martes, 28 de octubre de 2008

Me ven bien... Y feliz.

Pues sí; me ven bien y feliz.

Esta tarde alguién muy quierdo por mí me lo ha dicho.

-Te veo muy contento y feliz. Mucho mejor que el año pasado y a principios de este.

Y sí, tiene razón. Estoy bien, muy bien, mejor que hace seís meses... Mejor que hace nueve... Mejor que hace un año.

La gente que te quiere de verdad y que te conoce se da cuenta de esas cosas. Ellos te ven de fuera, y cuando tu percepción coincide con la de ellos es que no hay error.

Ahora me doy cuenta de toda aquella gente que me quería (y me quiere de verdad) y me solía decir; sal de esta historia. No vas a ganar nada. No te aporta nada. Sal.

Pero yo, que soy terco cómo una mula y suelo hacer poco caso de los consejos ajenos, me empeñaba en forzar lo que era inforzable... De poner esperanza en unas historias que no eran esperanzables. De luchar por aquello que en realidad no valía ni un duro.

Y durante mucho tiempo huí de esos consejos, pues me parecían dañinos y en cierto modo malintenciondados. Y durante mucho tiempo hice oídos sordos a todas aquellas personas que apreciándome sólo buscaban lo mejor para mi. Y cuando me dí cuenta pensé que ya era demasiado tarde para recuperar a estás personas, o al menos para que de nuevo, en situaciones novedosas, me dieran esos consejos que yo había pasado por alto, casí ignorado... Y ahora, gracias a Dios, estás personas siguen a mi lado. Me dan consejos. Se alegran de verme tal y cómo soy ahora.

No he sido yo durante mucho tiempo, eso es cierto. He estado anulado por circunstancias que anteponian mi libertad y mi verdadero ser ante otras cuestiones que parecian relevantes, pero no lo eran. Y ahora, cuando miro atrás, me pregunto; ¿ese era yo?

Y por más que lo intento no me reconozco. He estado tapado, asustado, succionado por una historia que me chupaba la sangre y el alma, que me provocaba problemas que me eran totalmente ajenos, que en realidad, siendo sincero, me importaban una mierda... Y la gente me solía decir siempre, siempre, siempre; sal de ahí... No sigas. No sigas. Sal. No mereces una historia cómo esta. Mereces algo mejor. Pero cuando yo me empeño en algo, me empeño.... Y nada, así fué hasta hace un tiempo, un tiempo dónde el sol de nuevo brilla, donde he aprendido a reir de nuevo... Y lo mejor de todo, dónde he aprendido a controlar mi vida, a vivir a mi manera... Sin dar más explicaciones que las que quiera dar. Sin sentir un yugo en mi cuello que me aprisionaba cómo jamás me ha aprisionado nada en este mundo.

Y ahora, cuando miro hacia atrás pienso, ¿ese era yo?

Y no ha sido tiempo perdido, sino tiempo de aprendizaje. Y no ha sido tiempo muerto, sino tiempo de crecimiento. Y no ha sido tiempo parado, sino tiempo de viaje, de camino... Hacia lo que ahora soy. Hacia lo que siempre he sido, sólo que por un momento, (una eternidad quizás) deje de ser.

Y ahora no recuerdo ni las cañas, ni las noches de pasión, ni esas conversaciones sobre un futuro que de ninguna de las maneras podía ser factible, ni de las ilusiones por convivir, ni de los paseos por lugares que intenté descubrir de nuevo con otra persona, ni de aquellas llamadas que me producian un dolor intenso, ni de aquellos momentos donde el amor me ponía contra la espada y la pared, ni de los instantes dónde desee ser otro, otro para olvidar, para cerrar, para zanjar... Ni de aquellas noches dónde todo era malinterpretado pues una inseguridad ajena quería ver en mi defectos propios y aún no curados ni aceptados. Y es que, cómo ahora siempre digo, algunos ladrones se creen que todos son de la misma condición, pero yo nunca robé... Ni dañé, ni engañe... Y por eso mi seguridad estaba clara y afianzada... Afianzada en mi mismo, que ahora, por siempre, por la eternidad, es lo más importante de entender.

Y me río de las mentiras, de las noches pensando que podría haber sido malo, de todas esas circunstancias que han convertido este verano en una auténtica pieza del mejor guión norteamericano. No me acuerdo, en serio... O mejor dicho; me acuerdo vagamente, pero cómo si todo hubiese sido una película mala, de serie b, de esas que ponen en Antena tres los sábados por la tarde, cuando no hay nada que hacer, cómo yo me sentía en esos momentos... No había nada que hacer, por lo tanto hacer eso era mejor que no hacer nada.

Y ahora le gente me dice; te lo dije. Y yo les doy la razón. Pues no hice caso de esos consejos, me anule cómo persona y cómo entidad viva e independiente. Y jugue a jugar que pensé que quería, cuando en realidad el juego no tenía ni piezas, ni tablero... Ni participantes.

