Yo que era amante fiel de películas de silencios y de filmes cuyos directores tenían (y tienen), nombres impronunciables...
Yo que era enorme defensor de un cine diferente, hecho por pocos para otros pocos...
Yo que era mortalmente sensible y receptivo a planos secuencias donde la cámara, detenida, podía pasarse media hora observando el cielo, un rostro o una mano...
Yo que sucumbía a los encantos de cines franceses, italianos, rumanos, yugoslavos, coreanos...
Yo que amaba por encima de todo una película a cuyo empezar se podía leer "ganadora de la palma de oro en Cannes"...
Me he dado cuenta, esta semana, que soy un "director" para y por el público. O al menos eso me dicen.
¿Es la rebelión de un antiguo gafapasta? ¿La pataleta de un niño mimado que se cansó de observar la poética de la vida en imágenes lentas y preciosas? ¿Son dos años de escuela de cine tirados a la basura?...
Sea lo que sea... nada más orgásmico en estos mismos momentos que leer o escuchar de boca de conocidos y desconocidos... "me he reído mucho con lo que has hecho..."
Provocar la risa... provocar el olvido... provocar divertimento... nada más alejado de mis primeras intenciones... nada más cercano a lo que quiero hacer, con todos, en estos momentos.
¿Por qué apuntan a Sirio?
Hace 6 años
1 comentario:
Que gran acierto!
COMPARTIDO TODO SABE MEJOR
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