miércoles, 20 de mayo de 2009

UNA ANÉCDOTA QUE ME HA ENSEÑADO MUCHO

En séptiembre del año 2005, cuando compartía piso con mis niñas del alma en calle la unión, organice una reunión en casa con algunos chavales de Málaga que hacian cortos. El objetivo era conocernos todos, ver nuestros trabajos y hablar sobre cine.

Al primero que invité fué a un compañero de clase que ya había rodado dos cortos en 35 mm, (formato cine), todos los demás habíamos rodado en video.

Uno a uno fuimos viendo los trabajos de cada uno de nosotros e ibamos comentando lo que nos había gustado de ellos y nuestras "ilusiones de futuro" con respecto a esto de dedicarnos al cine.

Una semana más tarde, en el bar de la escuela, el compañero de clase, el que había rodado los cortos en formato cine, me dijo;

- Menuda reunión la de tu casa el otro día. ¿Y esos son directores? Ruedan en video, por favor...

Estas palabras se me grabaron en la mente y en el alma. No podía llegar a entender la prepotencia de este compañero, al no considerar directores a los demás que habían rodado sus cosas en video y no en cine. Definitivamente la frase iba cargada de un aura de superioridad que en su momento me extraño... Y porque no decirlo, me dolío, ya que no conocía el lado "prepotente" de este compañero.

A día de hoy, uno de esos chavales esta a punto de rodar su primer largometraje y ha tenido un éxito imparable con sus cortos, (incluido varios premios seguidos en diversas ediciones del festival de cine de Málaga), otro de ellos está metido de lleno en el mundo de la producción, su padre es productor de cine, y se ha especializado en video-arte, obras audiovisuales que están realizadas cómo si fueran cuadros, "rodadas" para ser expuestas en museos y demás... Este chaval también ha tenido un éxito considerable en este campo y actualmente vive de esa actividad. Y por último quedo yo, que poco a poco, y a pesar de todo lo que me ha costado, me voy abriendo camino y ya veo una luz al final del tunel.

De mi compañero, el que rodaba en cine, en 35 mm, no sé nada... Bueno, sí... Que está en Madrid, que no le producen ningún corto y que se "gana la vida" haciendo una serie por internet que no ve absolutamente nadie.

¿Lección de esta historia? La humilad es lo primero y nunca se debe juzgar y subestimar a quién tienes delante sólo porque no haya tenido las mismas oportunidades que tú. La vida es sabia y, más tarde o más temprano, te hace recordar las palabras que dijiste, te las hace tragar, lentamente... Cómo un veneno que sólo produce dolor a aquel que, una vez, hace ya mucho tiempo, se sintió superior a todos los demás... y lo que es peor, fué capaz de decirlo, sin caer en la cuenta de que, en esta vida, puedes subir para luego... Por la eternidad... Bajar.

1 comentario:

Saray Díaz García dijo...

Con lucha y constancia todo es factible...

La soberbia siempre baja de dónde sube...

Sinceramente, no creo tanto en los formatos ni soportes...CREO EN LAS IDEAS...