Desde que estoy metido en el mundo del audiovisual (cine, cortos, guión, interpretación) me estoy percatando de que existe un grave problema que todo el mundo pasa por alto, mitad por la idea equivocada de que el arte es libre y cualquiera puede hacerlo, y mitad porque la gente no es dada a dar argumentos serios y concretos cuando la obra en cuestión es de un amigo o un conocido.
A este mal lo llamaré QUIERO SER DIRECTOR, GUIONISTA.... O ACTOR.
¿Qué es este mal?
Pues la proliferación de gente con poco o nulo talento en estas artes que sufren de un síndrome "como es arte... puedo hacerlo", y el mal que muchos de su alrededor cometen al animar a esta persona a seguir por la senda emprendida viendo que, descalabro tras descalabro, el talento brilla por su ausencia.
Siento deciros que NO todo el mundo puede dirigir. Un director de cine, un cineasta, un realizador audiovisual tiene que ser una persona con una perfecta mezla entre estos tres conceptos básicos; buen relaciones públicas, conocedor de la vida y sus aspectos en general, y buen técnico con una formación, autodidacta o no, férrea y constante.
Conozco a personas que dirigen, quieren dirigir o han dirigido y le tienen un pavor a las personas, a comunicarse con ellas, a hablar de sus posturas... incluso a imponerse. Asunto nefasto el anterior puesto que un director tiene que hacer estas cosas habitualmente y la carencia de alguna de ellas, a la larga, producirá graves problemas en el equipo de rodaje o de producción y por ende en el resultado final.
Conozco a personas que dirigen, quieren dirigir o han dirigido que jamás han tenido una relación amorosa, o bien son apolíticos, o bien no son capaces de estremecerse con un cuadro o una buena canción... o bien odian a la humanidad y creen que la vida son ELLOS MISMOS sin contar con lo que pasa a su alrededor. Ni que decir tiene que este director podrá hablar de muy pocas cosas o de ninguna... y en caso de hablar de cosas, estás careceran de la profundidad que una persona mínimamente normal, con relaciones míniamente normales, ha aprendido a lo largo de su vida.
Y conozco a personas que dirigen, quieren dirigir o han dirigido que no han visto en su vida una película mínimamente decente, de la que puedan aprender... que no van a museos, que no se interesan por el arte en sí, sino por hacer, hacer, hacer y nada más que hacer, sin entender que una formación sólida y el conocimiento de las demás artes, aunque sea por encima, enriquece mucho el resultado final.
Las mismas cosas para un director se podrían adjudicar a aquellos que quieren ser guionistas.
Escribir es más complicado que dirigir. Se necesita de una paciencia inmensa, de una agilidad de pensamiento inmediata, de una imaginación desbordante... y sobre todo de una cualidad; que no tengas miedo a hablar en voz alta de aquello que, en la vida real, no te atreverías ni a contar en susurros.
Conozco a guionistas o aspirantes a guionistas que no saben que un guión, al menos para que te tomen en serio, tiene que estar escrito de una determinada forma (tabulaciones, márgenes...) unas reglas oficiales que demuestran si el guionista se toma en serio su trabajo... o no.
Conozco a guionistas o aspirantes a guionistas que quieren hablar del sentido de la vida sin hablar de nada. Leo sus guiones y no pasa nada. Los personajes están tratados con una apatía y una pereza que al leer sientes y padeces que la historia que está contando no tiene ningún interés, puesto que hasta el gesto más inmenso, hasta la trama más (al menos a simple vista...) interesante está tratada de una forma banal, tirando hacia lo fácil.... haciendo de los personajes simples muñecos y de las situaciones simples momentos de Folletín.
Conozco a guionistas o aspirantes a guionistas que no han leído en su vida. Que no saben que Esquilo, Aristofanes, Shakespeare o Tirso de Molina ya inventaron hace milenios el guión cinematográfico.
Guionistas que expresan ideas sencillas de maneras complicadas, perdiéndose en detalles por el siemple hecho de aparentar que en lo complicado está el arte... cuando justamente es lo contrario, de hecho por eso va la gente al cine; para ver, de la manera más simple posible, lo que en la vida es tremendamente complicado.
Y Conozco a guionistas o aspirantes a guionistas que quieren hablar del amor pero nunca han amado. Que quieren hablar de la amistad pero son seres solitarios que repudian a toda la humanidad. Que quieren hablar de la crisis económica y viven como reyes. Que quieren hablar del universo... y viven en sus pequeñas habitaciones sin atreverse a salir fuera de ellas, sin atreverse a descubrir que la verdadera vida, aquello que merece la pena ser contado, fluye en los pasos y en las miradas de las personas.