Somos lo que aprendemos, no lo que tenemos. Somos lo que queremos ser, no lo que otros quieren que seamos. Y ahora, tiempo después, con la tranquilidad del paso del tiempo, de la relatividad del dolor, de todo aquello que me dejó seco durante algunas semanas... Me siento insuperablemente bien.

Y la prueba fué aquella noche, que hice de nuevo el amor, y en aquel rostro no ví ningún rostro. Y me preocupé por surcar ese cuerpo cómo sí fuera la primera vez que mi barco navegaba por un puerto desconocido. Y esa noche, es béndita noche dónde por fín volví a ser lo que era, me di cuenta que todo había sido un suspiro, algo olvidado y olvidable, una realidad paralela que me ataba a una red de mentiras con múltiples rostros, caras, risas...

Y ahora.... Ahora... Ahora...

Soy yo.

miércoles, 22 de octubre de 2008

AUSENTE.

Ausente de todo aquello que me es ajeno. Ausente... Y feliz.

Me he pasado todo el fin de semana rodando un corto con unos amigos. Aislado y ocupando mi tiempo en lo que de verdad me hace feliz. Observando cómo se rueda, estudiando el hecho cinemaográfico desde cerca. Conociendo a gentes y personas que tienen mucho en común conmigo.

Y luego sumergido de lleno en las clases de la escuela. Disfrutando de cada explicación, de cada nuevo reto. La semana pasada estrene la primera práctica de este año. Sólo una semana de ensayos y el absoluto placer de haberme dejado la piel en todo lo que estaba haciendo. De haber conocido a unos actores maravillosos que han confiando en mi historia. De haberme equivocado en algunas cosas de dirección y haber aprendido de ellas. Se estar tolamente obsesionado con un texto que tengo que dirigir dentro de tres meses, en febrero. De pensar en cómo he de hacerlo para que la gente sepa y entienda lo que quiero decir con este texto.

Definitivamente estoy disfrutando sin prisas pero sin pausas de todo lo que estoy haciendo.

Cómo curiosidad de la semana os tengo que contar una cosa que me paso el otro día.

Me encontraba de espaldas a una escalera. Estaba buscando en mi mochila mi MP3. Cuando lo encuentro, me coloco los auriculares en las orejas... Cierro la mochila. Me giro. Y de pronto, en el último peldaño de esas escaleras un recuerdo lejano con nombre, apellidos y cuerpos.

Ese recuerdo me mira... Y os juro que me quedo paralizado. Pero no me quedo paralizado por miedo ni por otro motivo, me quedo paralizado porque no reconozco a ese recuerdo. Tardo algunos segundos en hacer memoria... Miro a ese recuerdo a los ojos... Me parece conocido pero no caigo en la cuenta de quién puede ser.

Al cabo de tres segundos ya se quién es ese recuerdo...

Y he aqui mi reacción.

¡Hola¡

Os juro que jamás me habia pasado esto en mi vida. Pero durante unos segundos no pude reconocer a ese recuerdo. Y no lo pude reconocer porque yacía dormido dentro de mi memoria. Fué una sensación extraña, pues luego caí en la cuenta de que no tuvo que ser muy importante para mi sí tarde tanto en recordar quién era ese recuerdo... Pero así es la vida. Y no os miento, en serio... Jamás me ha pasado esto. No reconoci no esos ojos, ni ese cuerpo... Ni esa mirada. Supongo que todo ello es debido a que cuando alguién tiene una mala experiencia borra de su memoria esa misma experiencia... Pero yo no creía en esto, yo pensaba que el recuerdo, bueno o malo, siempre quedaba en ti... Pero ahora me he dado cuenta que la mente es sabia, lista... Y olvida todo aquello que no merece recordar.

¿La reacción de ese recuerdo?

Un "Hola" menos efusivo que el mío... Y un tono de ira y rencor que me pareció infantil y ridiculo.

Parece que mi recuerdo está más dolido conmigo que yo con mi recuerdo. Con lo cual la sensación fué doblemente placentera pues hacia ya muchas semanas... Quizás hasta meses... Qué esa sensación, la ira, el desprecio... Se había apartado de mi mente para dar paso a la indiferencia total.

Que feliz está uno cuando sabe que ha hecho las cosas bien y está contento consigo mismo. En serio, que feliz... Que feliz no desperdiciar el tiempo con rencores hacia personas o cosas del pasado que ya, gracias a Dios, pasaron.

Pero claro, no todo el mundo es cómo tú. No todo el mundo reacciona cómo tu.

No todo el mundo puede olvidar tan facilmente. O quizás no se trate de olvidar, sino de perdonar... O de pasar, que al fin y al cabo es lo que yo he hecho con este recuerdo.

