Hoy os voy a hablar de pintura.
La imagen superior que podeis ver es mi cuadro favorito. Se llama "Los halcones de la noche" y fué pintado por Edward Hooper, y realizado en el año 1942.
Tengo que reconocer que esta elección puede sorprender mucho, ya que generalmente la gente elige una pintura cuyos valores abstractos o mágicos de representación supera el tono real de la imagen que fué tomada cómo modelo. Pero a mi este cuadro me encanta... Es más, me apasiona.
Y me apasiona porque en el fondo esta pintura nos está contando una historia. Cuando la miro no puedo evitar pensar en la vida de esos cuatros personajes que están tomando algo detrás de la gran pared de cristal. Muchas de mis pasiones, (obsesiones) se encuentran también dentro de esta imagen; la noche, la soledad, lo desconocido... Lo real cómo marco escénico que alberga un mundo dentro de otro mundo, una situación dentro de otra situación.
Me gusta la composición, los colores... Pero por encima de todo me gusta la sensación de vida que esta pintura encierra dentro de sí. La sensación de momento congelado, de un momento captado entre otros momentos, cómo ocurre en el arte fotográfico. Imagino la situación antes y después del momento de la imagen que está capturada por el autor. No se, esta imagen me hace pensar.
Cuatro personas en la soledad de la noche, en un bar del centro de la ciudad... Dos de ellas haciéndose compañía... Otra de ellas sola, y el camarero ajeno a todo lo que está pasando a su alrededor.
Este cuadro es sumamente realista, y quizás me guste por eso mismo, pero también, dentro de su realismo, me parece un cuadro muy mágico... No abstracto de formas pero sí de contenidos. Es cómo un mundo abierto a todas las posibilidades. Un mundo que está esperando a despegar... A cruzar el camino... A caminar hacia lugares y situaciones desconocidas. El momento de calma después de la tormenta, o quizás antes.
En serio; me es muy dificil explicar porque me gusta esta pintura... Sólo se que desde el primer momento que la vi se ha convertido en una imagen de referencia para que mi mundo real y mi mundo imaginario, (creativo), encuentren ese nexo de unión que convierte a los dos en la cara oculta de una misma moneda y viceversa.
Esta imagen va pidiendo una película a gritos. Una novela... Una obra de teatro. Un poema. Un trozo de vida para contar el porque de todo lo que podemos ver, sentir, oler... Y por supuesto tocar.
"Los halcones de la noche"...
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