Ayer me matricule en tercero de dirección escénica y dramaturgía.
E incompresiblemente me han entrado unas ganas horribles de volver a pisar el suelo de la ESAD. El curso pasado estuve en Madrid y no pude asistir a clases. Sí os digo la verdad acabe muy quemado de segundo, ese año habíamos tenido unos problemas muy serio, yo era el delegado y bueno... Digamos qué no hicimos las cosas cómo se tuvieron qué hacer.
Casi dos años más tarde vuelvo a la ESAD con muchas ganas y dispuesto a licenciarme de una vez¡
Hay mucha gente qué supera las pruebas de acceso y llega la ESAD con muchas ganas, ganas de comerse el mundo... Año trás año están ganas irán mermando por diferentes circunstancias, pero la ilusión siempre queda... Sólo hay que saber recuperarla.
El mejor año qué viví en la ESAD fué primero, el curso 2004-2005. La verdad es qué nos juntamos unas personas muy curiosas y variopintas. Todos éramos muy diferentes en cuanto a nosotros mismos y a entender el hecho teatral y eso, qué parece muy fácil pero qué en realidad es complicado de econtrar en cualquier clase, nos unió de una forma abrasadora.
Aquel primer año fué un año de salidas... Sí, todos los fines de semana, hasta altas horas de la noche. Cientos y cientos de anécdotas qué aún hoy nos siguen haciendo gracia.
Por ejemplo: Los más cercanos a mi me llaman EL KINDER. Sí, ese es mi mote. ¿Sabeís porqué? Os lo explico:
Una noche, de las primeras que salíamos de marcha todos juntos, nos fuimos a comprar unas bebidas para hacer botellón.
Cuando llegamos a la tienda Toni me pregunto:
-¿Tú qué bebes?
Y yo le dije.
-Pues... Nada.
Cuando la dependienta nos pregunto qué queríamos, voy yo y le suelto:
-A mi un litro de vodka con naranja, por favor.
La cara de Toni era todo un poema. Se supone qué momentos antes yo le había dicho qué no bebía... Pues bien, nos sentamos en la plaza del teatro cervantes y comenzamos a beber... Cada uno con su cuba-litro.
Cuando me terminé mi vodka yo estaba perfectamente, pero me entro un hambre terrible. Así qué fuí a la tienda más cercana y me compre un KINDER-BUENO.
Volví a la plaza del teatro Cervantes, dónde todos estábamos, y me comí el Kinder. Todo iba bien hasta qué de pronto fije mi vista en Toni y pude apreciar cómo este se difuminaba lentamente delante de mis ojos... Toni iba y venia cómo sí de un efecto visuales de Matrix se tratara. Después mire hacia la calle y el efecto era el mismo... Todo estaba borroso. Todo bailaba....
Yo, iluso de mi, mire el paquete vacio del kinder bueno, y me puse a mirar los ingredientes... Después de leerlos no tuve otra cosa que decir que esta:
-Joder, tíos... No se qué coño le ponen al kinder... Pero os juro que estoy ciego... Más borracho qué una cuba.
Todos me miraron. Empezaron las risas... Y entonces Toni me dijo:
-Maricón, ¿el kinder?... Y el litro de vodka qué te has metido entre pecho y espalda, qué, ¿No te ha hecho nada?
La risa fué general. Entre ellos yo mismo.
Y así fué cómo me bautizaron "EL KINDER".
Esas noches eran maravillosas. Yo los llevaba al "Paradise", un bar de ambiente qué había detrás de la catedral. Ellos, todos muy heteros... Al principio se mostraban reticentes, pero luego se acostumbraron a ese bar... Y a sus gentes.
Haciamos PERFORMANCE delante de todo el mundo. Simulábamos qué nos peleabamos entre nosotros, qué uno de nosotros se desmayaba.... Y lo haciamos tan bien qué recuerdo una noche a todo un circulo de mas de 20 personas alrededor de Jesús, y Jesús simulando qué le había dado un Chungo de los malos... En fín, cosas de bohemios y artistas... Qué se nos va la pinza.
Una de las noches más divertidas fué cuando bautizamos a Saúl cómo "El croqueti".
Bueno, el caso es qué habíamos ido a casa de Saúl a ponernos ciegos de todo lo qué habíamos comprado. Jugamos al duro, (ese juego dónde la moneda cae en un vaso, y el dueño de esa vaso tiene qué beber), ni que decir tiene qué cada vez qué Saúl se levantaba para ir a la cocina nosotros le metiamos la moneda en su vaso y claro... El pobre pilló un ciego qué no veas.
A eso de las cuatro de la mañana decidimos ir al centro a bailar un poco. Saúl, super borracho, se metio en la cocina muy deprisa... Nosotros lo seguimos y de pronto vemos qué esta abriendo el congelador y sacando un paquete de croquetas.
-Saúl quillo, ¿Qué haces?
Y Saúl nos miro a todos.
-De aquí no se va nadie hasta que hayais probado estas croquetas tan buenas.
Acto seguido, Saúl pillo una sartén y puso aceite a calentar... Llevaba tal ciego qué no metia las croquetas en la sarten directamente, sí no que las encestaba cómo sí de balones de baloncesto se trataran... Él tirado por el suelo, todo borracho... Con las croquetas en las manos...
