Te espero, te siento, te sueño... Te temo.

Te espero;
En las noches,
en las miradas,
en el tiempo vacío que se va...
que se pierde cómo la arena,
cuando se escapa de tus finos dedos.

Te espero;
impaciente,
cerrado de par en par,
dejando escapar señales que te hagan saber
que sigo estando aquí.

Te siento;
lejos,
cercana por momentos,
ausente por la eternidad,
golpeando suavemente,
la raíz de mi memoria.

Te siento;
en la imagen de tu rostro,
en las palabras que tímidas se escapan,
en el lento andar de tu presencia,
que se hace largo encuentro.

Te sueño;
de día, mientras camino,
en la taza de té que me da aliento cada tarde.
En mis pasos, en otros pasos,
en la verdad de cada atardercer.

Te sueño;
en la noche oscura y lenta,
en mi cama revuelta y a medio hacer,
cada mañana cuando me levanto...
Cada vez que la esperanza me habla de ti.

Te temo;
tras noticias rápidas que espero,
detrás de un oscuro teléfono,
en la pantalla de mi vida,
donde segundo tras segundo tu vienes a cuento.

Te temo;
porque no se que sé,
ni saber, que tu sabes que siento.
Porque esta espera me mata,
y me llena de desaliento.