Un beso amores¡¡¡

lunes, 20 de octubre de 2008

VOLVER A SER.

Este post de hoy va dedicado a Gema; Una gran amiga, una gran persona... Para ti.

A Veces hay que volver al principio de aquel camino que no supimos elegir.

A veces tenemos que decidir entre la nada que nos rodea y la nada que cada uno de nosotros llevamos dentro.

A veces nos sentimos protagonistas de una película cuyo guión no está escrito por nosotros.

A veces damos más de lo que ni en miles de años seríamos capaces de pedir.

A veces nuestra alma se siente cansada pero aún le quedan fuerzas para correr hacia la meta de nuestra libertad.

A veces hay que ignorar todo aquello que nos hace daño para apreciar lo que de verdad nos hace fuertes.

A veces hay que ser conscientes de que ya no somos cómo éramos antes.

A veces hay que sentir lo que otros se niegan ni siquiera a pensar.

A veces hay que partir dejando en la maleta los recuerdos y las experiencias que nos fueron ingratas.

A veces hay que analizar nuestro sentido aunque otros de nuestro alrededor se pierdan en detalles.

Y a veces nos tenemos que querer a nosotros mismos como nadie nos ha querido jamás.

Ese día, cuando llega, es el más importante de nuestras vidas.

Porque todo el mundo merece ser cómo en realidad es. Sin mentiras, sin falsas palabras, sin silencios que cortan tus sonidos de libertad, sin apariencias extrañas y difusas que desenfocan nuestra parcela de realidad, sin extraños sentimientos que nos atan a mentes y cuerpos inertes, sin vida...

A veces, ser tú mismo, es lo mejor que puedes dar.

A ti.

No a nadie más.

miércoles, 15 de octubre de 2008

16 DE OCTUBRE.

Algunas personas me han preguntado alguna vez, ¿qué hace falta para ser un artísta? Cuando alguién me pregunta esta cuestión no se muy bien que responder. Divago sobre conceptos hetéreos y reales y navego entre frases y afirmaciones que bien parecen sacadas de un programa de Sánchez Dragó.

Hoy me han vuelto a hacer la misma pregunta, y después de mucho pensar, creo que tengo una respuesta.

Para ser artísta (o aspirante) sólo hace falta tener una visión del mundo donde vivimos. Sí, todo el mundo tiene una visión sobre su realidad, sobre la realidad que le rodea y sobre la realidad que existe. Así pues todo el mundo puede ser artísta.

Ahora bien; ¿por que unos lo son y otros no? Simplemente porque unos se guardan está visión del mundo para ellos mismos y otros, los menos, quieren compartirla con los demás. Tanto una opción cómo otra es igual de valida. Nadie es más ni nadie es menos por ser artísta o no serlo, esto debe quedar muy claro, ya que una condición u otra no te convierte en mejor persona, simplemente determinar una opción, ejecutarla, te permite una comunicación más extensa con los que te rodean, sean conocidos o no.

La visión del mundo, en el caso del artísta, es una preocupación urgente y viva que necesita ser expresada de alguna manera. Así pues se ponen a hacer arte, o artesanía, que lo mismo es, aunque muchos se empeñen en decir que una cosa no es la misma que la otra. Todo es artesanía pues depende de unas cualidades productoras físicas... Un pincel, un lapiz, una cámara de cine, una guitarra... Todo esto es artesanía porque nace de unos conceptos tratados, reflexionados en mayor o menor medida y aplicados con unos resultados concretos. El arte viene después, cuando las demás personas ven esa artesanía, la critican, y sacan conclusiones de ella. Sólo cuando hay comunicación entre la artesanía y el espéctador, sólo cuando esa artesanía es puesta en ojos plurales, diferentes y dispuestos a sentir todo lo que el artísta siente necesidad de decir, sólo en este momento y no en otro, nace el arte.

Esta visión del mundo ha de ser personal, intransferible y rica en matices. Personal porque debes hablar de aquello que te interesa de verdad, intransferible porque tu visión es tuya, a nadie más pertenece, y rica en matices porque todo aquel que quiera ser artísta ha de saber que tras lo blanco siempre existe el negro. Tras la risa siempre hay una lágrima. Tras el amor, siempre hay un pequeño odio. Esta dualidad, esta necesidad de bipolarizar todo aquello que nos es importante es vital para que el artísta pueda comunicarse con sus semejantes, sean estos artístas o no, cómo ya he dicho antes, todos somos iguales. La única diferencia es que unos hablan del mundo en las cafeterías, con sus amigos, en el trabajo... Y otros necesitan exponer esas ideas, esa visión, por medio de instrumentos artesanales.