El mal más grande de todo esto, el que más me preocupa es el mal de QUIERO SER ACTOR PORQUE ES FÁCIL.
Mal empezamos si alguien piensa que actúar es fácil. Aquí estamos con los mismos problemas que he explicado anteriormente.... al que se suman, al menos, dos de igual índole e importancia;
Primero, un actor, siempre, se debe formar y tener la paciencia para ser corregido, humillado y luego poder levantarse... y segundo; la interpretación es el arte de vivir fingiendo que tu vida ya no existe. Me explico; es el arte de saber entender y saber enseñar (ya sea en una pantalla, o encima de un escenario), que tu no eres PEPE GOMEZ, sino tal o cual personaje... y que tus gestos y los de este personaje no tienen nada que ver.
Nacen hoy día nuevos actores que sueñan con las portadas de la revista del corazón. Que no se esfuerzan. Que no sueñan... que son actores fuera del escenario y de la cámara pero no dentro, que es donde tienen que ser... y que sobre todo, a grosso modo, y esto se nota, carecen de formación. Conozco hasta a "actores y actrices" supuestamente con gran respeto a esta profesión y grandes sueños de triunfo, que han ido a los castings de Gran Hermano. Ya me diréis que van a aprender de técnicas interpretativas dentro de esa casa...
Esta misma noche acabo de ver una interpretación femenina en un cortometraje que me ha hecho, primero ruborizar y luego pensar que la actriz en cuestión no sirve para esto. Y no pasa nada. Si alguien no sirve para actúar no pasa nada. Hay cientos, miles de trabajos artísticos a realizar que pueden ser tan reconocidos como actúar.
Esta interpretación femenina sonaba a grotesca, a falsa, a manida.... las frases terminaban siempre en el mismo tono... La vocalización brillaba por su ausencia... Los gestos y detalles eran nulos, simplemente no existian.... y del personaje no había nada... o sea, lo único que se ve en el corto es a una persona (en este caso una chica) que quiere ser actriz y para ello intenta interpretar a un personaje... pero yo solo veo un intento fallido.... una mujer normal, sin pasión, sin formación, sin trabajo de base.
Una verdadera lástima. Esta sensación se repite en muchos cortos, en muchas películas, en algunas obras de teatro... la gente quiere SER, SER, SER.... sin entender que uno no puede SER si antes no se deja la piel en ello, sino sabe arriesgar... si no tiene miedo a perder... si tiene miedo a que le digan la verdad.
Como he dicho hace unos párrafos, sino sabes dirigir puedes hacer otra cosa. Pongo mi ejemplo; yo no sé montar ni iluminar... no sé ni liar un cable de un foco... no sé utilizar ni las herramientas más básicas del PREMIERE, es más me aburre.... no puedo.... no soy manualmente bueno para hacer de este arte algo magnífico, como muchos otros consiguen.... Y no me rallo. No me asusto. Simplemente sé que no sirvo.
Ahora hay personas que en un mismo corto montan, dirigen, iluminan... si por ellos fuera se pondrían hasta a actúar.... lo hacen todo, con la pequeña apreciación de que no saben hacer nada del todo bien, puesto que no se han especializado en nada y no conocen, en las respectivas áreas, sus limitaciones.
A mi me hubiese encantado ser un montador como Walter Munch, pero quizás me tengo que conformar con ser un guionista del montón, al que, sin embargo apasiona su trabajo y está dispuesto a mejorar.... entonces no entiendo que personas quieran ser Spielberg.... cuando a lo máximo que llegaran a ser es una copia mala de Ed Wood, por poner un ejemplo.
¿Es una renuncia? No. Simplemente es abrir los ojos. Evitar perdidas de tiempo y de ilusión. Puedes no saber dirigir actores pero puedes ser un hacha moviendo la cámara, hazte entonces operador. Puedes ser un nefasto guionista pero tener un don increible para los negocios y las triquiñuelas; hazte entonces productor. Puedes ser nefasto para dirigir pero te encanta trabajar en la soledad de tu habitación mientras hablas de tus secretos y de los secretos de los demás. Hazte entonces guionistas.
Pero no hagas el tonto. La gente que te dice GENIAL, por la espalda se está riendo de ti... ¿Sabes por qué? Por que saben que... no hay mayor ciego que el que no quiere ver.
A todos aquellos que aman esta profesión.
Hay huecos para todos.
Pero cada uno... en su sitio.