jueves, 20 de septiembre de 2007

EL FINAL DEL VERANO.

Este verano se va terminando...

Poco a poco. Se va cómo vino... Sin hacer apenas ruido.

No ha sido mi mejor verano... quizás ha sido el peor de todos los qué he tenido hasta ahora, pero bueno, de todo se aprende.

Ha sido un verano lleno de reflexiones y de dudas. De pensamientos qué a veces me advertian qué de seguir así me iba a volver loco. En mi camino había muchos caminos... Pero sus metas y sus destinos estaban lejanos, poco claros... Borrosos. Después de mucho pensar y de pasarme las horas muertas llenándolas con charlas vacias, quedadas sin apenas aliciente y sobre todo muchas horas en soledad, me he dado cuenta qué el truco esta en no preocuparse. En dejarse llevar. En saber que la impaciencia es mal arma para estos tiempos que corren.

Así pues una extraña y placentera quietud se ha apoderado de mi mente y mi cuerpo. Y por extraño qué parezca comienzo a verlo todo claro. Lo que quiero. Lo que no quiero Lo que me conviene y lo que no me conviene.

Volver a la rutina me será grato, sobre todo después de un año algo alocado y descolocado qué me ha dejado algunas que otras secuelas.

Hace un año por estás fechas vivía en Madrid. Sí, lo he pasado muy bien.

Hace un año comenzé a darme cuenta qué todo no iba a ser tan fácil, pero también me dí cuenta qué las cosas al no ser fáciles, son más emocionantes.

En Madrid no hice gran cosa... Bueno, no me puedo quejar; me he movido mucho, he hecho grandes contactos en el mundo del cine y del teatro y sobre todo me ha servido para conocer a gente qué cómo yo, sueña con poder dedicarse a lo qué realmente le apasiona; el arte.

Las noches madrileñas han sido noches en blanco dónde una copa, una desconocida o un paseo a oscuras por el casco histórico eran experiencias muy enriquecedoras. Digamos qué este año en Madrid ha sido el parentesís qué mi existencia necesitaba. He crecido interiormente. Me dí cuenta de cosas qué al ser lejanas, eran más claras... Construí un mundo a mi medida y desde allí pude observar a toda la gente qué por uno y otro motivo se cruzaba en mi vida.

En Abril tuve que volver y Málaga me pareció muy cambiada. Sobre todo sus gentes, mis amigos... Sus rincones. Ha sido duro volverse a adaptar de nuevo a una ciudad dónde casi nunca pasa nada, y cuando pasa no es nada del otro mundo o te deja indiferente pues ya estás acostumbrado a cosas más espectáculares... Pero bueno, he intentado buscar de nuevo mi lugar y parece qué lo he conseguido.

Dentro de pocos días las clases comenzarán y con ellas las salidas nocturnas, las charlas con los amigos, los proyectos de obras teatrales y los estrenos de las mismas... En dos años, sí Dios quiere, seré un licenciado en dirección escénica y entonces tendré que decidir en cuestión de días o meses lo que quiero hacer con mi vida.

Antes solía pensar mucho, ese era mi principal defecto. Pensaba en cosas y problemas qué solo tendría dentro de muchos meses. Ahora procuro disfrutar y dejarme llevar por todo lo qué la vida me ofrece, (sin descuidar mis obligaciones)... Y entonces, cuando tenga que ser... Cuando se tenga que pensar... Pensaré.

La semana pasada me eché las cartas de nuevo... Una mujer qué lo acierta todo, incluido nombres. Me dijo lo mismo qué hace dos años, cuando fuí por última vez; Qué mi profesión iba a ir viento en popa, qué solo era cuestión de tiempo; qué el amor ya estaba cerca de mi, sólo qué algunos miedos mutuos y sobre todo la distancia harían qué la cosa se retrasara unos años más; qué mi rodilla izquierda me iba a dar más de un problema (cosa qué me pasa desde hace muchos años); y qué a poco por todo lo qué he ido luchando a lo largo de mi vida... Tendría me recompensa.

En fín... Dicen qué el futuro esta escrito.

Lawrence de Arabia dijo que no... Pero luego, años más tarde, se equivocó.

Yo no se sí ese será mi futuro u otro... Pero lo unico que tengo claro es que cuando llegue, si llega, me gustaría sentirme cómo desde hace dos semanas me siento; Tranquilo.

Es lo único que pido.

Y lo demás sí llega... Bienvenido sea.

Buenas noches amigos.

Os quiero.

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