Sí es cierto, y siento mucho que otros difieran de mi, que el artista, aquel que hace artesanía, suele pensar, observar, tejer y anudar una realidad que para muchos es pasiva... Y que para ellos es totalmente activa. Esta es la única diferencia entre los que son artístas y los que no lo son. Ojo, vuelvo a decir que nadie es mejor que otro, pero esta es, a grosso modo, la única diferencia que se puede encontrar entre las personas artístas y las personas no artísta.

Un artísta, de igual modo, ha de emocionarse sobremanera con una canción, con una película, con un rayo de luz, con un beso a media tarde... Debe emocionarse y debe expresar esa emoción con sus instrumentos. Digamos que el artísta posee un altavoz con el que puede amplificar todas estás sensaciones, sensaciones que todo el mundo, en mayor o menor medida, ha sentido alguna vez y de seguro va a sentir.

Y no, en la mayoría no es afán de protagonismo, sino una necesidad imperiosa y casi enfermiza de buscar una explicación a todos los hechos o conceptos que no pueden ser explicados con palabras. Así pues, el artísta se posiciona cómo voz de una conciencia colectiva que permanece muda ante la pluralidad de personas que viven, sienten y sufren en este mundo. Estás personas que no hablan a todos, no son cobardes, no quiero decir eso, simplemente quiero decir que estás personas, los no artístas, han encontrado su manera de focalizar estas preocupaciones de otras maneras diversas, o sea, no haciendo artesanía, síno haciendo muchas más cosas igualmente necesarias, loables y magnificas. Así pues el no artísta que este preocupado por la desigualdad del mundo, y que de verdad quiera luchar contra esto, se hará medico, político, misionero u orador. El no artísta que quiera saber, conocer y ayudar a las personas se hará psicólogo, psiquiatra, profesor... Y otras muchas personas, que tienen conciencia del mundo pero no tienen ni tiempo ni ganas de hablar sobre el, (y esto es muy respetable), ejerceran diversas profesiones tan estimables, honradas y serias cómo la profesión de carnicero, dependiente o mecánico.

Afortunadamente en este mundo hay sitio para todos y nadie es mejor que nadie. Con esto quiero que quede claro; un artísta no es mejor persona que otra que no lo es. Simplemente un artísta ejerce su visión de un modo completamente distinto que cualquier tipo de persona. Y esto es, básicamente, lo que diferencia a un artísta de un no-artísta.

Igualmente todo el mundo, y de verdad, todo el mundo, puede ser artísta. Basta con escuchar tu cabeza y tu corazón, con dejarse llevar y perderse de vez en cuando con aquello de misterioso, grotesco, infantil, triste, cruel y maravilloso que tiene el mundo dónde vivimos. Ordenando y planteando estás facetas y llevándolas a un cuadro, a una película, a una canción se tendrá una obra de artesanía que deberá luego ser criticada y comentada por todo el mundo.

Así pues; ¿qué hace falta para ser un artísta?

Ser tu mismo. Y eso que eres comunicarlo con las herramientas necesarias para que muchas personas, lejanas, cercanas, conocidas no conocidas, puedan saber cual es la visión que tienes del mundo.

martes, 14 de octubre de 2008

15 DE OCTUBRE.

Estoy pensando en una cosa muy curiosa y es que desde hace un mes estoy tan tranquilo y tan feliz que apenas tengo nada que contaros. Esa es la verdad.

Me gustaría poder hablaros de intrigas palaciegas, de amores ofendidos y no correspondidos, de mentias, de calumnias, de malos ratos... En una palabra; de la vida. Pero afortunadamente nada de esto ocupa actualmente un lugar importante de mi vida.

En la escuela soy claro; ya he dicho y advertido que este año paso de todo el mundo. Voy a lo mio. Con todas las consecuencias. Sin verguenza. Sin problemas. ¿Qué no puedes ensayar porque no tienes aula y yo tengo una mejor que tú? LO SIENTO. ¿Qué el profesor te hace la vida imposible y necesitas a alguién que luche por ti? LO SIENTO. ¿Qué necesitas algún consejo para salir del tunel dramático en el que te encuentras porque aún no has dado con la tecla de la obra que estás preparando? LO SIENTO. Juré, juro y juraré que este año, pase lo que pase, es mi año. Un año para mi. EGOISTAMENTE PARA MI. Ya me cansé de mirar hacia detrás, buenos y malos tiempos pasados no volveran. Ahora tengo que estar pendiente de mi, de lo que me gusta, de lo que me preocupa... De lo que me llena.

Y me da lo mismo, inmensamente lo mismo, caer bien o caer mal. Con que caíga ya me doy por satisfecho.

Me paso los días, las horas... Las noches pensando en el teatro. Las clases y con ellas los momentos pasan rápidamente. Apenas me doy cuenta de que cadsa tarde paso 6 horas en un lugar que hasta hace poco menos de un año me resultaba insoportable. Ahora quiero más, tengo sed... Sed por aprender, sed por saber... Sed por montar las obras que a mi me gustan, y no las que les gustan a los demás.

