domingo, 18 de abril de 2010

¿Una autobiografía?

Hoy me he encontrado en el Festival de Málaga a un viejo amigo al que hacia mucho que no veía. Hemos estado tomándonos un café y hemos hablado de todo un poco.

Me ha llamado la atención una cosa que ha dicho; según él, todos los seres humanos deberíamos tener como obligación escribir nuestra propia autobiografía antes de morir, o bien durante la vida, con el fin de dar a conocer todo aquello que hemos realizado en ella, hablar de las personas que hemos conocido, de las sensaciones que hemos tenido... y de los aprendizajes que hemos ido acumulando a lo largo de todas las experiencias.

Le he dicho que si había algún motivo para ello, por qué lo veía tan necesario. Y mi amigo, que se llama Simón, me ha dicho que sería necesario pues la memoria de uno pocas veces es comunicada, y que nos sorprendería comprobar la de experiencias similares y sentimientos compartidos que solemos tener la mayoría de los mortales, sentimientos que de ser comunicados podrían ayudar a otros, dar sentido a existencias que no están muy claras o definidas... y en último lugar recalcaba que sería hermoso dar tu visión de la vida, para que otras personas no pierdan esa percepción de realidad que solo has visto tu, con tus ojos... Una realidad personalizada y transfigurada por tu visión de las cosas, visión que, en muchos puntos, puede ser igual a la visión de otros muchos.

Así de pronto la idea de escribir una autobiográfía me ha resultado un tarea titánica, por no decir amplia... y demasiado aburrida. Al menos si se trata de una biografía convencional, de esas donde uno cuenta en que día nació, como pasó su infancia y poco a poco va relatando los hechos acaecidos durante cada etapa de su vida.

Se me antoja una idea aburrida pues pienso que una autobiografía debería ser lo más parecido a la acción del pensamiento y de los sentimientos, y tanto una cosa como la otra no sabe de ordenaciones por días, fechas y demás. Es absurdo, por ejemplo, decir dónde naciste o por medio de otros narrar lo que recuerdan ellos de tu nacimiento... pero me parece más concreto y real hablar del momento de tu nacimiento por ejemplo cuando, después de muchos años, vas paseando por una calle o una ciudad ajena y de pronto, en una esquina, encuentras la casa dónde dicen que pasaste los primeros años de tu vida. En este caso particular el texto no debería tratar sobre los años que pasaste en esa casa, sino en un relato sobre la curiosidad que tienes por saber como fueron los años en esa casa, poder relatar que esa curiosidad ha nacido internamente de haber visto, en ese mismo momento, el lugar donde naciste... y poco a poco ir relacinando unas sensaciones con unos sentimientos y estos hechos con algunas preguntas que deberían ser contestadas en base a... ¿por qué necesito hablar de aquellos años que no recuerdo? y lo más importante; ¿qué impulso extraño me ha hecho, años más tarde, sentir una añoranza por unos años que no recuerdo... por unos años que no pertenecen a mi memoria... sino a la memoria de otros que me vieron crecer y tenían plena consciencia de ello?

De igual modo tampoco se debería de hablar sobre el amor poniendo fechas y un orden perfectamente diseñado para hablar de las relaciones que, cronológicamente, te marcaron más y lo que estás te enseñaron o te aportaron.

Hace algún tiempo yo escribí un post así en este blog y tiempo después me di cuenta que esa "lista de relaciones que me marcaron" no alcanzan ni de lleno el significado de las mismas ni el lugar concreto y real que han alcanzado en mi vida.

Sería pues, más interesante y más hermoso hablar de esas relaciones y de esos momentos de forma desordenada, impulsado por ideas y sentimientos que te vienen encontrados y relacionados una vez pasado el tiempo. No podría hablar de Barcelona sin relatar la experiencia amorosa que tuve allí, pero de igual modo podría hablar de esa experiencia amorosa, por determinados momentos que luego, en un futuro, ya lejano en esta experiencia, me hicieron recordar aquel hecho, ya sea un beso de otra persona, un paseo por la ciudad o determinados hechos y momentos que me llevaron a recordar esta experiencia. Y así con todas las experiencias amorosas que he tenido, pues si algo he sabido comprobar con el tiempo es que sueles aprender más del amor cuando ya ha pasado, cuando tienes cierta distancia para evaluar aquellas experiencias que has olvidado a los dos días, o aquellos momentos o sentimientos que vuelven más claros que nunca después de un largo tiempo, cuando ya puedes analizarlos fríamente y comprobar el porqué para ti han sido y son tan importantes... y sobre todo lo que quieres comunicar con ellos y el sentido profundo que estos hechos tienen para ti.

