21 DE JULIO.

Esta noche no hay nada que hacer. Es por ello que consumo un cigarrillo tras otros. Quizás como el humo se va, también se vaya mi aburrimiento.

Escucho canciones de todas las épocas entre las que hay alguna que otra pequeña joya. Una de ella me lleva a New York, y eso que nunca he estado allí. Otra me lleva a una noche de amor que aún no he tenido. Otra me enseña el significado real de la palabra "amistad".

Pero canción tras canción... Se hace un silencio. Y entonces me da por pensar. En todo... Pero en realidad en nada.

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Esta tarde he visto a Inma (mi amiga que se casa) y a Marina. Hacia ya más de año y medio que no veía a Marina. La verdad es que esta muy guapa. En cuanto nos hemos visto, como antaño, hemos sonreído y acto seguido nos hemos contado todo lo que ha pasado en este tiempo. El sábado por la noche tendremos más tiempo para hablar y contar, y de seguro que todos los pasaremos muy bien.

Los tres coincidimos en que de poder volver a vivir juntos, viviríamos de nuevo. Pero ya cada uno tiene su vida, claro... Aún así es hermoso poder volver a sentir aquellas cosas que el tiempo se llevó.

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Esta noche he llamado a Franco, un amigo de la escuela, y hemos hablado durante una hora. Hemos comentado que estamos cansados de la falsedad que nos rodea en ese lugar. Y nada... El año que viene intentaremos que esta cuestión no de al traste con lo que de verdad debemos de hacer en la escuela; aprobar de una vez y terminar con el título¡¡¡

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Hoy no tengo ganas de ver ninguna película. A este ritmo me las voy a ver todas.

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Y bueno, nada más...