Fuera de la escuela todo perfectamentre bien. No me canso de salir, de entrar... De reir. Ya se termino el llorar, el quejarse, el pensar que esto u lo otro puedo ser así o de esta manera. Ahora es ahora y dentro de un minuto ya no será ahora será fué. Es por ello que aprovecho el momento, mi momento, los momentos con los demás... Y una copa, una buena conversación, una risa o un baile cualquiera me hacen sentir cómo un ser con la fuerza y a la alegría de mil mares. Y es que hace mucho que no pasaba estos momentos, hacía mucho que no tenía tiempo para dedicarme a mi, para saber lo que realmente quería hacer y en que quería gastar mi vida...

He sido consciente, por primera vez quizás en mi vida, que antiguas relaciones amorosas y de amistad me han arrebatado un tiempo precios que hubiera necesitado para conocerme más a mi mismo. Es por ello que ahora, que no tengo ataduras de ningún tipo, me abro sinceramente ante todo tipo de posibilidades, juergas, charla, salidas nocturnas, cafés, cines, teatros, miradas en el bus, llamadas telefónicas... Sueños. Ilusiones. Ahora no tengo prisa. Nadie me espera ni en casa, ni en el teléfono ni en la calle... Ahora al que esperan es a mi. Y esto es cierto, un ejemplo de ello es que (y aunque suene a metáfora), ahora siempre llego tarde cuando quedo con alguién. Me da igual llegar media hora, que un cuarto de hora... Que dos o tres minutos. Ahora no tengo prisa. Ahora pienso, si de verdad merece la pena, me esperarán... Y eso es lo que pasa. Ahora me espera todo el mundo. Cuando siempre fuí yo el que esperaba a los demás.

Y es lo que hay. Y al que no le guste, puerta. Puerta ancha, donde se ve un horizonte desde donde esa persona, sea quién sea, se puede perder de mi vista. Yo le doy toda la libertad... Cómo siempre di. Pero ahora esta libertad que ofrezco no esta llena de miedo, al contrario, esta llena de amor, de amor verdadero... Vete, nena, porque te haré perder tu tiempo. El mío, amor, ya lo pierdo yo solo.

Y llevo esperándo esta catarsís, este cambio en mi, mucho tiempo. Y doy de corazón las gracias a todas esas personas que con sus errores y sus aciertos cuyo principal afectado era yo, me han dejado pista abierta y sentido de la realidad para valorar que más vale pensar en ti, que no en los demás.

Ahora veo más cine que nunca, ahora leo más que nunca, ahora escucho más música que nunca, ahora beso más que nunca, y seduzco más que nunca... Y todo ello con la libertad de un pájaro que no busca cama, sino pajar... Y que encima no se siente mal por ello pues ha aceptado que uno debe vivir su vida física cómo piensa en su vida mental. Así pues ahora me ven paseando por los parques escuchando música, hablando con este, el otro y la otra... Riéndo a más no poder... Pasando de todo aquello que me haga pensar en aferrarme a una persona o a alguna cosa... Simplemente disfrutando de todo. Sin pensar en nada. O mejor dicho; disfrutando de todo sin pensar que lo mejor me espera dentro de un rato. Ese rato futuro no existe, existe el rato presente... El de después, de seguro también será maravillo, pero de momento, y sintiéndolo mucho, no me interesa.

Y ahora, muchas noches, desconecto mi teléfono, para que nadie pueda localizarme, pues la noche, algunas noches, son solo mías. Y no quiero que nadie me despierte de mis sueños, de mis sueños actuales que son realidad diaria. Y es por eso que, dónde antes había una nube, ahora hay un sol. Dónde antes había rencor ahora hay olvido. Dónde antes había silencio... Ahora hay ruidosa música.

Y eso es, amigos míos, lo que os quería contar.

Un beso a todos.

domingo, 12 de octubre de 2008

13 DE OCTUBRE.



Hola¡


Llevo prácticamente dos días encerrado en casa. ¿El motivo? He estado adaptando al teatro la película "Ayer, hoy y mañana", de Vitorio De Sica. Y por fín esta noche, después de horas de curro y curro, ¡He terminado¡


He elegido está obra para hacer en la escuela. Será mi práctica de teatro contemporáneo, bueno, eso espero. Aún tiene que ser leída por los profesores y estos dadme su aprobación. La verdad es que mi elección puede sorprender mucho, no digo que no. Casí todo el mundo está eligiendo dramas transcendentales, teatro del absurdo y raro, y yo me decanto por una comedia tipicamente italiana y encima de un escritor eminentemente cristiano, con lo poco que se lleva eso ahora. Pero es que tengo ganas de pasarlo bien, de que la gente se ria viendo teatro, de realizar una historia sin más pretensión que la de entretener.


