ESTÁS

Estás.
En otras miradas.
otras cuestiones,
otros sentidos;
otras pasiones.

Estás,
bajo la luz del sol,
sobre la luna llena,
en el mar que siempre nege,
en las sombras de las puertas.

Estás,
en la ciudad adormecida,
en el amanecer de mi conciencia,
en el tren que nunca llega,
al final de mi sentencia.

Estás;
en imágenes, escondida,
bajo escombros, sugerida,
por espejos deformes,
cruel, llana, amable... divertida.

Estás,
en las canciones de la radio,
en los discos ya olvidados,
en el rumor de mi sentido,
en el calendario de lo que se ha ido.

Estás,
lejana y cercana,
con palabras y silencio,
con aroma de recuerdo,
con viajes a contratiempo.

Estás,
sobre el suelo que piso,
la mirada de las otras,
el baile de las miserias,
mi alma cansada y rota.

Estás,
por el tiempo y el espacio,
por las calles que se esfuman,
en autobuses de destino incierto,
en las palabras que me escuchan.

Estás,
en el verano de mi vida,
en el invierno de mi alma,
en el otoño de mis susurros...
en la primavera deseada.

Estás,
en los mensajes secretos,
en mis poemas entreabiertos,
en las cuestiones que evito,
en la cadencia de mis gritos.

Estás,
en los ojos de la gente,
azules, marrones... intensos verdes,
en los compases de mi memoria rota,
en los sueños que día a día me soportan.

Estás,
bajo el cielo enamorada,
bajo mis pies, ausente, lejana...
frente a mis hombros desnuda,
frente a mi boca tus dudas.

Estás,
donde siempre pongo el ser.
Donde me abrigo del frío cruel.
En los zapatos que caminan,
en aquella luz que me fulmina.

Estás,
en tantos sitios, y en ninguno,
en aquellas habitaciones, desnudos,
en la piel que grita leve,
en los cigarrillos de mis desayunos.

Estás,
dónde siempre voy, antes de partir,
dónde siempre regreso, cuando no puedo más,
dónde tu quieras, siempre, lo sabes...
allí estarás.