Entonces me ha dado por pensar, ¿dónde empezaría mi autobiografía?, ¿qué momento vivido por mi sería el catalizador que me impulsara a hablar de presente y pasado sin distinción alguna, relacionando hechos en el mismo plano temporal, saltando lineas de tiempo y haciendo atajos rectos que vienen a significar lo mismo?

Y de pronto he pensado que el momento exacto para empezar una autobiografía sería una noche de Octubre del año 2003, un día antes de volver de nuevo a Barcelona para seguir con mis estudios de cine, después de haber pasado aquí un verano.

¿Por qué se me ocurre esa noche y no otra? Supongo que primero por el momento y el lugar. Como dice la canción, en un taxi de Madrugada... segundo por los pensamientos que tenía en esos momentos.... por los sentimientos encontrados que me poseían en ese mismo instante; por un lado el saber que mi casa ya no era Málaga, sino Barcelona... el sentimiento de tener que regresar a un lugar donde, más o menos habías empezado de nuevo, lejos de todo... y por otro lado el sentimiento de saber que aquel taxi y aquella ciudad, en este caso Málaga, significaba un pasado que de vez en cuando volvía... un pasado al que estaba atado, cosa por otro lado, más que normal, pues en Málaga he pasado los primeros años de mi vida.

Así que ese taxi me recordaba mi vida actual (Barcelona) y mi vida pasada (Málaga), con todos los sentimientos encontrados que esto acarreaba, ya que precisamente en ese año, en ese verano en Málaga, viví muchas experiencias y hechos que fueron para mi un cambio importante y proporcional en base a mi vida hasta ese momento. Vamos, hablando claro... en esos cinco minutos de trayecto el mundo me dió un vuelco considerable, me tuve que volver replantear muchas cosas de mi vida, y como era habitual antes, gracia a Dios no ahora... me vi atado a la casualidad y a la resistencia... y no a la organización o al sentido común.

Ahora el caso era completamente al reves; debía volver a Barcelona pero yo... ya no era el mismo. Tuve que volver a ser yo en la misma ciudad que me había visto ser distinto en base a Málaga. Sí, se que puede parecer algo complicado de entender pero fué básicamente así. Demasiados cambios en tan poco tiempo. Yo iba buscándome... es normal esa sensación extraña... y entonces eso me hizo pensar de dónde venía, que era en ese mismo momento... y me martilleaba una pregunta; ¿Y ahora, qué?

7 años más tarde, ahora mismo... ya todo esta ordenado y encajado perfectamente. Pero si contase mi historia desde el punto de vista que tengo ahora mucha información se perdería y el lector no encontraría maneras útiles y sinceras de ver conectados unos hechos con otros... pues no habría argumentos de causa y efecto... sino un efecto de los hechos racionalizado y científico que en nada se asemejaría a los conflictos que fueron decisivos para lograr entender lo que entiendo ahora, lo que siento ahora... lo que soy ahora.

Y entonces, ha sido esta tarde cuando he entendido que de nuevo mi teoría de las piezas, de los fragmentos que se van juntando y haciendo una forma definida, para mi, es totalmente cierta y viable. Pero no vale explicar cuando la figura ya está hecha... lo más hermoso y curioso es explicar como esas piezas se han ido relacionando a lo largo del tiempo y del espacio.

Menudo mi amigo Simón... cada vez que me lo encuentro, y eso que pasa muy de vez en cuando, siempre me hace pensar.

Se agradece.

3 comentarios:

Anónimo dijo...

Buenísimo el post de hoy

Arriba Salva !!!

fuegoensagitario@hotmail.com dijo...

Muchas gracias, amigo/a lector!!!

Un abrazo sincero.

Salva.

Anónimo dijo...

Siempre he pensado que las "autobiografías" son el producto de la paja de un ególatra verborréico en plan "tomad y tragad".