Sí me dicen que sí tengo que buscar cómo un loco a una chica tan guapa y buena actriz cómo Sofía Loren y a un chico tan buen actor cómo era Marcello Mastroianni, pues ellos dos son los protagonistas de la película y quiero que en el teatro sean lo más parecidos a estos. O por lo menos que tengan esa esencia tan peculiar que tenian estos actores; sesenteros, elegantes, simpáticos y algo ruidosos.


Ana Megias dijo el otro día en clase que nadie de la escuela hace comedia nunca y creo que tiene razón. Yo no tengo nada en contra del teatro serio, de vanguardia o absurdo, pero creo también que de vez en cuando reirse del mundo y de nosotros mismos no viene mal. Hay mucha seriedad en el teatro de hoy en día, y sinceramente cada día tengo más claro que quiero ser un artista que sepa divertir a grandes audiencias... Divertir, no con cosas banales, eso nunca... Pero sí con historias llenas de alma y corazón, que no sensibleras... Historia sinceras con un toque de humor realmente divertido.


y "Ayer, hoy y mañana", me ofrece lo que llevo tanto tiempo buscando. Quiero que la gente se ria. Se conmueva. Pase un rato divertido y luego salga a la calle con una gran sonrisa en los labios. Con esa sensación única que se siente cuando delante de una película o una obra de teatro, te lo has pasado realmente bien.


Y se que muchos se tomarán mi decisión a risa, y se que muchos no me tacharan de serio o responsable con el teatro y con los tiempos que vivimos, pero la comedia merece estar por encima del bien y del mal. Y hacer una buena comedia no es tan fácil, os juro que es mucho más complicado que hacer un drama.


Así que espero los profesores acepten mi texto, mis intenciones creativas y mis ganas de hacer teatro por encima de todo.


Un beso a todos.








viernes, 10 de octubre de 2008

CASUALIDADES.

¿Alguién ha visto la película "Magnolia"?

Trata sobre casualidades... Casualidades de estás que son casi imposibles. Pues ayer viví tres de ellas todas relacionadas con el mismo tema.

EXPLICACIÓN.

N me dice que estuvo hablando hace un par de días con una chica desconocida en la parada del bus. N me dice que esta chica se llamaba X y que me conocía.

5 minutos más tarde, R, una chica, me dice que conoce a X, porque trabajan en el mismo sitio.

Tres minutos más tarde J me dice que R es amiga suya. J también conoce a X. Lo más curioso de todo este asunto es que conozco a R desde hace al menos 4 años. Y R a su vez conoce a H. Y da la casualidad de que H y X son ex mios. Pero lo más fuerte es que conozco también al ex de J, P. J y P se conocieron la misma noche en la cual yo conocí a H.

En fin... Lo que os quiero decir con todo este rollo "tipo ecuación" es que el circulo de personas que conoces siempre se reduce al mínimo. Estás personas a su vez, suelen conocerse entre ellas mismas, sino intimamente, si de vista.

Así pues y ayer, en la fiesta, entre copazo y copazo de ron, estuve pensando en el destino, en la casualidad, en esos hilos invisibles y ridiculos que nos atan a la fuerza con personas que ya teníamos olvidadas por algún u otro motivo.

La verdad es que al principio me sorprendí mucho... Pero luego me parti de la risa ya que da la casualidad que R, J, Y yo conociamos a todos nuestros ex y hace poco que estamos solteros de estos mismos ex. Así pues brindamos nuestras copas, hablamos un poco de los ex, (no todo malo, os lo prometo), y frivolizamos un poco sobre el significado del amor, de las malas experiencias amorosas y sobre el destino que, poco a poco, lo queramos o no, nos va demostrando que, cuando algo paso, fué por algo.

Un beso¡¡¡

jueves, 9 de octubre de 2008

STOP

Noche de marcha. STOP. Fiesta de la escuela. STOP. Escribo esto algo borracho. STOP. Franco y yo hemos perdido a nuestras amigas de erasmus. STOP. Son eslovacas y muy simpáticas. STOP. En la fiesta me he encontrado con viejos amigos. STOP. Málaga es muy pequeña y nos conocemos todos. STOP. Me han leído la mano. STOP. Cubaticas y vino dulce. STOP. He perdido a Franco. STOP. El gallego estaba ligando con una pero le he dicho que no tenía nada que hacer. STOP. Se notaba. STOP. Mañana me dirá que ha perdido el móvil y la cartera. STOP. Cómo siempre. STOP.

Más cubaticas. STOP. Más música. STOP. Me voy para casa que estoy cansado. STOP. Taxi de vuelta a casa. STOP.

Muy contento. STOP. Noto que algo ha cambiado. STOP. Una energía nueva y desconocida se ha apoderado de mi. STOP. Feliz. STOP.

