domingo, 5 de octubre de 2008

6 DE OCTUBRE.

Esta tarde me he sentado tranquilamente en uno de los bancos que hay en los jardines de la catedral. Me he puesto mi MP3 a todo volumen y me he encendido un cigarrito. Y he escuchado canciones maravillosas mientras mis ojos escudriñaban todo lo que pasaba a mi alrededor; una pareja de lesbianas se abrazaban efusivamente y se besaban en un banco justo al lado del mio, un borrachin estaba durmiendo la mona mientras no paraba de roncar, la gente pasaba de un lado a otro, las palomas revoloteaban a mi alrededor y de vez en cuando se acercaban a mi con la ilusión de que les diera algo de comer...

Sí, se que parece un anuncio de compresas... Pero joder, que bien se estaba, en serio. Mi cigarrito, mi música, yo... Y el mundo entero ante mi. No se puede pedir más, ¿eh?

Después me he levantado y he caminado desde los jardines de la catedral hasta la plaza de la Merced. Y allí me he vuelto a sentar en un banco, me he encendido otro cigarrito... Y he buscado los últimos rayos de sol de la tarde para que descargaran en mi rostro su fuerza vitalizadora... Y nada... También me he sentido de puta madre.

A la media hora ha venido mi amigo y colega friki del cine, Jon, y hemos estado hablando del corto que vamos a rodar dentro de tres semanas. El lo dirige y yo soy su asesor, productor, toca cojones... O sea, soy cómo su aliento y su fé en esta aventura loca que significa siempre rodar un corto.

Luego ha venido Toni, el director de foto del corto, hemos estado hablando los tres de cine, del corto... Y mientras tanto, Toni y yo no dejábamos de mirar a todas las mujeres guapas que pasaban alrededor de nosotros. Ay, estas chicas malagueñas... Que tendrán, que tendrán... Que vuelven loco a quién las ve¡¡¡

Después Jon se ha ido a ver un corto de unos amigos y Toni y yo nos hemos ido a cenar. Y cuando hemos terminado de cenar hemos hablado de lo que paso entre nosotros este verano. Y hablando nos hemos dado cuenta que los dos nos hemos equivocado en muchas cosas, y que en cierta manera, los dos hemos tenido nuestros motivos para habernos dejado de hablar durante un tiempo que, gracias a dios, se nos ha hecho eterno a los dos.

El se sentía un poco solo y dejado por parte mía... Cosa que sinceramente tiene toda la razón. Y yo me sentía mal porque se había creido unos rumores sobre algo que se supone que yo había dicho, pero que por supuesto, jamás he dicho. Hemos quedado en dos cosas;

El: que no le va a hacer caso a los rumores. Y que siempre, escuche lo que escuche, vendrá a hablar conmigo para preguntarme sí tal cosa es verdad o no.

Yo: que pase lo que pase, y este en el momento que este, no pienso dejar de lado a un amigo que durante los últimos 4 años me ha apoyado en los momentos malos y en los momentos buenos.

Da gusto hablar, en serio... Da gusto hablar, sincerarse y solucionar los problemas.

Después he regresado a casa y me he dado un homenaje de cine; me he visto dos peliculones en mi proyector; "No amarás", y "Lo importante es amar". Os juro que no tenía ni idea de ver dos películas que tenian la palabra amar en sus títulos, pero así es el destino...

Y nada; ahora estoy aqui, escribiendo para vosotros con mi portatil, cómodamente en mi camita, fumandome un cigarrillo y escuchando música.

Sin lugar a dudas un buen domingo, sí señor.

Un abrazo, os quiero.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Me alegro de que estés encontrando la serenidad y de que estés aprendiendo a cambiar algunos sentimientos