que de hecho lo sentí), sólo fué producto de mi imaginación... un sentimiento efímero que tardo en venir tanto cómo, en un breve tiempo, y sin apenas avisar, se fué...

Supongo que comienzo a entender que sólo me enamoré de verdad una vez, hace ya mucho tiempo. Supongo también que no todos los enamoramientos son iguales... pero si no son iguales, o al menos semejantes al que tuve, comienzo a pensar que entonces, el que venga... cualquiera que sea, por ser mínimo, diferente.... no merece la pena.

El caso es que hago balance... o memoria, cómo más os guste... y caigo en la cuenta de que "mi botón de la ilusión" está más que apagado, muerto. Es una mezcla de desconfianza y desengaño. Y juro por Dios que tampoco me ha ido tan mal en los asuntos del corazón... pero supongo que aquello que dicen las canciones, y las películas.... esos sentimientos de los que mil veces hemos hablado pero pocas veces se presentan en la vida real... me han hecho daño... en el sentido de que, aunque os sorprenda a muchos y a muchas.... sé que en el fondo... por mucho que lo niege... por mucho que me haga el fuerte o el indiferente... siempre he sido un románticon desaforado.

Y básicamente no hay Dulcinea para tanto Quijote... (sí se me permite la metáfora, of course).

Reconozco también que de tanto jugar a la misma baraja... algunas cartas se cayeron al suelo... y ya no están para una nueva mano. Supongo que la edad va haciendo mella... supongo que, cómo dice Estela, soy demasiado exigente con aquello que puedo encontrar en estos mundos extraños y complejos del deseo y la ilusión... pero la verdad es que no me veo enamorado... sé que es algo que no se busca... que simplemente se encuentra... pero bien sabe cualquiera que hay que estar receptivo a nuevas historias... abierto a nuevos sentimientos... siempre alerta, ¿no?... Pues ese es el problema; que yo ya me he cansado.

Estos días hago balance de lo que tuve y me gustaría tener. Sinceramente no hay mayor perdida de tiempo que abrirse a estas conjeturas dónde uno piensa en el pasado, se conforma con el presente y sueña con el futuro... pero soy humano, soy sagitario, (nos gusta ahogarnos de vez en cuando en nuestra mierda melancólica...) y que coño... es extraño que después de tanto tiempo no me haya vuelto a enamorar cómo bien sé yo que me enamoro... (o he estado enamorado), que quizás piense sea lo mismo... pero ya no lo sea.

En cuanto a la mujer perfecta... sé que no existe... de hecho de haberla.... no sería para mi. Me gustan las imperfecciones, los retos... las chicas que me meten caña... y las princesitas que guardan en su interior un cruel guerrero que lucha por su independencia... y su espacio vital. Por lo tanto mi mujer perfecta es una aventurera nata. No se tome este termino cómo una loca que cada dos por tres necesite cambiar de vida.... (ya no estoy para esas tonterías), cuando digo aventurera me refiero a una mujer que sepa hacer de este mundo mil mundos a cada segundo. Uy, que extraño me ha quedado esto, ¿no?; me explico...

Una mujer que no se aburra ni se lamente de la vida que lleva... una mujer fuerte que sepa construir antes de destruir... que le guste viajar, (metafóricamente), por las indecisiones y las vicisitudes de la vida diaria cómo una Indiana Jones en busca del Arca Perdida... y este Arca... sería por supuesto la vida en común conmigo... con los agobios y las alegrías que la vida en pareja suelen acarrear. Una mujer que ría cuando tenga que llorar... y que cuando tenga ganas de llorar simplemente me deje enseñarle la enorme tranquilidad que unas lágrimas compartidas pueden ofrecer sin el miedo a parecer ridículos.

Una mujer que acepte el silencio y la distancia cuando sobren las palabras y las ganas de vernos. Y que con la misma facilidad me diga, tiempo después... que necesita verme. Yo la entendería. Yo soy así. Y es maravilloso ser así. Porque eres sincero. Y no prometes amor eterno porque tu amor es de día a día... y no hacen falta cadenas porque si amas es porque quieres amar y no porque te hayas comprometido a ello cada vez que te levantas... y cada vez que te acuestas.

Por pedir (desear) puedo pedir cualquier cosa... lo importante es saber si eso o algo parecido existe... de hecho sería ideal saberlo cuanto antes... Más que nada para retirarme... aceptar que lo feo de la vida se extiende al amor... y prepararme para fingir cómo parece que finge la mayoría...

Y es que, siempre he dicho que el amor es un juego.... pero pienso que un juego hermoso... para otros, muchos... parece que el amor sólo es un juego. Un pasatiempo que te hace sentir menos solo... cuando en realidad esta forma de amar sólo crea una cárcel perfecta para aquellos que, nunca, jamás.... supieron amar con todas sus consecuencias.

Así que OFF LOVE es el sentimiento que se ha apoderado de mi.