Buenas noches. STOP.

domingo, 5 de octubre de 2008

6 DE OCTUBRE.

Esta tarde me he sentado tranquilamente en uno de los bancos que hay en los jardines de la catedral. Me he puesto mi MP3 a todo volumen y me he encendido un cigarrito. Y he escuchado canciones maravillosas mientras mis ojos escudriñaban todo lo que pasaba a mi alrededor; una pareja de lesbianas se abrazaban efusivamente y se besaban en un banco justo al lado del mio, un borrachin estaba durmiendo la mona mientras no paraba de roncar, la gente pasaba de un lado a otro, las palomas revoloteaban a mi alrededor y de vez en cuando se acercaban a mi con la ilusión de que les diera algo de comer...

Sí, se que parece un anuncio de compresas... Pero joder, que bien se estaba, en serio. Mi cigarrito, mi música, yo... Y el mundo entero ante mi. No se puede pedir más, ¿eh?

Después me he levantado y he caminado desde los jardines de la catedral hasta la plaza de la Merced. Y allí me he vuelto a sentar en un banco, me he encendido otro cigarrito... Y he buscado los últimos rayos de sol de la tarde para que descargaran en mi rostro su fuerza vitalizadora... Y nada... También me he sentido de puta madre.

A la media hora ha venido mi amigo y colega friki del cine, Jon, y hemos estado hablando del corto que vamos a rodar dentro de tres semanas. El lo dirige y yo soy su asesor, productor, toca cojones... O sea, soy cómo su aliento y su fé en esta aventura loca que significa siempre rodar un corto.

Luego ha venido Toni, el director de foto del corto, hemos estado hablando los tres de cine, del corto... Y mientras tanto, Toni y yo no dejábamos de mirar a todas las mujeres guapas que pasaban alrededor de nosotros. Ay, estas chicas malagueñas... Que tendrán, que tendrán... Que vuelven loco a quién las ve¡¡¡

Después Jon se ha ido a ver un corto de unos amigos y Toni y yo nos hemos ido a cenar. Y cuando hemos terminado de cenar hemos hablado de lo que paso entre nosotros este verano. Y hablando nos hemos dado cuenta que los dos nos hemos equivocado en muchas cosas, y que en cierta manera, los dos hemos tenido nuestros motivos para habernos dejado de hablar durante un tiempo que, gracias a dios, se nos ha hecho eterno a los dos.

El se sentía un poco solo y dejado por parte mía... Cosa que sinceramente tiene toda la razón. Y yo me sentía mal porque se había creido unos rumores sobre algo que se supone que yo había dicho, pero que por supuesto, jamás he dicho. Hemos quedado en dos cosas;

El: que no le va a hacer caso a los rumores. Y que siempre, escuche lo que escuche, vendrá a hablar conmigo para preguntarme sí tal cosa es verdad o no.

Yo: que pase lo que pase, y este en el momento que este, no pienso dejar de lado a un amigo que durante los últimos 4 años me ha apoyado en los momentos malos y en los momentos buenos.

Da gusto hablar, en serio... Da gusto hablar, sincerarse y solucionar los problemas.

Después he regresado a casa y me he dado un homenaje de cine; me he visto dos peliculones en mi proyector; "No amarás", y "Lo importante es amar". Os juro que no tenía ni idea de ver dos películas que tenian la palabra amar en sus títulos, pero así es el destino...

Y nada; ahora estoy aqui, escribiendo para vosotros con mi portatil, cómodamente en mi camita, fumandome un cigarrillo y escuchando música.

Sin lugar a dudas un buen domingo, sí señor.

Un abrazo, os quiero.

jueves, 2 de octubre de 2008

REFLEXIONES SOBRE HACER CINE Y TEATRO.

CINE.

"El mayor problema que presenta hacer una película son las diferentes visiones por las que irremediablemente tienes que pasar para tener algo en concreto. Del espejo de tu imaginación al espejo de tu ojo. Del espejo de tu ojo al espejo del objetivo de la cámara. Del espejo del objetivo de la cámara al espejo de la realidad-ficción que estás filmando. Del espejo de la realidad-ficción que esta filmando al espejo de todos los espectadores que finalmente podrán visionar lo que has rodado. Muchas visiones, muchos espejos... La imagen primaria de tu espejo mental se ve muy deformada cuando al final del proceso ya has rodado lo que supuestamente tenías en mente. Este y no otro es para mi el gran problema de hacer cine".

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"Cuando escribo una historia no me interesa de esta ni el drama, ni la comedia, ni la acción, ni el terror... Lo que me interesa de una historia es la realidad filtrada por esos momentos mágicos de toda existencia. Las cosas tristes tienen algo de hermosura. Las cosas alegres tienen algo de tristeza. Hablar de todo ello utilizando para ello sentimientos contrarios".