Una imagén para recordar.
He de decir qué nos comimos todas las croquetas... Y qué por supuesto, Saúl, fué bautizado cómo "El croquetilla".
Ese fué el año dónde conocí a Nuria. Se suponía qué yo era gay, o al menos eso le había dicho yo a todo el mundo. Pues bien, esa noche de Sábado nos vamos al ONDA PASADENA, para terminar la noche... Mis amigos se quedan en la pista de baile... Y yo qué cuando bebo me sale la pluma, no tuve otra idea que subirme a un escenario y ponerme a bailar una canción de Marisol.
A esto qué Nuria me ve desde el centro de la pista... Se acerca a mi.... Se sube al escenario y me dice: Oye, perdona qué te haga esta pregunta... ¿Tú eres gay?
Mi no fue rotundo. No podía dejar pasar esa oportunidad... Nuria era y sigue siendo muy atractivo así qué me dije: esta es mia¡¡¡
Una hora más tarde Nuria y yo nos estábamos enrollando... Y desde abajo... Se podian escuchar las voces de mis amigos qué a grito pelado decian:
-¡¡¡Pero ese no era gay¡¡¡ ¡¡¡Qué ese es maricón, tía¡¡¡
Yo me estaba enterando de todo... Pero parece qué Nuria no.
Lo mejor de todo es qué Chencho, un profesor de la ESAD, también me vio enrollandome con Nuria y entonces se unio al grupo qué desde abajo decian que yo era maricón.
Asi pués yo dándome el lote con una chica, y mis amigos más profesor incluido, gritando a viva voz qué yo era Maricón.
Ese año pasaron muchas más cosas; Un día volvimos de marcha a las seis de la mañana y no tengo otra cosa que ponerle a la gente de clase "El sur", de Victor Erice... Todo el mundo se quedo dormido en menos de diez minutos.
Nos fuimos a Sevilla a acompañar a un amigo que estrenaba un corto... Y la liamos por aquellos sitios. Toni y yo fingimos qué eramos unos productores de cine afamados, y qué estabamos currando en la última de Spielberg... Y la gente hablando con nosotros cómo sí de celebridades de Hollywood se tratará...
Fuímos tambien al festival de cine de Granada.... Ay madre, que risa.
Toda la noche de risas y juergas en el hotel... Carlos, Jose y yo...
El día después, la organizadora del festival le pregunta a los directores...
-Bueno, ¿habeís descansado?
Y dicen los directores:
-¿Descansado? Qué va... En una habitación había un jaleo... Eran tres... Pero dos de ellos parecian maricones, porqué sólo sabian cantar canciones de marisol y poner bocecitas...
JAJAJAJAJAJ....
Pobres directores de cine... No les dejamos dormir¡¡¡
En fín... Qué esos recuerdos no se pueden olvidar.
Segundo fué ya otra cosa... El grupo se dividió en dos: Los partidarios de Carlos y los partidarios de Salva, (o sea, yo). La verdad es que Carlos y yo siempre hemos llevado la voz cantante en clase. Cuando nos peleamos, la clase se fracturo en dos...
Hace pocos meses... Carlos y yo hablamos.... Y nos reconciliamos... Se que esto puede parecer muy pedante e importante de cara a Carlos y a Mi, pero en cuanto nosotros nos arreglamos, la clase volvió a reunirse en fiestas por la noche, en el bar de Diego para tomar café, en los pasillos de la escuela...
Carlos me dijo qué nosotros éramos un pilar muy importante de la clase. Qué nosotros éramos cómo los lideres qué siempre tienen qué estar allí para animar y unir. Yo le dije qué si poco convencido... Pero semanas más tarde los hechos le dieron la razón a Carlos.
La gente por la escuela no sabía hablar de otra cosa.... CARLOS Y SALVA SE HAN RECONCILIADO, decian todos.
Y sí... Asi fué.
Yo no se cómo será este nuevo curso.
Sólo se qué pienso disfrutarlo al máximo.
Toni, gallego y yo, vamos un curso por debajo del resto de la gente... Bien porqué este año no nos hemos matriculado o bien porqué algunos van a repetir... Pero nuestros compañeros, nuestros amigos... Siempre serán aquellos qué un día entraron cómo nosotros en primer curso.
Muchos profesores de la ESAD dicen qué la nuestra es una generación interesante, creativa y muy trabajadora. Muchos nos comparan con la generación de Antonio Banderas, Maria Barranco, Kiti Manver... Todos ellos estudiaron cómo nosotros hace mucho en la misma escuela.
Yo no se sí tienen razón o han pueso mucha esperanza en nosotros, lo único qué se es qué nos une una pasión: El teatro... Contar cosas. Y eso, amigos míos, ya es mucho.
¿Quién sabe si dentro de poco seremos amigos también en el mundo profesional?
¿Quién sabe sí alguna vez compartiremos Goyas o premios Max?
¿Quién sabe sí seguiremos esta carrera juntos... Más allá de la escuela?
Quién sabe...
Quién sabe...
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Hace 6 años
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