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"El ritmo de un plano viene marcado por lo que se cuenta dentro de el. Así mismo no prefiero ni las tomas largas ni las tomas cortas... Simplemente busco el modo de acomodar el ritmo del tiempo a la historia que estoy contando. Un primer plano puede durar un minuto... Y un plano general solo unos cuantos segundos.

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"Nunca hago Storyboards ni preparo minuciosamente los emplazamientos de cámara donde voy a rodar. Ya que el papel es papel... Y el espacio real, espacio real. Puedo tener una vaga idea pero prefiero llegar al lugar de rodaje y dejar que este, por un espacio de tiempo, me impregne... A partir de aqui ya se desde donde quiero rodar, los planos que quiero tomar y las angulaciones de cámara que serán más efectivas para expresar aquello que quiero contar".

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"No entiendo esa manía que tiene el cine moderno por tapar los silencios. Esas prisas que te hacen ir de un lugar a otro, de una frase a otra, sin apenas tener tiempo para mirar alrededor, para encender un cigarrillo o simplemente para observar al actor-personaje que te esta dando una réplica. Esos momentos de silencio cinematográfico dicen más sobre la historia y los personajes que cientos de páginas llenas de diálogo".

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"Los movimientos de cámara son efectivos siempre y cuando expresen un movimiento o cambio interior en la mente o el cuerpo de un personaje. Utilizar estos movimientos cómo simple virtuosismo es peligroso. Yo siempre pongo el mismo ejemplo; si caminas es porque vas a algún sitio, ¿verdad? Entonces, sí no vas a ningún sitio, sí no hay en el personaje un cambio de actitud moral o física, ¿para que mover la cámara? La cámara es el público y el público ha de moverse cuando lo hace el personaje. Lo contrario es darle al público la oportunidad de ceder su importancia al actor-personaje... Y es al reves; el actor personaje ha de guiar al público, no el público al actor".

TEATRO.

"Esta tarde estaba leyendo "El rey lear" de Shakespeare. Hay un hermoso y duro parlamento dónde el Rey Lear maldice a su hija mayor... Hermoso, duro, sí... Pero largo, muy largo. Media página para venir a decir; "Ojalá cuando seas madres paras a un hijo de puta que te haga el mismo daño que tú me estás haciendo a mi". Esto es lo que no entiendo del teatro... Este simbolismo extenso y culto que se pierde por las ramas... Simbolismo extenso y culto que sólo hace desvariar y aburrir al espectador".

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"En el teatro hay algo muy hermoso y misterioso de lo que carecen otras artes. Ese algo oculto y misterioso es la sensación de haber detenido el tiempo por un momento y saber que, en el escenario, las palabras, los gestos y las respiraciones tienen el poder de envolver por un momento a todo el mundo, de anular la vida real, la vida de fuera... Y sentir, cómo pocas veces se puede apreciar, que la verdad de la vida, la verdad de la muerte... Esta siendo representada bajo una gran mentira".

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"Me siento más seguro haciendo teatro que haciendo cine. Cuando se hace teatro se dispone de un tiempo precioso para llegar a una conclusión, sin prisas, sin cosas técnicas que son tan o más importantes que el actor. En el teatro sólo está el actor, el director y el texto. Lo demás se puede suplir con algunas dosis de imaginación. Además en el teatro, que es un gran plano general, se pueden apreciar más facilmente los errores... El campo de visión es más grande, más extenso... En el teatro cuenta el total... No el trozo, cómo en el cine".

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"En el teatro las licencias poéticas son generalmente mejor aceptadas que en el cine. El teatro es, ha sido y siempre será un arte dónde las ideas abstractas son bienvenidas. La imaginación del espectador no descansa... Ya que en el teatro hay muchas alusiones a cosas y momentos que sólo pueden tener cuerpo en la mente del espectador. He aqui otra de las grandezas de este arte".

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"Huyo en el teatro (también en el cine) de todo pensamiento político o social que condicione o cataloge mi obra de ejercicio para sembrar y acallar conciencias. Mi intención no es la de demostrar, es la de mostrar... Así pues no ejecuto juicios de valor sobre sensaciones, personajes o historias... Lo que me interesan son las personas y las experiencias vitales de estas; la vida, la muerte, la pasión, la risa, la alegría, el sexo, la infancia... Lo demás, lo que tiene que ver con ideas sociales o políticas no entran dentro de mis historias. Yo no soy ni político ni profesor".

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"No entiendo ni son de mi agrado estás obras de teatro que están realizadas por entendidos y están dirigidas a los mismos. Yo quiero llegar al máximo número de personas, no creo en la minoría... Tampoco pienso que el público sea idiota o tonto. Así pues mis obras contienen las dosis justas de intelectualidad. Quisiera llegar a ser un dramaturgo o un director en cuyas obras se encontraran dos facetas diferenciadas, pero no por ello menos complementarias; entretener y hacer pensar".

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